Solidarios. Paquistaníes sostienen pancartas con la imagen del jefe del Ejército, Ashfaq Kayani, en solidaridad con el Ejército paquistaní.
El Ejército paquistaní puso fin a más de veinte horas de ataque de un comando talibán contra su cuartel general de Rawalpindi, tras liberar a decenas de personas que el grupo de insurgentes mantenía como rehenes.
Las fuerzas especiales del Ejército consiguieron rescatar con vida a 39 personas, entre soldados y funcionarios, que los terroristas retenían en un edificio de los servicios secretos militares, pero otros tres rehenes fallecieron, informó el portavoz militar, Athar Abbas.
El operativo se desarrolló en dos fases en las que se liberaron a 30 y 12 personas respectivamente y se saldó con un total de nueve muertos: cuatro de los cinco terroristas, tres rehenes y dos miembros de las fuerzas especiales.
En la acción militar otros siete soldados sufrieron heridas.
"La operación ha sido un éxito. Hemos puesto fin al ataque. La situación está ahora totalmente bajo nuestro control", aseguró Abbas al término de la misma.
La fuente agregó que sólo un insurgente, el presunto líder del grupo, fue capturado con vida.
El cabecilla, identificado como Aqeel, alias "Usman", resultó herido durante la operación e intentó activar una carga explosiva que portaba para evitar ser detenido, según la versión de algunos medios paquistaníes.
Las fuerzas de seguridad se incautaron de explosivos, granadas, armas y chalecos preparados para atentados suicidas y acordonaron el edificio para recoger pruebas.