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Beatifican mañana a Madre Teresa de Calculta

18 octubre 2003

Ciudad del Vaticano, (EFE) - El papa Juan Pablo II elevará mañana domingo a los altares a la Madre Teresa de Calcuta, la monja albanesa que dedicó su vida a los más pobres de los pobres, fallecida en 1997.

Más de 400.000 personas asistirán a la primera ceremonia de beatificación de un Premio Nobel de la Paz.

Durante el rito, que se celebrará en la plaza de San Pedro del Vaticano, se expondrá una reliquia de la monja, se cantarán y bailarán danzas de la India y estará presente la mujer que sanó por su intercesión.

Tres mil pobres, acogidos en las diferentes casas que la pequeña -de estatura- pero grande de corazón religiosa fundó por el mundo, verán en primera fila la ceremonia de beatificación, que ya se anuncia como una de las más multitudinarias de la historia de la Iglesia.

También asistirán medio millar de Misioneras de la Caridad, la congregación que fundó, y 150 cardenales y 400 obispos de todo el mundo.

Gran admirador de la Madre Teresa de Calcuta, el Papa dio luz verde a la beatificación de la monja albanesa el 20 de diciembre del año pasado, cuando promulgó en una misma sesión los decretos por los que se reconocían sus virtudes heroicas y el milagro.

Hasta ahora en escasas ocasiones se habían aprobado a la vez las virtudes heroicas y el milagro, lo que demuestra el interés del Papa por abreviar los tiempos para proclamar santa a la monja, convertida en emblema mundial de la caridad cristiana.

El reconocimiento de las virtudes heroicas es el primer paso hacia la santidad. Normalmente pasa un tiempo antes de que el Vaticano dé el segundo paso y apruebe el milagro que lleva a la beatificación. El último escalón es la canonización, tras certificarse un segundo milagro.

Aunque muchos de los seguidores de la Madre Teresa habían expresado el deseo de que fuera beatificada en Calcuta, el acto tendrá lugar de todas formas muy cerca de las gentes a las que dedicó su vida.

Y es que la plaza de San Pedro está a pocos metros de una las casas de ayuda a los pobres fundada por la monja, llamada "Dono di María", donde todos los días dan de comer a centenares de pordioseros que malviven en Roma.

A la ceremonia asistirá su sucesora, sor Nirmala Joshi, y Monica Besra, de 32 años, la mujer en la que se produjo el milagro que lleva a la Madre Teresa a los altares.

Besra, de religión animista, padecía un tumor en el abdomen, del que sanó de manera inexplicable para la ciencia en 1998.

La mujer, madre de cinco hijos, ha contado estos días en Roma que fue acogida por las monjas de la Madre Teresa tras haber sido desahuciada por los médicos.

Una noche en la que sufría y tenía el vientre cada vez más hinchado, una religiosa le colocó sobre el abdomen una imagen de la Virgen que había pasado por la túnica de la Madre Teresa durante el funeral de la Premio Nobel.

Era el 5 de septiembre de 1998, un año exacto después de la muerte de la Madre Teresa, y la mujer sanó.

Médicos indios, la Asociación de Ciencias y Racionalismo de la India e incluso el marido de Besra han puesto en duda su curación milagrosa, asegurando que la mujer se salvó sólo gracias a la medicina.

El proceso de beatificación de la Madre Teresa, fallecida a los 87 años, comenzó dos años después de su muerte gracias a una dispensa papal para no tener que esperar a que transcurrieran cinco años desde su deceso, como establece el Derecho Canónico.

La Madre Teresa, cuyo nombre era Inés Gonxha Bojaxhiu, nació el 20 de agosto de 1910 en Skopje, capital de la actual república de Macedonia, que entonces pertenecía a Albania.

Hija de un rico empresario de la construcción, la misionera de los pobres ingresó en un convento de Calcuta y tomó los hábitos a los 21 años, cambiando su nombre por el de Teresa, en honor de la carmelita Teresa de Lisieux o Teresita del Niño Jesús.

A los 32 años dejó el convento y comenzó a trabajar en los barrios más deprimidos de esa ciudad india.

En 1946 cuando viajaba en tren tuvo la inspiración divina que la llevó a fundar la congregación de las Misioneras de la Caridad, que se dedica a recoger a los moribundos de las calles.

Según se cuenta en un libro, la Madre Teresa vio la cara de Jesús y decidió entregarse totalmente a Cristo ya que en su rostro vio reflejados a los desheredados de la tierra.

Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979, su entierro en Calcuta fue un acontecimiento nacional en la India. Millones de desheredados acompañaron su cadáver por las calles de la ciudad y al funeral acudieron también jefes de Estado y gobernantes de todo el mundo.

