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El agua en tres lecciones: lo que tenemos que saber para entender nuestra crisis comarcana

A la ciudadanía

Manuel Valencia Castro

1.¿Con cuánta agua contamos? En mis tiempos de consejero electoral en el distrito 02 de Gómez Palacio, el consejero presidente el Lic. Enrique Torres me decía que cómo podía acabarse el agua si seguía un ciclo hidrológico sin fin, y en efecto, en lo general tenía razón. Sin embrago hay varias consideraciones que acotan tal aseveración. La primera y más determinante es que los ciclos locales pueden ser trastornados al grado de disminuir la cantidad de agua a nivel de la extinción y convertir el vital líquido en un recurso natural no renovable Por otro lado, y cambiando a un nivel global, se puede afirmar con seguridad, que el 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua, y por obviedad imaginativa la impresión que esto nos causa es que no podría presentarse una crisis de agua , ya que es el compuesto más abundante en nuestro planeta, pero esto es una equivocación. Resulta que aproximadamente el 97.5 % del agua total que hay en el planeta es agua salada y solamente el 2.5% es agua dulce. Para acabarla, una fracción importante de esta agua no puede ser utilizada porque se encuentra en los hielos y nieves casi perpetuos o en profundidades prácticamente inasequibles.

De manera que la cantidad de agua que finalmente circula a través de los ríos, lagos y acuíferos es apenas una pequeñísima parte, la cual es la que está disponible ´para nuestras actividades económicas y domésticas. Esta fracción de agua corresponde apenas a un 0.55% del total de agua. Por otra parte, la distribución de una gran cantidad de esta agua de lagos, ríos y acuíferos se encuentra localizada en algunos de ellos, por ejemplo, el Río Amazonas tiene una descarga promedio de 175, 000 metros cúbicos por segundo (compárese con la máxima avenida registrada del Nazas de 2000 metros cúbicos por segundo para tener un idea clara de la concentración del agua en ciertos ecosistemas riparios).

En México por otro lado, la distribución del agua es por demás asimétrica, decía el barón de Humboldt en su paso por México que mientras el Norte se moría de sed, el sur se ahogaba. Los contrastes señalados en el párrafo anterior se ven reflejados en los índices de disponibilidad del recurso hídrico. De acuerdo a cifras oficiales, el índice de disponibilidad de la zona sur del país en 2005 fue en el orden de los 13, 759 metros cúbicos por habitante por año, a comparación de la zona centronorte del país que fue de 1, 874 metros cúbicos por habitante por año. En otras palabras, la zona sur dispone de 7.3 veces más de agua que la zona centro-norte. La Comisión Nacional del Agua señala que del volumen total de agua concesionada, alrededor del 75% se destina al uso agrícola, un 9% al uso industrial y el 14% restante, para uso público (aunque es importante señalar que en algunas cuencas como la nuestra, el uso agrícola llega a ser cercano a 90%). No obstante, debido a sistemas poco eficientes y la ausencia de una cultura de ahorro en el uso del agua, mucha de esta agua se desperdicia. De acuerdo a la información de CNA, el sector agrícola no sólo es el sector que más agua utiliza, también es el que más agua desperdicia, ya que entre el 65% y 45% del agua concesionada no se aprovecha. Por otro lado, en las ciudades se pierde hasta el 50% de este líquido debido a fugas en los sistemas de distribución de agua potable.

Muchos países ya sufren una aguda escases de agua, países como Egipto, China, India, Nigeria, Japón y México se encuentran es esta situación, en cambio, otros países se encuentran bendecidos con índices de disponibilidad envidiables, entre éstos se encuentran Canadá, Brasil, Argentina y Bangladesh. Si además, se agrega el efecto de la contaminación a la disponibilidad de agua, se producen problemas de salud pública, por desgracia un problema que se acrecienta en los países en desarrollo.

El agua disponible es muy limitada, y nuestra huella hídrica muy elevada, el desbalance es obvio. No nos vayamos en la finta, el agua es un factor altamente limitante.

Muchos países ya sufren una aguda escases de agua, países como Egipto, China, India, Nigeria, Japón y México se encuentran es esta situación, en cambio, otros países se encuentran bendecidos con índices de disponibilidad envidiables, entre éstos se encuentran Canadá, Brasil, Argentina y Bangladesh.

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