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MÉXICO, DF.- Desnudos totales, euforia, cerca de mil mujeres cuyo atuendo revelaba una posición adinerada y ocho bailarines de formas perfectas, que después de un billete en la trusa permitían ser tocados, así se desarrolló la víspera el espectáculo de strippers estadounidenses Chippendale.
La carpa del Hipódromo de las Américas, ubicada en una de las zonas residenciales más importantes de esta capital, fue el escenario donde una peculiar forma de erotismo se desarrolló: aquella a la que se puede tener acceso después de pagar un boleto personal de casi 500 pesos, una botella de licor que alcanza los mil pesos y los billetes en mano para acceder al roce de un cuerpo bello y masculino de ensueño.
Hombres de rasgos orientales, negros, anglosajones, caucásicos y latinos; pieles libres de bello alguno y presumiendo bronceado, colores moreno y blanco; cabellos rubio hasta el hombro o negro muy corto.
Exuberancia, gritos, prototipos de virilidad, fuerza en los movimientos y coreografía, música "tecno" y gestos que despiertan el deseo y la lujuria.
Con coreografías dramatizadas e impregnadas de una fuerte carga erótica que era subrayada por un sofisticado equipo de ambientación e iluminación, los integrantes del espectáculo, originario de Las Vegas, Nevada, ofrecieron a su público 12 cuadros en los que lograron su objetivo: divertir mientras se convertían en el inalcanzable objeto del deseo de mujeres durante una hora y media.
En cada una de sus coreografías los ocho bailarines, entre los que se encontraban Charles, el animador que con micrófono en mano cuestionaba a la multitud femenina si estaba lo suficientemente preparada para "tocar, sentir y saborear", no escatimaron esfuerzos para despertar la libido que se satisface con una bebida de lujo y un billete de alta denominación en mano.
Con puntualidad británica, el espectáculo inició a las 20:30 horas, conforme fue anunciado previamente por el actor y empresario mexicano Sergio Mayer, promotor de dicho show en esta capital y quien permaneció durante la hora y media de duración frente al escenario, observando que, pese a la controversia que Chippendale despertó, logró su objetivo.
Dispuestos a todo
Ataviados con trajes a la usanza de la película Matrix, portando trajes de ejecutivo, superman, pachucos, mecánicos, pandilleros, uniformes de intendencia, marinos, obreros, vaqueros y chicos "tecno", estos hombres realizaron coreografías en las que se exhibían, incitaban y creaban expectativas que fueron cumplidas con tres desnudos totales.
El deseo de diversas mujeres por tocarlos fue también cumplido cuando, en tres ocasiones, bajaron del escenario y recorrieron en su largo y ancho la totalidad de la carpa, mientras Charles, aún en el micrófono, anunciaba que la concurrencia tenía "cinco minutos para tocar y llenar de dólares las bolsas y los calzoncillos" de cada uno de los cuatro bailarines que se perdían entre la multitud.
Un intercambio de tangas masculinas por corpiños y sostenes femeninos se efectuó momentos antes de que tres mujeres "salvajes y locas", como Charles las describió en el micrófono, fueran cargadas en hombros y amarradas por los brazos a la sillas que se colocaron en el escenario.
Tres de los hombres, vestidos con trajes de médicos, utilizaron estetoscopios y termómetros para verificar la "buena salud" de senos y entrepiernas de las mujeres, quienes, momentos después, fueron "amedrentadas" con látigos. A continuación, los bailarines se despojaron de pantalones y batas, quedando en mínimos shorts y chalecos negros de plástico.
Las voces de Chayanne, Ricky Martin, Enrique Iglesias, Jennifer López y Madonna se escucharon en las diversas canciones empleadas en el montaje de los 12 cuadros presentados, mismos que llegaron a su momento climático cuando el grupo completo de bailarines llegó al escenario vestido de vaqueros.
Como parte de este espectáculo, uno de ellos "lazó" a una joven escogida al azar entre el público, la cual fue colocada en medio del escenario.
Frente a ella, de espaldas al público, los ocho hombres dejaron caer sus pantalones vaqueros hasta las rodillas, mostrando la ausencia de ropa interior y provocando la sorpresa total de la mujer, cuya mirada no acertó a detenerse en uno solo de los cuerpos.
Dispuestas a todo
Que las mujeres mexicanas se preparen para dar de gritos este mes de la patria con el nuevo espectáculo Chippendale, traído de Las Vegas. No se trata únicamente de un show donde hombres se desnudan para provocar la libido del sexo opuesto.
-Chippendale, registrado oficialmente en 1978, es un espectáculo encabezado por 15 bailarines profesionales y modelos que durante una hora y 15 minutos interactúan directamente con las mujeres.
-Luego de dos años de presentarse en el Hotel Río de Las Vegas, por primera vez emprenderán una gira por diferentes países, la cual comenzará en México, donde tendrán 16 fechas en ciudades como el Distrito Federal, Monterrey -Nuevo León-, Guadalajara - Jalisco- y Puebla -Puebla-.
-De los 15 protagonistas en México sólo estarán ocho, pues el resto se desplazará a Europa para afinar los detalles de su gira por esa región.
-Con excepción de John Rivera, de origen puertorriqueño, los demás son estadounidenses, por lo que este latino será "el jefe de ceremonias" en las presentaciones de México, porque es el único que habla español.
-Chippendale está compuesto por un espectáculo de luces fusionado con los sonidos de diferentes géneros musicales y presenta verdaderas historias eróticas, como la situada en una oficina donde el ejecutivo se quita desde la corbata hasta los calcetines.
- La intención de Showtime, la empresa que promueve la gira en México, es mostrar el espectáculo tal y como lo han hecho en Las Vegas, sin censura y con todo el erotismo que conlleva un show de esta naturaleza.
- La edades de los bailarines oscilan entre 23 y 32 años; sin embargo, por su actitud y, desde luego, el físico con el que cuentan, los años son lo de menos.
-Entre el público que asiste a verlos hay mujeres de todas las generaciones, quienes no dudan en gritar, levantarse de las sillas y ¿por qué no? tocar a alguno en cualquier descuido.
- El plan para México es que la entrada no se limite únicamente a las damas, sino que los caballeros también sean aceptados y con ello se den cuenta con qué entretienen su pupila las mujeres.
-En Chippendale hay de todo: vaqueros sexys, marinos sensuales, doctores eróticos y muchas mujeres apasionadas, pero sobre todo incrédulas por lo que ven en el escenario.
- Hace un par de años, en México se dio a conocer el concepto Sólo para Mujeres encabezado por Sergio Mayer y Alexis Ayala; sin embargo, no tiene nada que ver con la calidad y el profesionalismo de la historia que cuentan los bailarines y modelos de Chippendale, donde todo se deja a los deseos de cada espectadora.
FUENTE: SUN-AEE
