Deficiencias. La diputada priista Yolanda de la Torre tuvo que deslizarse por una de las rampas provisionales. EL UNIVERSAL
En la Cámara Baja faltan elevadores, espacios grandes y adecuar rampas para personas con discapacidad.
MÉXICO, DF.- En apariencia, las instalaciones de la Cámara de Diputados son accesibles. Pero en los hechos, recorrer sus pasillos, salones, oficinas y patios implica todo un reto para las personas que presentan alguna discapacidad.
Así lo fue para Yolanda de la Torre (PRI) y Claudia Anaya (PRD), dos diputadas federales que durante tres años legislarán en el Congreso de la Unión y quienes, en su primera visita a San Lázaro para registrarse, encontraron algunos obstáculos arquitectónicos.
Una vez que iniciaron los trabajos de la nueva legislatura, se realizaron obras de adecuación en el salón de sesiones para que las legisladoras puedan ocupar una curul y acceder a tribuna.
Sin embargo, afuera, en pasillos, patios y entradas a los edificios hay rampas que no cumplen con la norma de accesibilidad por su alto grado de inclinación y otras que están colocadas de manera provisional con tablones que dificultan el libre tránsito con silla de ruedas.
En otros casos, como la sala de prensa ubicada en el área de la Coordinación de Comunicación Social, no hay condiciones para que las diputadas y cualquier persona que requiera silla de ruedas pueda ingresar porque sólo hay escaleras.
Ambas legisladoras consideran que, en general, hay condiciones de accesibilidad que son "perfectibles" y que deben corregirse en beneficio no sólo de las personas con discapacidad, sino también de la tercera edad, mujeres embarazadas y con carriolas.
Pero además, la diputada Yolanda de la Torre, originaria de Durango, ha enfrentado otra dificultad para residir en el Distrito Federal, pues ha visitado decenas de departamentos y no ha podido ubicarse en ninguno por falta de condiciones arquitectónicas necesarias.
"Todos son departamentos nuevos muy pequeños y en los baños no puedo pasar con la silla de ruedas. Y los departamentos viejos son de dos pisos y con escaleras", comentó.
EL CAMINO A LA MÁXIMA TRIBUNA
En la nueva legislatura, dos personas con discapacidad accedieron a una curul por la vía plurinominal. Yolanda de la Torre y Claudia Anaya son las primeras mujeres con discapacidad que llegan al Congreso de la Unión.
Antes, hace dos legislaturas, Jesús Toledano, del Partido Revolucionario Institucional, llegó también al recinto de San Lázaro como diputado suplente.
Se recorrió con las diputadas federales las instalaciones de la Cámara de Diputados durante el proceso de credencialización de los diputados electos para verificar las condiciones de accesibilidad en las instalaciones.
Ambas legisladoras se registraron el 26 de agosto pasado.
Yolanda de la Torre, quien fue dirigente del PRI en Durango, arribó en taxi. Con un acompañante que llevaba su silla de ruedas subió la primer rampa que se ubica en la acera, marcada con el emblema de las personas con discapacidad.
Ingresó por la puerta principal, pero como a unos pasos la gente se topa con escaleras, la diputada tuvo que ser trasladada en su silla por el estacionamiento para llegar al patio central.
Enseguida se dirigió hacia el salón de registro a través de las rampas del edificio "E", a las que se les añadió una rampa provisional de madera para evitar que subiera y bajara en tres ocasiones, pues estas obras inician y se interrumpen por la presencia de escaleras.
La legisladora se registró y subió en elevador a un salón donde le enseñaron a emitir el voto electrónico, un mecanismo que emplean los diputados en todas las sesiones parlamentarias.
Claudia Anaya también se registró el 26 de agosto. Llegó en auto particular y pudo registrarse sin dificultades de movilidad porque desde el estacionamiento ingresó a los edificios por elevador.
Después de registrarse fue trasladada a las oficinas del PRD, donde le tomaron una fotografía para el archivo. Para ese fin se instaló una tarima con los emblemas del partido, a la que la diputada no se pudo subir porque no había rampa.
"Si quieren que me suba ahí, tienen que poner una rampa", dijo, pero la foto finalmente se tomó delante de la tarima.
"Falta ver cómo se hacen las adecuaciones en el pleno y cómo van a estar las oficinas y hay que revisar algunas rampas que no cumplen con la normatividad internacional porque están muy inclinadas y otras que necesitan rehabilitarse para evitar accidentes", señaló la diputada federal, quien también tiene una discapacidad motriz por un accidente automovilístico que sufrió a los 20 años.
