Nosotros Desayunos Eventos Salud

ENSAYO SOBRE LA CULTURA

EL SEGURO

José Luis Herrera Arce

El seguro social es uno de los grandes beneficios que la revolución y los movimiento posteriores a ella han otorgado al trabajador que encuentra una forma de hacer frente a los gastos que muchas veces resultan estratosféricos que y están fuera de toda posibilidad para la gente de escasos recursos.

Sin embargo, el seguro no es un regalo que se haga ni más ni más, sino es un servicio pagado a través de nuestro sueldo del cual nos rebajan una aportación de acorde con nuestras entradas. Estos de acuerdo que aparte de esas aportaciones, hay otro tanto que pone el patrón y otro tanto que se supone aporta el gobierno de los mismos impuestos que nosotros pagamos.

Aunque se podía hablar de algunos muy buenos servicios que las clínicas de especialidades ofrecen, por hoy no hablaré de eso sino del otro cobro que hace el seguro: de las horas hombre; o sea, del tiempo que se tiene que invertir para poder obtener los servicios normales que esta institución ofrece a los trabajadores. Sentí la necesidad de pedir una consulta. Creo que me he de haber levantado tarde porque tuve el décimo lugar y después me di cuenta que por consultorio nomás se atendía a seis o siete personas, dependiendo de las sitas. Si quería tener consulta, entonces tenía que esperarme toda la mañana a ver si uno de los citados faltaba.

Intenté obtener una cita, pero estas sólo son ofrecidas a determinado tipo de pacientes, los hipertensos, las mujeres embarazadas. (Ojo, los bebés creo que no entran en este tipo d excepciones).

Aprendiendo la lección el siguiente día me levanté a las cuatro y media de la mañana y a las cinco y media ya estaba en el gran patio que antecede la puerta de la clínica que mantenía aún sus puertas cerradas.

No crean que era el primero en llegar ya había mucha gente ahí, esperando la consulta. Cuando se llega hay que preguntar quien está antes de uno y entonces te quedas ahí para que el siguiente sepa que tu estas antes.

Por suerte al consultorio que yo iba fui el primero. En algo valió mi desmañanada.

A esas se encontraban entre veinte y treinta personas esperando ya por su cita. La puerta se abrió a eso de las seis o seis y media. Y entonces pudimos entrar al área de consultorios a esperar la llegada de las enfermeras a que recogieran nuestras libretas y nos pesaran.

De las cinco y medio a las ocho que comienza la consulta son dos horas y media que definitivamente tienes que perder. (Multiplica eso por el número de personas que esperaba. Esas son las horas que una mala administración de los servicios nos está cobrando también) No sólo eso. No hay sillas suficientes para todos. Hay muchas madres con niños de brazos (A esas horas, lo bueno es que estamos en verano no quiero imaginarme el cuadro en invierno). Acabas cediendo el asiento si tienes educación y si no ves como la señora le pasa al niño al esposo si tiene suerte que vaya con ella.

Pero esto es lo de menos. A esa hora de la madrugada, los del turno de la tarde tienen que ir a apartar su lugar. (Doble tiempo perdido, ir en la mañana y tener que regresar en la tarde. Si eres de alguna ranchería, no quiero imaginarme el suplicio sobre todo si el paciente es un bebé).

Otra novedad, no se atienden a dos miembros de una misma familia en el mismo día. Así que chamacos no se les ocurra enfermarse al mismo tiempo.

Después me tocó ir a solicitar unos análisis. Me los programaron para dentro de un mes (lo mío no urge, es un chequeo).

Todo lo anterior me hace reflexionar:

1.- ¿Qué el ciudadano no tiene la suficiente dignidad como para ser tratado de otra manera?

2.- Este no es un servicio regalado es un servicio pagado. (Si está mal calculado lo que a uno le descuentan no es problema de uno sino de quien lo calculó).

3.- Hay que tener consideración de las personas, del tiempo perdido, del viacrucis que se hace pasar a muchas personas innecesariamente.

Yo no comprendo por qué los servicios públicos tengan que ser ineficientes. (Muchas cosas se solucionarían permitiendo citas para todos; ah, no ¿por qué?, es el pueblo, que se friegue, que se este ahí cuatro seis horas paradito sin chistar).

Yo me pregunto qué significa ser director administrativo y qué administra; la mejor manera de ahuyentar al derecho ambiente para que se vaya con el médico general del supermercado ¿o qué?

Si vivimos en un país en quiebra tenemos que apechugar; irnos acostumbrando de que así es el trato y de que así son las instituciones gubernamentales, por eso se terminó el ferrocarril de pasajeros, por eso aunque el petróleo es nuestro la gasolina sube. ¿Les pagarán tan mal a los administradores para que resulten tan ineficientes? Pregunto.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 645786

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx