Invitados de honor. El presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala durante la cena de honor presidida por su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama y la primera dama, Michelle Obama, en el Salón Este de la Casa Blanca. Encuentro. El presidente Felipe Calderón durante el almuerzo presidido por el vicepresidente de los Estados Unidos de América, Joseph Biden y la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Recibimiento. El presidente Felipe Calderón y su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama durante la ceremonia de bienvenida, realizada ayer en la Casa Blanca.
El presidente Barack Obama reconoció que no cuenta con la fuerza política suficiente para presentar una reforma migratoria. Tanto el mandatario estadounidense como su homólogo mexicano, Felipe Calderón Hinojosa, condenaron la Ley SB 1070 de Arizona que criminaliza la migración indocumentada.
"Mantenemos nuestro firme rechazo a que se criminalice la migración y que gente que trabaja y aporta a esta gran nación (Estados Unidos) sea tratada como delincuente. Nos oponemos a la Ley de Arizona porque parte de principios parciales, injustos y discriminatorios", dijo Calderón durante una conferencia de prensa conjunta con Barack Obama, tras su encuentro en la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense afirmó que su Gobierno tomará decisiones sobre esta Ley tan pronto reciba una evaluación que encargó al Departamento de Justicia, que pronto estará lista.
Además Obama admitió que el consumo de drogas en ese país agudiza la crisis del narcotráfico en México.
FUTURO ENTRELAZADO
Por su parte, la secretaria estadounidense de Estado, Hillary Clinton, señaló ayer que el futuro de Estados Unidos está "entrelazado" con el de México, al que consideró como un país "amigo, socio y vecino".
"Sabemos que nuestro futuro está entrelazado, que triunfaremos o fracasaremos como si fuéramos uno, y que el bienestar, la seguridad y la prosperidad de cada uno de nuestros pueblos será moldeado por lo que hagamos juntos", indicó Clinton en un almuerzo que ofreció con el vicepresidente Joseph Biden en honor de Calderón.
CENA DE GALA
Por la noche, el presidente Calderón participó en una cena de Estado, junto a su esposa Margarita Zavala, invitados por el mandatario estadounidense Barack Obama y la primera dama Michelle Obama.
El mandatario mexicano dijo, visiblemente emocionado, que él y Obama tienen sueños y que luchando los pueden alcanzar.
"Presidente: me gustó mucho la frase de Octavio Paz de que uno debe merecer los sueños para alcanzarlos. Yo no sé si usted y yo merecemos nuestro sueños, pero sé que ambos los tenemos y que luchamos todos los días para merecerlos, y por lo mismo sé que los vamos a alcanzar", dijo Calderón.
A la cena asistieron los empresarios Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, y el hombre más saludado en el Salón Este de la Casa Blanca, donde también estaba el regiomontano Lorenzo Zambrano.
También fueron invitados periodistas como Joaquín López Doriga, Javier Alatorre y el Premio Nobel de Química, Mario Molina.
Cubiertos de oro y vajillas decoradas con motivos dorados, fueron utilizados en la cena.
Los mandatarios y sus cerca de 370 invitados brindaron y se les ofreció de espectáculo con la cantante Beyoncé y el dueto Rodrigo y Gabriela.
'Mi madre no tiene papeles...'
Una traducción del español al inglés que fue entrecortada y con incoherencias gramaticales opacó ayer la ceremonia de bienvenida al presidente mexicano Felipe Calderón en la Casa Blanca.
La deficiencias complicaron en ocasiones para los angloparlantes la comprensión de la traducción. La delegación mexicana responsabilizó a su propio traductor.
En español, Calderón pronunció las declaraciones en forma correcta y clara durante una presentación conjunta con el presidente Barack Obama en el Jardín Sur. Calderón habló de valores comunes y principios comunes que unen a Estados Unidos y México.
Pero la traducción al inglés que los espectadores estadounidenses escucharon fue tan mala que la transcripción oficial de la Casa Blanca la ignoró.
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, se llevó ayer una inesperada sorpresa cuando la hija de una mujer indocumentada, de apenas ocho años de edad, fue capaz de dar un paso al frente para desnudar la realidad de millones de familias indocumentadas que hoy viven con el miedo constante a ser deportadas y separadas:
"Mi madre dice que (el presidente) Barack Obama se está llevando a todos aquellos que no tienen papeles...", le dijo con desparpajo e inocencia la alumna de segundo grado de la escuela primaria New Hampshire, hasta donde se trasladó Michelle Obama en compañía de Margarita Zavala de Calderón.
"Bueno, sí, eso es algo que tenemos que arreglar, ¿verdad? Para asegurarnos que la gente pueda estar en el país con sus papeles en orden, ¿verdad?", aseguró la primera dama mientras su pequeña interlocutora la sorprendía con una incómoda revelación:
"Pero es que mi madre no tiene papeles...", dijo.
"Bueno, tenemos que trabajar en ello. Tenemos que arreglarlo, y todo el mundo tiene que trabajar en el Congreso para asegurarnos que ocurra así".