Su congregación cuenta con 4.500 religiosas que trabajan en 424 casas en 95 países.

Pelean nacionalidad de la Madre Teresa

SKOPIE, Macedonia (AP).- Casi todos los habitantes de esta ciudad coinciden en que la Madre Teresa era una buena persona, pero eso es lo único en que están de acuerdo acerca de la religiosa que será beatificada este domingo.

Los demás datos de su vida, y en particular su nacionalidad, son objeto de una agria polémica. Albaneses y macedonios han iniciado un intenso debate en torno a la inscripción que deberá llevar una estatua de la religiosa que vivió dedicada a los pobres. La región de Kosovo también se ha pronunciado al respecto.

"Es muy triste", dijo la hermana Petra, encargada de un programa de las Misionarias de la Madre Teresa en Skopie, la capital de Macedonia. "Ella defendía el amor, la unidad y la paz. Ellos están peleando por cosas totalmente opuestas a su legado".

Según el padre Lush Gjergji, un biógrafo no oficial de la monja, la Madre Teresa nació en 1910 en Skopie. Sus padres eran de etnia albanesa nacidos en Kosovo, pero emigraron a lo que hoy es Macedonia. En esa época la región formaba parte del Imperio Otomano. Durante su vida, la monja decía ser de etnia albanesa y oriunda de Skopie.

El problema comenzó cuando los líderes cívicos de Macedonia ofrecieron donar a Roma una estatua de bronce de la madre Teresa. Este domingo la monja será beatificada, en el último paso previsto por la liturgia católica antes de la canonización. En el sur de Skopie hay una estatua similar.

Cuando un periódico de Albania, el Fakti, informó que la inscripción en la placa de la estatua diría: "Hija de Macedonia", muchos enfurecieron por la negación del origen étnico de la Madre.

"La negación de los orígenes de la Madre Teresa no es un delirio momentáneo, sino una estrategia política que tiene la intención de dominar a los albaneses otra vez", dijo Arben Xhaferi, líder de la oposición étnico-albanesa.

No obstante, los hechos se complican aún más. El grupo minoritario valaco argumenta que el padre de la madre Teresa era valaco.

Saso Cholakovski, el portavoz del gobierno macedonio, dijo que el país tan sólo quiere honrar a alguien que nació en Skopie. Negó el informe del diario Fakti e insistió en que no se había hablado aún acerca de los detalles de la inscripción.

"¿Que pasa si hubiéramos dicho: parte valaca, parte albanesa, parte macedonia? ¿Entonces estaría bien? Es realmente estúpido", dijo. Una prima segunda de la monja, Katarina Pina Marku, que vive en Skopie, también piensa que la controversia es ridícula. Ella dice saber con certeza que su compañera de juegos cuando era pequeña, la niña que conocía cono Agnes Gonxhe Bojaxhiu, era albanesa.

Marku, que está a punto de cumplir los 90 años, aún recuerda la sorpresa que le produjo saber que su prima tomó los hábitos y se hizo luego la monja más famosa del mundo.

"¡Nunca pensé que sería tan famosa!", dijo Marku con una voz que aún parecía sorprendida. "Inicialmente eran pocos los que la conocían. Luego se ganó el premio Nobel de la Paz. Desde entonces todo el mundo quiso aprovecharse de ella".

Ello incluye a los albaneses, que han dedicado un año entero a honrar a la Madre Teresa. Este domingo, para que coincida con su beatificación, un grupo de voluntarios escalará el monte Kurab, de 2781 metros de altura, para colocar en su cima una estatua de la religiosa.

En Kosovo, una provincia que se encuentra protegida por fuerzas de la ONU y de la OTAN desde su escisión de Serbia en 1999, la gente también anda contenta, en especial en la localidad de Letnica, donde la madre Teresa descubrió su vocación.

Miles de personas ya peregrinan a la ciudad para honrar a la Virgen Negra en la fiesta anual de la Asunción, y pernoctan en los campos de alfalfa y heno.

El padre Kriste Gjergji es el cura de la parroquia de Letnica, donde la madre Teresa rezó antes de decidirse a tomar los hábitos. El párroco calcula que el número de peregrinos ha de multiplicarse. "Cada vez más personas llaman para preguntar que si hay alojamiento disponible", dijo.

Al otro lado de la frontera, en Macedonia, los planes de la estatua se han aplazado hasta que se calmen los ánimos.

Cerca de una placa conmemorativa que marca el lugar de nacimiento de la Madre Teresa, dos residentes de la ciudad, Aneta Sutarova, de 30 años, y su amiga Mila Stanoeska, de 27, desaprueban claramente la polémica.

"Ella hizo cosas muy importantes mientras estuvo viva", dijo Sutarova. "Deberíamos celebrar eso".

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