Todos los expertos internacionales en desarrollo, reconocen que, para la superación de los países llamados "en vías de desarrollo", éstos deberán aplicarse en sus procesos educativos.
Aquellos que iniciaron su esfuerzo desde décadas atrás, ahora cosechan frutos mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos; ejemplos sobran, caso de Finlandia, que actualmente ocupa muchos de los primeros lugares en los diferentes ítems de evaluación.
Igual sucede con los países pertenecientes al oriente: China y Taiwán, avanzan rápidamente y son considerados grandes productores, además de enormes consumidores de bienes y servicios.
Si usted piensa que se trata de países del "otro lado" del planeta, caso de la India, está en un error: Chile ya ha alcanzado ese ritmo de crecimiento, por lo que le consideran como de los más viables para alcanzar el nivel de "desarrollado".
En ese entorno de "focos de alerta para México", se llevó a efecto la Asamblea Anual de la Asociación ANUIES, siendo sede la UNAM, acudiendo el Dr. José Narro Robles, su Rector, para presidir el evento.
En su discurso principal, en referencia a nuestro retraso en desarrollo y las grandes oportunidades para mejorar la educación, dijo: "Nosotros avanzamos, pero mucho más lento... Debemos preocuparnos por nuestra competitividad, porque otras instituciones, de otros países latinoamericanos, están avanzando más rápidamente".
En referencia a la formación integral, algo que algunas instituciones de educación superior están descuidando, advirtió: "Debemos inculcar valores laicos a nuestra comunidad universitaria; solidaridad y honradez entre muchos...". Comentario que no acepta discusión.
Es muy interesante revisar los factores que han incidido en el desarrollo de esos países que ahora tienen crecimientos de hasta ocho por ciento; entre ellos y en forma muy preponderante, la preocupación por ofrecer educación de calidad desde la básica, -primaria y secundaria- resultados que lograron en base a atender las "puntas" de la educación: por un lado, preparar a los maestros y darles salarios suficientes para tener una vida familiar digna, ofreciéndoles capacitación que les enfrente con éxito a las evaluaciones de desempeño a que son sometidos; por otra parte, cuidar que el estudiante reciba el apoyo suficiente, de parte de las escuelas, sus profesores y familias, incluyendo los recursos económicos para poder acceder a libros y útiles escolares.
Vale la pena hacer mención que esos países, han hecho campañas para que todos los niños tengan su propia computadora, cuidando el adecuado uso de ella. ¿Y nosotros?
Para poder ponernos al corriente y en los rieles de la competitividad, requerimos reformas de fondo, entre ellas las referentes a la Ley de Educación y el manejo de los sindicatos, ambas condiciones difíciles de atender:
Las leyes, por el Poder Legislativo, que no sólo las entorpece, sino bloquea por intereses particulares; y cambios de fondo en administración de la educación, ante un sindicato que se muestra reacio a perder su cuota de poder.
Rodolfo Tuirán, subsecretario de Educación Superior de México, comentó que el treinta por ciento de la población mexicana está en edad universitaria y muchos de ellos no tienen opciones para acceder a ella; además, poco más del treinta por ciento de los universitarios asiste a escuelas particulares. En general, afirmó, se requiere un esfuerzo mucho mayor: al menos cubrir al cuarenta y ocho por ciento para 2020, que representa cuatro millones más de estudiantes.
El reto es grande, si consideramos que esas tasas ya las alcanzaron países como Estados Unidos y Canadá, nuestros socios del TLC, y que no contamos con la infraestructura para alcanzarlas. Considere que para entonces, uno de cada cuatro profesores que actualmente imparten cátedra, deberá ser suplido por jubilación.
También tenemos que empatar a la educación básica y media superior con la licenciatura, para generar graduados mejor preparados. Para ello, se requieren mayores recursos económicos y estímulos a los profesores, para que ganen lo suficiente en una jornada normal de trabajo y puedan dedicar tiempo al estudio, la capacitación y la actualización.
Marcelo Ebrard, asistió como primera autoridad del D.F. y comentó: "En 1980, tenía compañeros que provenían de China y Corea del Sur y cuando regresaron para asistir a la Reunión de Alcaldes, efectuada el año anterior, me preguntaron: ¿qué pasó con México?, a lo que respondí: cometimos errores muy serios en política y economía"
Tiene razón y todos lo sabemos, pero seguimos en la inercia del "no hacer nada".
Algunas particularidades que son comunes a los casos de éxito son: educación de calidad; investigación para desarrollo de nuevas patentes y productos; esfuerzo de todos los sectores nacionales; y, sobre todo, continuidad en los planes de desarrollo a largo plazo.
Nosotros no cumplimos con ningún requisito.
Es tiempo de que hagamos conciencia de nuestra realidad, porque la pobreza extrema cada día ahoga a más familias mexicanas y seguimos sin reaccionar positivamente. ¿Usted qué dice?
