En América, miles de fieles de Brasil, México, Venezuela, Honduras, Nueva York y Washington tomaron parte en las nupcias masivas. (AP)
Desde Corea del Sur a Sudamérica, las novias ataviadas con vestidos blancos y kimonos se unieron el miércoles a sus prometidos de traje negro en la mayor boda masiva de la Iglesia de la Unificación en una década, con la participación de unas 40 mil personas en decenas de ciudades del mundo, según directivos eclesiásticos.
La "ceremonia de bendición" es la mayor de esta Iglesia desde 1999, y podría ser la última a una escala tan grande oficiada por el reverendo Sun Myung Moon, de 89 años, el controversial fundador de la Iglesia de la Unificación.
En América, miles de fieles de Brasil, México, Venezuela, Honduras, Nueva York y Washington tomaron parte en las nupcias masivas.
Casi medio siglo después de casar a 24 parejas en su primera boda colectiva, Moon bendijo el miércoles a más de 10 mil parejas en la Universidad Sun Moon, que fundó en Asan, al sur de Seúl.
Casi la mitad de los novios se casaba por primera vez, algunos en matrimonios arreglados por el propio reverendo. Los demás renovaban sus votos conyugales. Dirigentes de la Iglesia dijeron que unas 10 mil parejas participaron mediante internet en ceremonias simultáneas desde Suecia hasta Brasil.
Moon está pasando la conducción cotidiana de la iglesia a sus hijos. El miércoles, el reverendo Moon Hyung-jin, su hijo de 30 años que será el nuevo líder religioso, abrió al ceremonia en un altar decorado con flores.
"La bendición que reciben hoy es la cosa más preciosa, uno no puede cambiarla por nada en el mundo", dijo.
La ceremonia masiva marca el cumpleaños 90 del fundador y su 50mo aniversario de casado, dijeron funcionarios de la iglesia.
Hilera tras hilera de novias con velos y novios con guantes blancos —provenientes de Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y Europa— se concentraron junto a parejas casadas que renovaban sus votos, mientras oraban el miércoles con la cabeza inclinada. Horas antes posaron para fotografías, cantaron y practicaron la exclamación "¡Hurra!" en el ensayo de la boda.
"Estoy un poco nerviosa", admitió Rie Furuta poco antes de la ceremonia. Ella y su novio Tadakuni Sano, ambos japoneses de 25 años, se habían visto sólo tres veces desde que su casamiento fue acordado en marzo.
"Es la realización de un sueño que tuve por mucho tiempo. Tomar parte en una boda masiva le da más profundidad. Apenas puede expresar lo que siento", expresó Laudicea Corina de Padua, de 40 años, en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
Con un deslumbrante vestido blanco, Corina era una de las 2.000 personas en 40 ciudades brasileñas que participaron en la ceremonia a través de la transmisión simultánea. Manoel Marcelino dos Santos, un trabajador metalúrgico de 38 años, fue elegido como su novio por dirigentes nacionales de la Iglesia.
"Casarse de esta manera, con tantas personas en todo el mundo, dará más fortaleza a nuestra unión, se siente que todas ellas son parte de nosotros", dijo el novio.
Los críticos que acusan a la Iglesia de realizar prácticas supersticiosas aseguran que las bodas son prueba de que la organización les lava el cerebro a sus feligreses. Estos dejan que Moon elija a sus cónyuges porque consideran que tiene inspiración divina y algunos conocen a su pareja en la ceremonia.
Moon, quien se considera un mesías a quien Jesucristo le dijo a los 15 años que completara su trabajo en la Tierra, ha sido una figura criticada y controversial desde que fundó la Iglesia en Seúl en 1954.
Omar Valle, presidente de la Iglesia en Tegucigalpa, Honduras, dijo que 25 parejas decidieron renovar su compromiso.
"A través de esta ceremonia, nos unimos a una gran familia global, todos como hermanos", dijo.
En México, unas 40 nuevas parejas decidieron casarse por primera vez, mientras otras 80 prefirieron renovar los votos, dijo Gregorio Villafana, un alto dirigente de la Iglesia en ese país. Unas 100 parejas determinaron concurrir en las nupcias en Managua, Nicaragua, y un número similar en Costa Rica, dijeron líderes en esos países.
En Nueva York, Krystof Heller, de 22 años, contrajo matrimonio con la sudcoreana María Lee, de 23 años, luego de una relación de cuatro meses. Heller recordó que sus padres se casaron en la boda colectiva de 1982.
En Washington, los fieles vieron la ceremonia en una amplia pantalla flanqueada con las banderas de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
"Esta es la mejor manera de hacer la paz", dijo allí Fumi Oliver, oriunda de Japón, que se casó hace 12 años con el reverendo estadounidense Zagery Oliver.
Centenares de novias y novios se reunieron en templos de Australia, dijo Enrique Ledesma, director australiano de la Federación de la Familia para la Paz Mundial y la Unificación, que pertenece a la Iglesia.
"Fue muy bonito, muy bonito", consideró Ledesma. "Es un ambiente sereno, pero también de gozo".
