EFE
Composición que muestra una docena de huevos con un cartel que avisa de peligro para la salud, en Dresde, Alemania. El Gobierno de Alemania analiza si existen responsabilidades penales en la contaminación con dioxina de piensos para animales, incidente que ha obligado a cerrar al menos un millar de granjas avícolas y porcinas en todo el país. El fabricante de piensos Harles & Jentzsch, con sede social en ese estado federado, utilizó ese tipo de aceites para fabricar pienso pese a que las grasas estaban etiquetadas como industriales, reveló un portavoz de la Oficina Federal para la Defensa del Consumidor en declaraciones que publica hoy el diario "Westfalen-Blatt".