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Presagios funestos

Diálogo

YAMIL DARWICH

Retomando el tema del bicentenario de la Independencia de México, encontré un texto de Miguel León Portilla: "De tinta negra y roja", editado por el Colegio Nacional que transcribe literatura, leyendas y poesía Náhuatl, dándonos la oportunidad de leer los textos en castellano y en la escritura original.

Sin duda, la rima y ritmo en la pronunciación del castellano tiene influencia del dulce y cantarín sonido de la principal lengua indígena, quedando como herencia el hablar cantado, en algunos pobladores del Valle de México.

No cabe duda que los aztecas eran guerreros aplicados, conquistadores, promotores del desarrollo y religiosos profundos; por otra parte, deterministas y supersticiosos, al grado de estar motivados por mitos y leyendas que recibían de sus antecesores por tradición oral o escritos.

Sus gobernantes, influenciados por esas historias, mostraron una resistencia prácticamente nula ante la invasión de los ibéricos.

En el texto, aparecen ocho "presagios funestos", que dieron pie a la espera pasiva de avance de los conquistadores en territorio mexicano, con ánimo fatalista; se los transcribo:

El primero: "una como espiga de fuego, una como llama de fuego, una como aurora: se mostraba como si estuviera goteando, como si estuviera punzando en el cielo". Fenómeno observado en el año "doce casa".

Segundo " ...por su propia cuenta se abrazó en llamas, se prendió en fuego; nadie tal vez le puso fuego, sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli. Se llamaba su sitio divino, el sitio denominado Tlacateccan" que significa "Casa de Mando", que al arder requirió de una explicación mítica.

El tercero también interpreta un fenómeno natural como presagio divino: "Fue herido por un rayo un templo. Sólo de paja era: en donde se llama Tzummulco. El templo de Xiuhtecuhltli. No llovía recío, sólo lloviznaba levemente. Así, se tuvo por presagio; decían de este modo: 'Nomás fue un golpe de sol'. Tampoco se oyó el trueno".

El cuarto presagio pareciera se trató de un meteorito que entró a la atmósfera: "Cuando había aún sol, cayó un fuego. Iba derecho viendo a donde sale el Sol; como si fuera brasa. Iba cayendo en lluvia de chispas. Larga se extendió su cauda; lejos llegó su cola. Y cuando visto fue, hubo gran alboroto: como si estuvieran tocando cascabeles".

Quinto presagio: "Hirvió el agua; el viento la hizo alborotarse. Como si hirviera en furia, como si en pedazos se rompiera al revolverse. Fue un impulso muy lejos, se levantó muy alto. Llegó a los fundamentos de las casas: y derruidas las casas, se anegaron en agua. Eso fue la laguna que está junto a nosotros, aquí en México" ¿Sismo, Volcán?

El sexto, antecedente de "La Llorona", leyenda mexicana: "Muchas veces se oía: una mujer lloraba; iba gritando por las noches; andaba dando grandes gritos: ¡hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía: -Hijitos míos, ¿adónde os llevaré?"

Recordemos que luego de la dominación, muchos indígenas preferían huir a someterse.

El séptimo, se refiere a una historia sobre un pájaro encontrado y llevado a Motecuhzoma, que viendo en su plumaje imágenes y mensajes, llamó a los magos: "¿No sabéis lo que he visto? ¡Unas como personas que están en pie y agitándose! Pero ellos, queriendo dar la respuesta, se pusieron a ver: desapareció (todo): nada vieron".

Presagio octavo; narra otra historia sobrenatural: "Muchas veces se mostraba a la gente hombres deformes, personas monstruosas. De dos cabezas, pero un solo cuerpo. Las llevaban a la Casa de lo Negro; se las mostraban a Motecuhzoma. Cuando las había visto luego desaparecían". Al respecto, algunos historiadores refieren la existencia de un lugar donde el emperador reunía animales y hombres deformes.

Sirva lo anterior como muestra de la vasta cultura Náhuatl, llena de cábalas y supersticiones, facilitándonos comprender los porqués, el emperador Moctezuma, se dejó llevar por las supuestas advertencias de la llegada de "dioses barbados" que regresaban a ocupar su reino.

Cuando Motecuhzoma descubrió su error ya era prisionero de Hernán Cortés y había obligado a Cuitláhuac a mantenerse sin atacarlos; recuerde que él proponía detenerlos en el Paso de Cortés, que a decir de los estudiosos, hubiera sido una victoria contundente a pesar de los millares de tlaxcaltecas y guerreros de reinos vecinos que acompañaban a los pocos cientos de soldados españoles.

Como lo hemos "dialogado" en otras ocasiones, nosotros somos la suma de la genética de indígenas y españoles, en mayor o menor grado; nos han heredado una mezcla diferente de mensajes biológicos, de mexicanos, con bagaje cultural e idiosincrasia particular.

Bueno sería que en estos festejos de independencia, tuviéramos acceso a más información, de ser posible digerida, sobre: ¿quiénes somos? y a partir de ello: ¿qué es conveniente hacer para mejorar nuestra actitud hacia la vida?

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