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El sangriento reinado de Slayer

Araya y compañía pisarán suelo azteca para desgarrar los oídos de sus fans

El sangriento reinado de Slayer

El sangriento reinado de Slayer

EDUARDO SEPÚLVEDA

Junio pinta para ser el mes más sangriento. El verdadero thrash metal regresa a México con la presentación de uno de sus cuatro hijos predilectos: Slayer. La banda californiana tendrá una intensa actividad en el sexto mes del año. Provenientes de Sudamérica, Araya y compañía pisarán suelo azteca para desgarrar los oídos de los que se atrevan a acudir a la cita del “World Painted Blood Tour 2011”.

En su paso por México es muy probable que no venga uno de sus fundadores. El guitarrista Jeff Hanneman fue intervenido quirúrgicamente por una supuesta necrosis, por lo que se dice que Pat O’Brien, guitarrista de Cannibal Corpse, ocuparía su lugar en la gira. Sin embargo, Araya (en la voz y bajo) se hará bien acompañar del otro guitarra, Kerry King, y del virtuoso Dave Lombardo en la batería. La primera escala en el país será Monterrey, donde no se habían presentado antes. Slayer promociona actualmente su álbum World Painted Blood (2009), del cual se desprenden cortes como Psychopathy red, Hate Worldwide y el sencillo que da nombre al disco, pero sin duda que los headbangers podrán escuchar temas clásicos como War Ensemble, Black Magic, Seasons in the Abyss, Payback, Raining Blood y South of Heaven.

LA CONQUISTA DEL MERCADO

Hanneman y King formaron la banda en California en 1981. King estuvo cerca de formar parte del contemporáneo Megadeth, pero un pleito entre él y el líder Dave Mustaine (expulsado de Metallica) hizo que la relación no perdurara. A la fecha, ambos guitarristas no parecen llevarse bien. A ellos se les unió Araya y el cubano Lombardo. Con su primer disco en 1983, Show no Mercy, se ganaron múltiples críticas, pero también algunos adeptos. Pese al poco presupuesto, el disco que salió bajo el sello discográfico de Metal Blade Records superó en ventas las 20 mil copias en Estados Unidos y otras 20 mil en el resto del mundo. Le siguió Hell Awaits, de 1985, pero su verdadera obra maestra sería Reign in Blood, de 1986, producida por el prominente Rick Rubin. Este álbum fue considerado por la revista Kerrang! como “el más duro de todos los tiempos”. Metal Hammer le llamó “el mejor álbum de metal de los últimos veinte años”, mientras que la revista Q colocó el disco en su lista de los “50 álbumes más duros de todos los tiempos”. Fue el primer álbum de la banda en entrar en la lista del Billboard 200. Se les consideró también como precursores de una mezcla entre el thrash y speed metal, por el sonido potente y la velocidad que le imprimieron a sus canciones.

En plena gira de promoción del álbum, Lombardo dejó la banda por primera vez. Sin embargo su destino estaría marcado de por vida. Aún cuando el precursor del doble bombo (ejecutor de solos irrepetibles) ha ido y venido por distintos proyectos musicales, siempre regresa a Slayer. El cubano ha probado suerte en grupos como Grip Inc., Fantomas y Testament. Cuando ha dejado al grupo, sus sucesores han sido Paul Bostaph, John Dette y Tony Scaglione, siendo Bostaph el más sobresaliente.

A Reign in Blood le siguió South of Heaven, donde disminuyen un poco la velocidad a las canciones e incluyeron guitarras no distorsionadas. Luego vinieron Seasons in the Abyss, el en vivo doble Decade of Aggression y Divine Intervention, del cual sobresale la temática nazi en canciones como SS-3, que refiere al número de placa del carro del asesino en serie Jeffrey Dahmer, mientras que 213 refiere al número del departamento donde violó y asesinó a 17 víctimas. En su gira, Slayer compartió cartel con Metallica. Undisputed Attitude, Diabolus in Musica, God Hates Us All y Christ Illusion le siguen en la discografía, donde el grupo se da tiempo para experimentar nuevos rumbos y en donde incluso son señalados por tocar Nü Metal. Aunque en sus últimas producciones, Slayer retoma la violencia, los temas polémicos, las portadas escandalosas y su sonido característico, hasta llegar a 2009 con World Painted Blood.

DEL ESCÁNDALO A LA MUERTE

Durante sus tres décadas en la música, los de California han vivido bajo la polémica, ya sea por sus letras, sus disputas con otros grupos, las portadas de sus discos y hasta por el caso de un homicidio. Los integrantes de este grupo ya no le temen a nada, aunque quizá su fin esté más próximo de lo que imaginamos. Tom Araya, de origen chileno, ha dicho que no piensa seguir muchos años propagando su mensaje destructivo; por lo pronto no se han cansado de dar grandes recitales llenos de energía y entrega sobre el escenario.

