El Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrolla un novedoso proyecto científico para curar la obesidad a partir del monitoreo del cerebro durante la ingesta de alimentos.
El Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) desarrolla un novedoso proyecto científico para curar la obesidad a partir del monitoreo del cerebro durante la ingesta de alimentos.
En el curso-taller para periodistas 'Obesidad y desnutrición: Las pandemias del siglo XXI', el titular del Laboratorio de Neurobiología del Apetito del Cinvestav, Ranier Gutiérrez Mendoza, explicó que la investigación es con la implantación de electrodos en el cerebro de ratas.
El investigador detalló que si bien esta técnica se ha aplicado en otros trabajos científicos, al parecer es la primera vez en el mundo que se utiliza para el tema de la obesidad.
Comentó que esta investigación es financiada por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal con dos millones de pesos y se espera que este año inicien la publicación de resultados en revistas científicas.
Gutiérrez Mendoza señaló que entender el funcionamiento del cerebro abrirá nuevas vías para combatir la obesidad a partir de la premisa de que éste órgano decide qué comer, cuánto y cuándo dejar de hacerlo.
Destacó que el estudio parte de las evidencias que indican la importancia que tiene el cerebro en la regulación de la conducta de la ingesta, lo que ha llevado a sugerir que en el sujeto obeso existe cierta actividad cerebral que lo predispone a comer en exceso.
El doctor en ciencias indicó que se monitorea el funcionamiento del cerebro de ratas durante la ingesta de un suplemento alimenticio hasta saciarse y en condiciones de apetito.
Indicó que antes se pensaba que sólo hipotálamo se accionaba durante el consumo de alimentos y ahora se sabe que son cinco las regiones del cerebro que son activadas, lo que impone un reto para la creación de fármacos.
Gutiérrez Mendoza añadió que esta técnica para conocer más sobre obesidad se realiza a partir de un método invasivo, es decir la introducción de electrodos al cerebro de ratas, que permiten medir la función durante la actividad normal y durante la engullición de alimentos.
