Provincetown.- Un año más se va y esta vez me niego a lamentarme lo mal que estuvo. Me rehúso por que lo más sencillo sería dedicar los 4 mil caracteres de este espacio a escribir un resumen de todo lo negativo de 2009. Después de todo, cuántos de nuestr@s amig@s se quedaron sin trabajo, cuántos de nuestr@s vecin@s fueron asaltad@s, cuánt@s de nuestr@s familares se enfermaron y no pudieron pagar la cuenta completa, cuántos casos de corrupción conocimos este año o cuántos de nosotr@s creemos que el rumbo del país va mal.
Sin embargo, quiero terminar el año con el propósito personalísimo de dejar de fumar, pero también con un tono positivo al intentar un breve balance sobre tres puntos buenos que ocurrieron en 2009.
1.- De la protesta a la propuesta. La protesta la vimos en los jóvenes activistas que iniciaron una revolución en Twitter sobre cómo se organizan los movimientos sociales del siglo 21. Jóvenes que llamaron a anular el voto o a votar independiente en las elecciones de julio de 2009 porque no se sentían representados por las opciones que había. Un voto de protesta contra la falta de representatividad y de rendición de cuentas del sistema político mexicano. Una protesta que el establishment no entendió originalmente, que muchos llamaron "un peligro" y que hoy apenas empieza a enseñar su verdadero potencial.
El llamado voto nulo tuvo un eco sin precedentes. La movilización de los llamados anulistas, principalmente a través de Internet, consiguió que el voto nulo llegara hasta el 9% en algunos centros urbanos, y a más de 1.9 millones de votos a nivel nacional. La protesta se materializó en gran parte en ese impacto en las urnas. La protesta ha quedado atrás y quienes se sumaron a ese llamado han pasado a una siguiente fase, la de la propuesta en la llamada Asamblea Nacional Ciudadana (ANCA). En su sitio de Internet http://grou.ps/anciudadana/ puede encontrarse información sobre quiénes son sus miembros, cuáles son algunas de sus propuestas, cuál es su postura sobre la reforma política presentada por el presidente Calderón, etc. En suma, una sociedad civil empoderada.
2.- Movimiento rejuvenecido. Desde la década de los años setenta, grupos de mujeres y hombres feministas lesbianas y homosexuales iniciaron el movimiento por los derechos de las personas lésbicas y gays de México. Con el pasar de los años se incorporaron algunas demandas de las personas bisexuales y de las transgénero y más recientemente de las llamadas intersexuales. El movimiento amplio LGBTI mexicano ha recibido recientemente una sacudida de la que sacó lo mejor y lo peor de sí mismo.
La discusión por la reciente aprobación de los matrimonios para parejas del mismo sexo en la Ciudad de México, con todo y el derecho de adopción de menores, ha sido un hecho histórico para el país y todavía más histórico para América Latina. Dentro de esa batalla se ha dado un verdadero relevo generacional. Los activistas y los políticos de antaño del movimiento LGBTI mexicano se vieron rebasados por un fenómeno que no entendieron. El relevo generacional se ha dado y los nuevos líderes LGBTI tienen aún mucho que aprender de sus antecesores, pero ya han revitalizado a un movimiento que estaba secuestrado y atrapado en viejas mañas. Los nuevos liderazgos tienen hoy aliados que antes no tenían y tendrán que mostrar de qué están hech@s ante las voces que vaticinan una avalancha conservadora en el país.
3.- Tarde, pero necesaria. Felipe Calderón nos tuvo peligrosamente aterrorizad@s durante todo 2009 con la "guerra" contra el narco, pero cerró el año con una buena nota. Una lista de buenas intenciones aglutinada en la propuesta de reforma política que presentó el pasado 15 de diciembre y que incluye, entre otros temas, la reelección inmediata de legisladores y la posibilidad de la segunda vuelta en elecciones presidenciales.
Si bien no hay nada novedoso en esas propuestas, ya que todas han sido debatidas por académicos, centros de estudio, ONG, activistas y periodistas por lo menos desde 1988, lo novedoso es que sea Calderón el que lo hace, el segundo presidente de la alternancia, el presidente que inició su Gobierno con una crisis de legitimidad y el que hoy decide abrirse un segundo frente de guerra al presentar su propuesta frente a los intereses de quienes han sabido vivir y enriquecerse de un sistema de privilegios políticos. Calderón cierra el año equivocado en su guerra contra el narco, pero correcto en su guerra contra la mala calidad de la democracia mexicana.
A los lectores de El Siglo de Torreón y El Siglo de Durango, mi agradecimiento por seguir este espacio. Muy feliz fin de año y mis más sinceros y mejores deseos para que tengamos un mejor 2010.
Politólogo e Internacionalista
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