Tachados de cantarle al Diablo, e incluso vinculados con el nazismo, Araya se defiende con el argumento de que lo suyo es “hacer arte”. Y aunque sus letras hablen del anticristianismo de forma recurrente, el andino se define como católico por convicción y tradición. Es entonces cuando la imagen del anti-Dios se convierte en un símbolo, usado por muchas otras agrupaciones en un claro acto de rebeldía. Más allá de las cuestiones religiosas, Slayer se ha encargado de escribir sobre asesinos seriales, Apocalipsis, destrucción, desolación, violencia, guerras y demás. Nada que no salga publicado en los diarios del mundo desde hace tiempo.

Su irreverencia les ha costado vetos, reediciones e incluso una disputa legal. En 1996, los padres de una joven llamada Elyse Marie Pahler demandaron a la banda con el argumento de que su hija fue asesinada bajo la influencia de dos canciones de Slayer (Postmortem y Dead Skin Mask). La muchacha de 15 años de edad fue drogada, estrangulada, torturada y violada, en lo que se manejó como un supuesto sacrificio al Diablo llevado a cabo por tres seguidores del grupo. La demanda no prosperó. En el año 2000, el juez que llevaba el caso se remitió a la “libertad de expresión” y dijo que las letras de los discos eran una estrategia de mercadotecnia.

Generado por ellos mismos, los cuatro integrantes de la agrupación han cargado con acusaciones y aseveraciones que los tildan de satánicos. Hanneman, además, es considerado como un seguidor del movimiento nazi, sobre todo por la canción Angel of Death, inspirada en el médico Josef Mengele, quien experimentaba con sus pacientes durante la Segunda Guerra Mundial, en el campo de concentración de Auschwitz. De ahí que Mengele fuera conocido como el “Ángel de la Muerte”. Por si esto fuera poco, la “S” del logo de la banda se parece al logotipo de las “SS” alemana de la Segunda Guerra Mundial. Para rematar, el escudo de la banda es el águila del ejército del Tercer Reich. Los músicos se defienden diciendo que sólo “les interesa el tema”.

ENTRE LOS CUATRO GRANDES

En el mundo del metal, Slayer ha hecho la parte que le corresponde. Es en el género, junto con Metallica, el grupo del que se han hecho más versiones de sus canciones. Le han rendido tributo en recopilaciones como Slatanic Slaughter 1 & 2 o Gateway to Hell, y es considerada una fuerte influencia para todos los grupos del hardcore, estilo que surgió en los 90. Slayer ha participado en soundtracks como Spawn y Dracula 2000. En el primero, se unen a la banda de hardcore digital Atari Teenage Riot para grabar No remorse (I wanna die). Mientras que en la versión moderna del famoso vampiro, interpretan Bloodline.

El pasado 22 de junio de 2010 será recordado por todos los amantes del “Heavy Music” por el concierto del Big Four, celebrado en el Sonisphere Festival de Sofía, Bulgaria. Por primera vez, Anthrax, Megadeth, Slayer y Metallica compartieron el escenario, en un concierto que fue transmitido en vivo a más de 150 países a través de salas de cine. El hecho quedó plasmado en DVD y Blue Ray como un documento memorable.

Tras esa exitosa presentación, y algunas más repeticiones por distintos puntos de Europa y Estados Unidos, Slayer tocará este año puntos del continente americano como Argentina, Chile, Brasil, Perú, Colombia y Costa Rica, antes de devastar la Arena Banamex, en Monterrey, y el Palacio de los Deportes, en la Ciudad de México. Una vez cumplido su compromiso con los headbangers más fieles, Slayer partirá a Europa, para tocar frente a franceses y eslovenos, antes de volver a Estados Unidos y Canadá.

Slayer explora al ser humano más oscuro. Habla de la cruda realidad de un mundo enfermo en el que, a sus ojos, habitamos. Y no se toca el corazón para desgarrar las cuerdas de una guitarra, los parches de la batería o la garganta de Araya, todo sea en bien de sus millones de seguidores.

MÁS SOBRE SLAYER

INTEGRANTES:

• Tom Araya (bajo y voz)

• Jeff Hanneman (guitara)

• Kerry King (guitarra)

• Dave Lombardo (batería)

TOUR EN MÉXICO:

• 19 de junio, en el Auditorio

Banamex de Monterrey, N.L.

• 21 de junio, en el Palacio de los

Deportes, de la Ciudad de México

DISCOGRAFÍA:

• 1983 Show No Mercy

• 1985 Hell Awaits

• 1986 Reign in Blood

• 1988 South of Heaven

• 1990 Seasons in the Abyss

• 1994 Divine Intervention

• 1998 Diabolus in Musica

• 2001 God Hates Us All

• 2006 Christ Illusion

• 2009 World Painted Blood

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