LONDRES, (Reuters) - Pizza Hut, una de las mayores cadenas británicas de restaurantes, prohibió el lunes fumar en sus instalaciones, en la victoria más reciente de los grupos de presión antitabaco.
Desde los pubs de Dublín hasta los bares de Nueva York, el fumador se está convirtiendo en una especie en peligro de extinción en medio de una campaña mundial para impedir que se fume en lugares públicos.
Brian Rimmer, director de operaciones de Pizza Hut, dijo que la compañía "cree firmemente que las familias deben poder disfrutar una comida pausadamente en un restaurante sin exponerse al humo de otras personas".
Rimmer, cuya compañía tiene 350 restaurantes en Gran Bretaña, agregó: "Es igualmente importante que nuestro personal pueda trabajar en un ambiente sin humo".
El pasado mes, el director médico de Gran Bretaña, Liam Donaldson, recomendó una prohibición total de fumar en lugares públicos. La arrasadora medida está siendo considerada por altos funcionarios de salud en el centro turístico de Brighton, en la costa sur inglesa.
Los fumadores están en la mira en todo el mundo y la cultura de disfrutar de una copa y un cigarrillo está amenazada.
"El grupo de presión antitabaco es cada vez más efectivo", expresó David Liston, destacado analista en Londres de la empresa de representantes de inversión Gerrard.
Un histórico tratado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó la prohibición de publicidad y el patrocinio de compañías tabacaleras entre otras medidas diseñadas para reducir este hábito que mata cada año a cinco millones de personas en el mundo.
Los países firmantes del tratado van desde Brasil, Botswana e Irán hasta el Reino Unido, Nueva Zelanda y España.
Liston destacó que "hay una cuestión de conflicto. Los gobiernos de todo el mundo ganan mucho por concepto de los impuestos sobre el tabaco. Así que tienen que tratar de equilibrar estas buenas intenciones de impedir que la gente fume con la falta de ingresos".
Sin embargo, los activistas en contra del tabaquismo han logrado una cadena de victorias por todo el mundo.
En Filipinas, donde los cigarrillos se venden en las calles por unos cuantos centavos, aprobó una rígida ley que prohibe fumar en lugares públicos y todo tipo de publicidad de tabaco en un plazo de cinco años.
Grecia, el país de la Unión Europea donde hay más fumadores, amplió la prohibición de fumar en lugares públicos a sectores privados.
Una prohibición de fumar se aprobó incluso en la ciudad de Lexington, Kentucky, capital del estado líder de plantaciones de tabaco que tiene el mayor porcentaje de adultos fumadores de Estados Unidos.
Pero los dueños de bares y clubes están que echan humo.
Los gerentes de los pubs y hoteleros irlandeses lanzaron una campaña de publicidad para contrarrestar la nueva prohibición de fumar que, según ellos, podría representar una importante pérdida de empleos.
