Autoridades municipales proyectan reunir 90 millones para instalar sistemas de filtros contra arsénico en las norias de agua potable.
Cada filtro para remover el arsénico cuesta cerca de un millón 800 mil pesos, pero 24 pozos arrojan agua con niveles de arsénico encima de la norma y otros nueve tienen niveles cercanos.
Para juntar los 90 millones se consideran los 40 millones que anunció el gobierno del Estado, otra cantidad similar que diputados gestionarían en el presupuesto federal 2011, más los 10 millones de pesos ya presupuestados por el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) para el programa de remoción de arsénico.
La Norma Oficial Mexicana para arsénico permite una concentración de hasta 0.025 miligramos por litro, y 30 por ciento de las norias del Simas rebasan esta marca.
De acuerdo a un muestreo realizado directamente de las tomas de agua, la mayor concentración de norias con altos niveles de arsénico están en el sur y el poniente.
El alcalde Eduardo Olmos dijo que los recursos que se aplicarán para atender el problema serán una solución para proteger la salud pública, pero señaló que el Gobierno Federal debe vigilar la explotación del acuífero.
"El problema es más a fondo y tiene que ver con la sobreexplotación de los mantos acuíferos, una problemática que es totalmente responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua', dijo.
La acción más inmediata, una vez que el gobierno del Estado proporcione los 40 millones de pesos, será comprar los filtros que se colocarán en las norias más contaminadas de la ciudad.