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Procesa Argentina juez de la Suprema Corte

03 septiembre 2003

BUENOS AIRES, (AP).- El Senado resolvió en la madrugada del jueves iniciar el trámite de juicio político contra Eduardo Moliné O'Connor, juez de la Corte Suprema acusado de mal desempeño e integrante de la llamada "mayoría automática" del tribunal, por su subordinación al ex presidente Carlos Menem.

La decisión senatorial fue un triunfo político para el presidente Néstor Kirchner, quien luego de asumir el gobierno el 25 de mayo exhortó al Congreso a no demorar el tratamiento de denuncias contra la desprestigiada Corte Suprema, blanco de críticas de colegios de abogados, organizaciones no gubernamentales y sectores políticos.

Se reprochaba a la mayoría del máximo tribunal, reorganizado por Menem en 1989, tanto sus fallos acordes con los deseos del gobierno como el escaso nivel jurídico de sus componentes.

Moliné O'Connor es más conocido por ser vicepresidente de la Asociación Argentina de Tenis. El ex presidente de la Corte, Julio Nazareno, que renunció en junio para evitar el juicio político, fue socio del bufete de abogados de Menem y de su hermano, el actual senador Eduardo Menem en la provincia de La Rioja.

El Senado recibió el pliego de acusaciones contra Moliné presentadas por la Cámara de Diputados, las derivó a la comisión de juicio político y dio al magistrado un plazo de 15 días hábiles para presentar su defensa. Si el dictamen de la comisión respalda las acusaciones de los diputados, y en caso que el Senado las apruebe, Moliné O'Connor será separado de su cargo.

La acusación contra Moliné se fundó en sus fallos en tres causas que beneficiaron a firmas ligadas al gobierno y perjudicaron al erario público. Pero la Cámara de Diputados recibió otras diez denuncias contra el juez.

La sesión del Senado se caracterizó por intercambio de acusaciones entre la mayoría del bloque peronista, que se alinea con Kirchner, y legisladores adictos a Menem.

Los senadores de la opositora Unión Cívica Radical (UCR) se sumaron a los "menemistas" al plantear impugnaciones y cuestiones reglamentarias, que de prosperar hubiesen demorado el comienzo del juicio político.

La senadora peronista Cristina Fernández, esposa de Kirchner, denunció que dos desconocidos entraron al recinto y se sentaron en bancas de legisladores ausentes.

"Yo quiero poner en antecedentes a la Cámara de Senadores de esta gravísima cuestión, de personas sentadas en el recinto que no son senadores. Hay otras personas que están tomando fotografías y filmando a los dos extraños, con lo cual evidentemente no sería extraño que alguien plantee que había senadores 'truchos' (falsos), para luego impugnar la validez de la sesión", dijo la legisladora.

La policía arrestó a uno de los extraños, mientras el segundo se dio a la fuga. El detenido fue puesto en libertad, después de ser identificado.

En 1992 hubo un episodio parecido en la Cámara de Diputados. En momentos en que el gobierno de Menem encontraba dificultades para conseguir mayoría que aprobara una controversial privatización, un desconocido entró al recinto, se sentó en una banca y participó de la votación. Aunque fue brevemente detenido y procesado, nunca recibió sanción judicial.

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