Hooligan y sus puntadas
Torreón, Coah.- La falta de recursos económicos para hacerse de una digna vestimenta de trabajo en sus inicios como luchador profesional, detonó el talento del lagunero Hooligan, quien al paso de los años se ha convertido en un cotizado diseñador y fabricante de equipos de lucha libre profesional.
Aunque en un principio sus clientes eran elementos de la localidad, hoy en día cuenta con una importante cartera de clientes, muchos de ellos primeras figuras del encordado mexicano.
“Nadie me enseñó, yo aprendí viendo trabajar a “El Pony’’, un costurero de Monterrey que nos daba posada en su taller a Último Guerrero y a mí, cuando empezábamos en la lucha libre como Flánagan y Super Punk.
Ahí dormíamos en las mesas de su negocio, no había para pagar hotel, ganábamos muy poco y se trataba de comer y ahorrar, si había oportunidad’’.
El artista de la costura considera que sin duda el mundo de la lucha libre es el suyo, ya que su gusto por practicar este deporte y las necesidades que tuvo que enfrentar para establecerse, junto con su hermano Panterita del Ring (hoy Ephesto), lo llevaron a descubrir sus cualidades para la costura y con ello una forma de ganarse la vida.
Afirmó que aunque en México se cuenta con una gran variedad de material para elaborar la ropa y máscaras de los gladiadores, es Japón de donde debe importar algunas telas que se requieren para algunos elementos, principalmente en lo que se refiere a las de acabado metálico, las cuales hoy en día tienen una gran demanda en el mercado mexicano, lo que de alguna forma incrementa los costos.
Aunque el oficio lo aprendió de “El Pony’’, el lagunero tiene gran admiración por Aarón Canales, diseñador y costurero radicado en Toluca, a quien califica como un auténtico artista por su creatividad y alta calidad en la confección de máscaras y equipos.
“Mis trabajos han llegado hasta el mismo Japón, mis amigos y clientes las han llevado en sus giras y allá las venden muy bien, aunque a últimas fechas el mercado oriental se ha caído mucho, pero a nivel nacional yo trabajo para mucha gente’’.
En sus casas, situadas en Gómez Palacio, así como en el Distrito Federal, donde reside la mayor parte del tiempo, el gladiador tiene montado sus pequeños talleres, donde da rienda suelta a su inagotable talento y creatividad.
En esta labor es auxiliado por su hijo, Último Rebelde, a quien le heredó uno de sus anteriores nombres de batalla y quien se inicia en el deporte de los “costalazos’’, mismo que también muestra cualidades para la confección y costura de equipos luchísticos.
Fiel a la lucha libre clásica
Aunque el personaje de Hooligan tiene características muy especiales que lo ubican como sinónimo de desastroso sobre el ring, el gladiador asegura estar casado con el estilo clásico del pancracio, de ahí que rechace participar en luchas extremas y cualquier tipo de combate que vaya en contra de la escuela que él siempre ha seguido.
Recordó que sus inicios en la lucha libre profesional se remontan 21 años atrás, luego de un duro proceso de preparación en el que tuvo como maestros al desaparecido “Halcón Suriano’’, “El Asterión’’ y Juan Flores “La Sombra’’.
Ya en México, pulió sus cualidades con “Gran Cochise’’ y posteriormente con “El Satánico’’, “Virus’’, Arcángel’’ y “Franco Colombo’’, considerados excelentes maestros de este deporte.
“Me siento bien en el CMLL y no me interesa ir a ninguna otra empresa, ahí me han dado mi lugar como trabajador y tengo el respeto de mis patrones y compañeros’’.
Al hablar sobre alguna máscara que le gustaría tener en sus vitrinas, sin dudar se refirió a la de Místico, tapa que siempre le ha gustado por pertenecer a un elemento con el cual ha tenido una fuerte rivalidad.
“Él tiene mucho talento y juventud, pero yo tengo una gran cuota de experiencia que me puede sacar adelante en un choque de apuestas. Para mí, el ganar esa máscara es un reto personal y estoy seguro de poder conseguirla, sólo espero tener la oportunidad de ir a una lucha de apuestas’’, concluyó.
