EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Mayoriteo y cerrazón

Luis F. Salazar Woolfolk

Mal terminan su primer año de gestión los Diputados al Congreso de Coahuila. Tras una labor legislativa que es de calificarse como poco productiva, concluyen el último período ordinario de sesiones con un desacuerdo que integra con puros diputados del Partido Revolucionario Institucional, la Comisión Permanente que fungirá de enero a abril de 2004.

El resultado referido implica un retroceso en la vida de la vida institucional del Congreso del estado, que este año por primera vez, integró la Comisión Permanente (que se compone de ocho miembros), con cuatro diputados priistas y cuatro de la oposición en los dos recesos acaecidos en el año que termina (de enero a abril y de junio a octubre respectivamente).

De acuerdo a los argumentos priistas expresados por el diputado Rafael Rentería, el permitir una Comisión Permanente equilibrada en una relación de cuatro diputados priistas por cuatro de la oposición, plantearía el riesgo de un boicot por parte de los partidos opositores.

En contra de tal argumento se alzaron voces de la oposición que hicieron ver que en los últimos doce meses se trabajó de manera regular de acuerdo a esa integración, e insistieron en que se designara como miembro de la mencionada Comisión Permanente, además de dos representantes del Partido Acción Nacional y uno del Partido de la Revolución Democrática, a un diputado de la Unión Democrática de Coahuila.

Para dar sustento al rechazo, los priistas se apoyan en que la Ley Orgánica del Congreso de Coahuila no determina proporciones específicas a favor de la oposición y hacen valer su voto de mayoría para configurar la Comisión a su arbitrio y conveniencia, lo que desde luego resulta negativo en tanto a que viola el principio de representación integral de la ciudadanía en el Congreso.

El afán priista por bloquear el acceso a un representante de la UDC a la Comisión Permanente, tiene su origen en la actual crisis que existe entre el PRI-Gobierno de Coahuila y el partido mencionado (UDC), que aflora en el conflicto entre el diputado udecista Gregorio Contreras Pacheco y el alcalde de Matamoros de La Laguna Felipe Medina Cervantes.

Bajo esa perspectiva, se advierte que un asunto particular y local como el que es objeto de comentario, pone en riesgo el trabajo legislativo del Congreso en su conjunto. No se trata de restar importancia al conflicto matamorense sino de jerarquizar y en la especie, es más importante rescatar el trabajo de la Legislatura, que atizar un fuego estrictamente político que carece de sentido institucional.

Así deben entenderlo los diputados en su conjunto y por ello, resultan criticables tanto el mayoriteo priista como la exagerada postura de los diputados panistas y perredistas que renuncian a sus cargos en la Comisión Permanente, que les fueron asignados en virtud de un acuerdo previo entre las fracciones, debidamente concertado y firmado. La discordia y la confrontación toca a las puertas de la Legislatura, por un asunto cuya importancia es menor que la de los intereses que están en juego en el Congreso.

Es necesario evitar la confrontación radical entre las fracciones partidistas en el seno de los Congresos Estatales, para evitar experiencias similares a las que ofrece el Congreso de la Unión, en el tema de las malogradas reformas que tanto necesita nuestro país.

En síntesis, se trata de un asunto en el que ninguna de las partes tiene la razón total. Es cierto que los priistas son mayoría por virtud de una voluntad que fue expresada en las urnas, como también es cierto que volver a una Comisión controlada por un solo partido, después de una buena y equilibrada experiencia previa, es un paso atrás como lo señala la oposición.

Sin embargo, resulta absurdo que frente a dos posturas en conflicto se caiga en una tercera que resulta peor que las dos primeras, como lo es que la dicha Comisión Permanente se integre por puros diputados del PRI y que se excluya a todo diputado de la oposición, pues ello implica no sólo un paso atrás, sino muchos.

Los Diputados de Coahuila están en oportunidad de rectificar el desacuerdo que es objeto de comentario y replantear sus posiciones. Ojalá que se recupere la cordura y sean derrotados tanto el mayoriteo como la cerrazón.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 67370

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx