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MÉXICO, DF.- El cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, no quiso adelantar vísperas ni hablar de su candidatura como uno de los “cuatro magníficos” que la revista italiana “Panorama” cita como posibles sucesores del papa Juan Pablo II.
“El Papa sigue vivo y sigue gobernando su Iglesia, y ha sido capaz de crear 30 nuevos cardenales, así es que él sigue gobernando a la Iglesia gracias a Dios”, añadió.
Al término de su tradicional misa del mediodía en la Catedral Metropolitana, el cardenal Rivera Carrera externó también su beneplácito por el nombramiento del obispo mexicano presidente de Pastoral de Salud del Vaticano, Javier Lozano Barragán, quien ha sido distinguido por el Papa como uno de los nuevos 30 cardenales católicos y él figura como el único mexicano.
“No solamente es una alegría, es un privilegio que el Santo Padre se haya fijado en México, y esta Arquidiócesis se sentirá contenta y alegre porque monseñor Lozano Barragán comenzó aquí su episcopado siendo obispo auxiliar de monseñor Ernesto Corripio Ahumada”, dijo.
En su homilía, Rivera Carrera se refirió a la tolerancia y al escándalo dentro de las distintas formas de la fe y refirió que “Dios no puede estar ligado ni atado a ninguna estructura... y no ha dado su espíritu en monopolio y en exclusiva a nadie”.
Dijo que existen escándalos por la forma en que la Iglesia da cuenta de la fe y planteó que nadie quiere reconocer que es causa de escándalo para los demás, específicamente hizo ver el abandono que los padres de familia tienen sobre sus hijos y sobre la educación de éstos.
“Muchos de nuestros niños no sólo pierden la fe, sino que pierden los valores y los puntos de referencia para poder crecer como seres humanos. Nadie reconoce que ha cometido escándalo.
Todos decimos que simplemente hablamos con libertad, que nos manifestamos con sinceridad, que hicimos ver las cosas con realismo, que actuamos conforme a nuestras convicciones y de acuerdo a nuestras preferencias. Hablar de escándalo nos parece oscurantista y retrógrado... pero las palabras de Jesús son verdaderas, son espíritu y vida”, expresó
