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?Caníbal? buscaba víctimas en Internet

AGENCIAS

BERLÍN, ALEMANIA.- La noticia estremecía al mundo: el alemán Armin Meiwes obtenía a través de Internet personas dispuestas a ser devoradas. Así, en la culta Europa, se daba una vez más otro caso de canibalismo, aunque en Alemania no está tipificado específicamente como delito.

Meiwes, un técnico en Informática de 42 años de edad, confesó haberse comido a un hombre que conoció previamente a través de Internet. Durante la primera sesión del juicio que se le sigue por asesinato reconoció que ?su interés por el canibalismo se remonta a su pubertad, cuando fantaseaba con comerse a compañeros de colegio?.

El ?Caníbal de Roteburgo?, como le calificó la prensa germana, buscaba a través de Internet a sus víctimas. Así conoció a Bernd Juergen Brandes, un ingeniero de 43 años que residía en Berlín, quien respondió a un anuncio del acusado en el que buscaba a hombres dispuestos a ser devorados y viajó al domicilio de Meiwes.

Tras asesinarlo, Meiwes troceó el cadáver de la víctima, congeló algunas de sus partes y enterró el resto. El acusado fue descubierto meses después gracias al aviso de un estudiante de la ciudad austríaca de Innsbruck quien, tras descubrir en Internet un anuncio en el que Meiwes buscaba a nuevas víctimas, lo comunicó a las autoridades alemanas.

En su declaración ante el tribunal, el acusado explicó que cuando era niño las imágenes de mataderos de animales avivaron sus fantasías caníbales y manifestó: ?La idea la tenía y así es como terminé haciéndolo?.

Mientras el fiscal argumentó como acusación delito de asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, la defensa planteó homicidio por deseo, y apoyó su razonamiento en el testamento de la víctima, en el que declaró que se sometió voluntariamente al ritual caníbal.

Nada nuevo

Pero los casos de tan bárbaros actos de sadismo y salvajismo no resultan nuevos en las naciones altamente industrializadas.

También en Alemania, dos individuos, Karl Denke y Fritz Haarmann, cobraron celebridad a comienzos del siglo XX por sus actos de canibalismo. Durante la Primera Guerra Mundial, Denke asesinó a 26 hombres y cinco mujeres y los restos fueron encontrados en cajas en su casa. Entre 1918 y 1924, Haarmann asesinó a 26 hombres jóvenes en la ciudad germana de Hannover, además de beber la sangre de sus víctimas. Fue juzgado y decapitado en 1925.

Más recientemente, en octubre del 2001 en Kazajstán, dos hombres fueron condenados a muerte por haber asesinado a siete prostitutas y haber descuartizado sus cuerpos para hacer brochetas, que comían ellos mismos y ofrecían a otras personas que ignoraban su procedencia.

El llamado Caníbal de Milwaukee, el estadounidense Jeffrey L. Dahmer, asesinó a 17 jóvenes a los que devoró. En su apartamento la policía encontró el congelador lleno de carne humana cocida. En febrero de 1992 fue condenado a 15 años de cárcel, pero en 1994 fue degollado por un recluso en la prisión.

El ruso Andrei Chikatilo, se dice que era un filólogo renombrado, asesinó a 52 personas en su mayoría niños y mujeres, de quienes en ocasiones ingirió sus órganos genitales. ?Cuando veía sangre y la lucha contra la muerte sentía satisfacción?, declaró el ?Monstruo de Rostov? durante su proceso. En 1992 fue condenado a muerte.

El japonés Issei Sagawa, quien estudiaba en París en 1981, asesinó a su novia, una joven holandesa de 25 años, a quien había invitado a cenar, y luego de descuartizarla ingirió durante tres días diferentes partes de su anatomía. Cuando fue arrestado declaró que ?comer a esta chica fue una expresión de amor...Quería sentir en mí la existencia de una persona que amo?. Tras ser declarado demente por los expertos fue exculpado. De regreso a Japón, los médicos consideraron que había sanado y fue liberado de la clínica donde fue internado.

Lo significativo de los principales sucesos de canibalismo, tanto durante el siglo pasado como en los primeros del actual, es que ocurrieron en los cultos países desarrollados. Los autores de esos crímenes espeluznantes asistieron a escuelas primarias e incluso, superiores, pues algunos son graduados universitarios. Muy diferentes a aquellos, incultos y salvajes, que aún viven en tribus en las selvas de la Amazonia y en distintos lugares de África y Oceanía.

El ?Caníbal de Roteburgo?, el alemán de 42 años que se comió en partes a un individuo al que conoció por Internet, necesita ayuda terapéutica porque es ?inmaduro? y ?escaso de sentimientos?, según el psicólogo que le atendió en la cárcel.

El acusado, Armin Meiwes, está en sus cabales, como certifica un informe psiquiátrico elaborado tras su detención en diciembre de 2002, declaró el psicólogo Heinrich Wilmer en el juicio del caso en la Audiencia Provincial de Kassel (centro del país).

En opinión del profesionista, la personalidad de Meiwes presenta una falta de sensibilidad y de capacidad de controlar sus instintos, factores que le empujaron a una búsqueda de experiencias fuertes.

El ritual caníbal, grabado por completo en video por el acusado, es para el psicólogo una expresión de una necesidad de Meiwes de ser famoso para contrarrestar esa pobreza de sentimientos.

Para el psicólogo, Meiwes no puso en duda en absoluto el supuesto deseo del ingeniero de ser matado y comido, de modo que se lo tomó en serio y llevó esas fantasías a la realidad.

En la cárcel en la que ha estado ingresado durante este último año, Meiwes habló sin escrúpulos de lo que había hecho, tanto con el psicólogo como con otros compañeros de prisión.

Al psicólogo le llamó la atención la ?frialdad de sentimientos? y la ?objetividad? del relato del acusado sobre la muerte lenta de la víctima, a la que después de cortar remató con una cuchillada en el cuello.

?Tenía la impresión de estar frente a un científico que está haciendo un experimento?, declaró el psicólogo.

Además, añadió que el abandono de la familia por parte de su padre tuvo efectos duraderos en la personalidad de Meiwes, que entonces tenía ocho años.

Desde entonces, Meiwes vivió con la madre y, cuando ésta murió, se quedó solo en el domicilio, un antiguo caserón de la vecina localidad de Roteburgo del Fulda del que ocupó unas pocas habitaciones.

La sentencia del proceso, el primero de estas características que se sigue en Alemania, se espera para finales de este mes de enero (EFE).

JUICIO

El juicio contra Armin Meiwes, especialista en computación, comenzó el tres de diciembre de 2003.

· El ciudadano alemán confesó haberse comido a un ingeniero berlinés de 43 años, Bernd Juergen Brandes, en marzo del 2001.

· Según el fiscal, Meiwes troceó el cadáver de la víctima, congeló algunas de sus partes y enterró el resto, grabando el delito en una cinta de video que fue presentada como prueba.

· A pesar de que la víctima de Meiwes dio su consentimiento para ser descuartizado, los fiscales señalan que el crimen tuvo motivos sexuales y por ende presentaron cargos de asesinato.

· Meiwes se enfrenta a cadena perpetua si es hallado culpable. No obstante, su abogado considera que el asesinato fue un tipo de eutanasia, lo que le acarrearía un máximo de cinco años de prisión.

· La policía detuvo a Meiwes en diciembre del 2002, luego de que un estudiante alertara a la policía sobre un aviso que había colocado Meiwes buscando a voluntarios para ser comidos.

· En el juicio declararán 38 testigos y el fallo es esperado hacia febrero.

FUENTE: AP

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