Saludables, 260 escuelas

Un total de 260 jardines de niños y primarias han sido certificados como Escuelas Saludables, por sus esfuerzos para eliminar la comida "chatarra" de la dieta de sus alumnos.

La responsable de la Coordinación de Participación Social de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, Nancy Varela Ortiz, dijo que aún faltan muchas escuelas por concretar acciones en beneficio de la salud de los menores, aunque reconoció que están comenzando a adoptar ciertas medidas como la eliminación de los refrescos entre la variedad de bebidas que ofrecen los centros de distribución de alimentos.

Aseguró que el área de salud está coordinada con la educativa para hacer efectivo el Acuerdo por la Salud Alimentaria, el cual entró en vigor este ciclo escolar en todo el país, que establece medidas concretas e incluso ofrece un listado de los alimentos permitidos y prohibidos en las escuelas de nivel básico.

Las medida se han ido aplicando una a una, y como parte de este proceso, el miércoles próximo se realizará una jornada de capacitación y actualización a personal de las dos áreas.

"La idea es que tanto los maestros como el personal de salud esté al tanto del tipo de alimentación más recomendable para los escolares, pues en esta medida puede haber una mayor supervisión y mejores resultados del Acuerdo".

 "SIGUEN TRAYENDO GORDITAS Y REFRESCOS"

La directora de la primaria Francisco Sarabia, María Teresa Aragón, aseguró que de un ciclo escolar a otro se ha logrado reducir hasta en un diez por ciento la población con sobrepeso y obesidad en el plantel.

Actualmente un 52 por ciento de los alumnos presentan un índice de masa corporal normal, mientras que el 20 por ciento tiene sobrepeso y otro 25 por ciento obesidad; el tres por ciento restante es de bajo peso.

Es decir, casi la mitad de la población escolar, conformada por unos 440 alumnos, está en condiciones de riesgo.

"Falta mucho, pero creo que un diez por ciento menos es un logro, el año pasado era un 35 por ciento de obesidad y otro 30 por ciento de sobrepeso".

Esto se ha logrado con la eliminación de las papitas, los refrescos y las harinas refinadas del centro de alimentos, así como un impulso especial a la actividad física.

La directora señaló que sin embargo aún falta mucho por hacer pues "muchos niños siguen trayendo gorditas y refrescos de sus casas", por lo que ya contemplan involucrar más a las madres de familia con talleres de cómo aprovechar alimentos nutritivos, como la soya.

 FUENTE: COORDINACIÓN DE PARTICIPACIÓN SOCIAL.