Comparecen. El zar antidrogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowske; Lanny Breuer, procurador de justicia adjunto y el encargado de la política fronteriza del Departamento de Seguridad Interna, Alan Bersin, comparecieron ayer.
MÉXICO, DF.- En 2009 la violencia en México ha crecido "a niveles sin precedentes" y "alarmantes" con cerca de 3 mil 500 ejecuciones, ante los embates de los cárteles de la droga que "siguen siendo poderosos y evolucionan", ya que han expandido sus actividades a delitos como el secuestro y la extorsión, incluso con el uso de grupos paramilitares.
Este es el escenario que plantea el informe que presentó ayer el Departamento de Justicia de EU a la Cámara de Representantes, en el que se reconoce la necesidad de reforzar la estrategia contra las organizaciones criminales que operan en ambos lados de la frontera, que representan una seria amenaza a la seguridad de los dos países.
En el documento titulado: "El aumento de los cárteles mexicanos de drogas y la seguridad nacional de Estados Unidos", se detalla que "el alarmante incremento de la violencia en México" es responsabilidad de un número "limitado de grandes y sofisticadas organizaciones criminales" que buscan mantener el control de sus territorios para hacer llegar sus cargamentos de droga a los consumidores locales, pero también a los mercados estadounidense y europeo.
Se indica que las ejecuciones relacionadas con las drogas en México "se duplicaron de 2006 a 2007 y para 2008 la cifra llegó a alrededor de 6 mil 200 asesinatos, de los cuales en casi 10 las víctimas fueron policías, mandos y militares"; mientras que en este año "hasta la fecha se han producido unos tres mil 500 crímenes".
El diagnóstico señala que "la violencia relacionada con las drogas, incluidos los secuestros y asesinatos cada vez más cruentos, se ha disparado en los últimos años en México, especialmente a lo largo de la frontera con EU. Los narcos mexicanos y hasta algunas de sus autoridades también están participando en otros delitos violentos", afectando también a comunidades en el territorio estadounidense.
Aunque la violencia en México ya existía, las autoridades de Estados Unidos advierten que "el derramamiento de sangre ha aumentado en los últimos meses a niveles sin precedente, ya que los cárteles utilizan la violencia como un instrumento para socavar el apoyo público al Gobierno mexicano".
A pesar de este panorama que plantea el reporte, también sostiene que "una parte considerable de este aumento de la violencia, en realidad refleja los progresos realizados por los gobiernos de México y los Estados Unidos en perturbar las actividades de los cárteles de la droga", pues se asegura que los grupos afectados han respondido en represalia a los golpes que se les han asestado; además que en el caso de los capos detenidos, sus sucesores ahora se disputan el control de las plazas para el trasiego de droga, lo que ha derivado en violentos enfrentamientos.