Dormir con cara limpia

La mayoría de la gente sigue un ritual similar a la hora de ir a la cama, por ejemplo lavándose los dientes, poniéndose la pijama o alistando el vestuario para el día siguiente. No obstante, muchos olvidan incluir una acción fundamental: lavarse la cara.

El término ‘limpiar’ tiene claras connotaciones de quitar la suciedad, pero lo relacionamos más con las actividades de la vida doméstica que con una tarea de salud corporal y estética. Un sinfín de personas no piensa en la limpieza de su piel más allá del baño diario o cuando tiene algún problema que lo obliga a visitar al dermatólogo y éste le recomienda más higiene en el cutis. Sin embargo la dermis debe ser atendida para no sufrir alteraciones y entre los cuidados fundamentales que necesita está el aseo nocturno.

La piel se regenera durante la noche, pero para hacerlo adecuadamente requiere estar libre de agentes que la ensucien, como el maquillaje, el polvo, la contaminación, el sudor que recibe durante todo el día, etcétera.

¿POR QUÉ LIMPIARLA?

Para lograr entender mejor la importancia de asear tu cutis antes de dormir, veamos las funciones de una piel sana:

-‘Respira’: absorbe oxígeno y desprende anhídrido carbónico.

-Secreta continuamente sudor, que mantiene la función termorreguladora para eliminar toxinas.

-Emana grasa, que además de mezclarse con el sudor para formar la emulsión epicutánea (o manto protector de la dermis), que mantiene elástica la capa córnea, impide la penetración de sustancias y conserva el agua para que la tez se mantenga hidratada.

Desde luego, la normalidad de todas estas funciones sólo es posible cuando los poros se encuentran libres de elementos extraños.

Es frecuente que al terminar su jornada la gente se sienta agotada y con ganas de ir a la cama lo antes posible. Pero por más cansancio que haya, es básico limpiar la cara antes de acostarse. La experta en cuidado de la piel y esteticista de celebridades Renée Rouleau -quien maneja su propio spa y línea de productos- comenta en su página web que hay varias razones vitales para hacerlo. La principal es que al tocarnos el rostro durante el día -todos lo hacemos, a menudo involuntariamente- la convertimos en una de las partes más sucias de nuestro cuerpo. Así, al higienizarla por la noche, reducimos la propensión a las infecciones causadas por las bacterias que crecen dentro de los poros.

OPCIONES PARA TU ROSTRO

Si no tienes el buen hábito de la limpieza nocturna alteras las funciones básicas de tu piel, que al no respirar adecuadamente envejece de forma prematura y lo manifiesta con la aparición de arrugas tempranas. De igual manera se taparán los poros y el cutis se volverá más vulnerable a problemas como el acné, se verá grasoso y grueso, dando un mal aspecto tanto a mujeres como a hombres.

Para asear tu rostro por las noches cuentas con una serie de recursos:

-Agua. Es la alternativa más cotidiana; elimina el sudor y las células muertas en descamación, pero por sí sola es insuficiente para erradicar la grasa excesiva de la dermis. Por otro lado, el vapor puede ayudarte a abrir los poros y permite la salida de residuos acumulados en ellos.

-Jabón. Para la mayoría es un favorito a la hora de lavar la cara. No obstante, entre las partículas de éste, las grasas de la piel y el agua, se forma una emulsión alcalina con un nivel de acidez (pH) de ocho a 10, mientras que el de la tez normal varía de cinco a seis. Por eso es preferente usar jabones neutros, que son mejor tolerados.

-Detergentes. Estos pueden ser comercializados en gel, cremas o leches. Son formulaciones que mezclan aceite y agua; se extienden fácilmente sobre la dermis para su limpieza y después que han recogido todas las partículas de suciedad, hay que retirarlos. No causan agresiones a la piel, respetando su pH.

QUE NO TE GANE LA FLOJERA

Las mujeres que utilizan cosméticos deben tomar en cuenta que como parte de la higiene es forzoso removerlos con un producto especial. Si tu maquillaje es ligero busca aquellas cremas que se cataloguen como ‘limpiadoras’, mientras que si es más fuerte necesitas una que se anuncie como ‘desmaquillante’.

Por otro lado, una sugerencia para quienes encuentran ‘imposible’ acostumbrarse a lavar su cutis justo antes de ir a acostarse, es hacerlo al momento de llegar a casa, aunque todavía tengan actividades pendientes -obviamente que no impliquen salir; Rouleau lo expone de esta manera: “Más vale temprano, que nunca”.

Otros expertos en belleza sugieren que tanto hombres como mujeres guarden cerca de su cama un paquete de toallas húmedas como las que se utilizan para asear a los bebés; así, si alguna vez recuerdan hasta el último minuto que no lavaron su cara y ya no quieren levantarse, al menos podrán limpiarla con una de esas toallitas -te aconsejamos comprar unas que sean hipoalergénicas.

Recuerda que tu rostro es lo primero que notan los demás. Si deseas conservarlo en óptimas condiciones, es fundamental que inviertas un poco de tu tiempo en su limpieza, para que así logre los resultados que deseas, mostrando una tez sana, fresca y que refleje salud.

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