Mientras la Comarca Lagunera fue "invadida" por miles de soldados para realizar la tarea de seguridad en la que han fracasado las policías locales, en Torreón hubo quienes corrieron a adjudicarse el crédito por la incrementada presencia militar. El alcalde José Ángel Pérez anda diciendo que el contingente de más de dos mil soldados, fue una respuesta del Presidente Felipe Calderón a una solicitud que le hizo en su reciente gira por la región. Según don José Ángel, los de verde olivo estarían aquí para cubrir el agujero que se abrió con la reciente depuración de la Policía Municipal, aunque en realidad los soldados llegaron un mes después. Al ver la declaración del Alcalde, en el "Gobierno de la Gente" empezaron a soltar la versión de que, en realidad, el refuerzo militar es respuesta a un pedido de los gobiernos de Coahuila y Durango a la Secretaría de la Defensa.
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En Durango no hubo problema, pues todo el crédito de haber pedido “frías” por no poder solo con el paquete, se lo llevó el gober Ismael Hernández Deras, porque es obvio que ninguno de los alcaldes le iba a dar la contra. No fue el caso en Torreón, pero nuestros subagentes comentan que el reclamo tuvo que hacerse por debajo del agua por el “silencio electoral” que impuso el gober Humberto Moreira entre sus funcionarios desde hace dos meses. El mismo don Humberto se tuvo que morder la lengua y abstenerse de hacer declaraciones, aunque pasadas las elecciones lo más seguro es que, como al “caballo blanco”, se le suelte la rienda. Los únicos que no han dicho nada son, curiosamente, los únicos que andan trabajando, o sea, el Ejército, que dejó en claro la importancia estratégica que ha cobrado La Laguna. Su presencia parece haber inhibido a la delincuencia en los últimos días, lo cual se agradece; pero el problema es que si se van, volveremos a las mismas Y en lo que se refiere a la inseguridad que azota la Comarca, nadie quiere darse el crédito sino, por el contrario, sólo ven la forma de escurrir el bulto.
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En al recta final para las campañas a diputados federales, el PRI ya cerró el changarro, recogió sus fierros y entró “en capilla”, luego del evento encabezado por la jefaza nacional del tricolor, Beatriz Paredes que llegó a Torreón el lunes en una visita relámpago y con una cara de pocos amigos, como si se acabara de pelear con Germán Martínez y hubiera perdido el pleito. La visita de doña Beatriz, acompañada por el hermano cómodo Rubén Moreira, tuvo el objetivo de alborotar a las huestes priistas, aunque algunos militantes andaban medio enojados porque los saltillenses acapararon la comitiva de la lideresa, y dejaron de lado a los locales. Pero la maquinaria quedó entusiasmada para que el próximo domingo no falle el acarreo, perdón, la movilización de votantes, quienes han sido debidamente engrasados con apoyos gubernamentales para que pongan su tacha sobre los colores de la bandera nacional. De hecho, los tricolores tuvieron un simulacro el domingo pasado para afinar detalles y andan muy optimistas.
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Los panistas por su parte, luego de un desfile de personalidades en las últimas semanas, preparan para hoy su cierre de campaña con actos de volanteo y una caravana encabezada por los candidatos Luis Gurza y Néstor Villarreal, quienes todavía tienen una veladora prendida esperando un buen resultado el domingo. En cuanto a los pronósticos, las encuestas dan al PRI como vencedor en los siete distritos de Coahuila, pero contrario a la idea de que el distrito 6, que abarca la mayor parte urbana de Torreón es el más difícil para el tricolor, nuestros subagentes reportan que en la peronera capital ven otro escenario. Según los estrategas priistas, el distrito más peleado de Coahuila no es el 6 sino el 3, con sede en Monclova. El candidato del PAN, Carlos Páez Falcón, trae un buen cartel dada su condición de ex alcalde, por lo que se espera que si hay un susto para el PRI, vendría de aquellos lares. Por cierto, nuestros subagentes reportan que por allá se ha observado la presencia del alcalde José Ángel Pérez, quien no ha dejado de hacer campaña en otras partes del Estado, como si en Torreón marcharan muy bien las cosas.
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En Gómez Palacio, los panistas intentaron aventarse un gambito acusando a funcionarios de la Administración municipal de exigirle a los proveedores un “moche” para apoyar al candidato del PRI a diputado, Ricardo Rebollo. El problema es que no presentaron ninguna prueba, solamente el dicho del regidor Jorge Calero de que varios proveedores del Ayuntamiento le han contado esa situación. Don Carlos buscó emular al panista Luis Gurza, que se agarró contra su rival del PRI, Héctor Fernández Aguirre, pero al menos don Luis mostró algo de documentación. En el caso de Gómez Palacio, la acusación aparece como una maniobra electoral, porque don Jorge no identificó a ningún proveedor. Se dice que anda vuelto loco tratando de conseguir que alguno de los quejosos haga pública la denuncia, pero espera mostrar algo de sustancia hasta el lunes, ya pasada la elección. Y como dijo el ranchero, “ya pa’qué”
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Nuestros subagentes en la Presidencia Municipal de Gómez Palacio reportan el robo de un automóvil la semana pasada justo en el estacionamiento trasero de la presidencia, el utilizado por el público para hacer trámites. Lo interesante es que alrededor del estacionamiento, diariamente hay al menos ocho policías rondando por ahí y el lugar se encuentra a unos metros del hotel donde se alojan policías federales. Pero nadie vio nada y la denuncia correspondiente se fue sin atención de ninguna índole y con las autoridades minimizando el hecho. Claro que a los funcionarios de Gómez Palacio eso les tendría sin cuidado, porque ellos meten sus vehículos a las instalaciones de la antigua Jabonera, a lo mejor para darle alguna utilidad, por aquello de que al Gobierno de Durango ya se le olvidó que ahí se iba a hacer un parque.
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Como “plañideras” andaban decenas de “grillos” la semana pasada, en el funeral de Estela Morales, que hubiera pasado desapercibido de no haber sido la madre de la lideresa de los maestros, Elba Esther Gordillo. El evento convocó a la clase política del país, del presidente Felipe Calderón para abajo y entre los asistentes se observó a los gobernadores de Coahuila, Humberto Moreira, y de Durango, Ismael Hernández Deras, “profundamente consternados” por el fallecimiento de doña Estela. Todo ello refleja lo que se enseña a todos los niños mexicanos desde pre-escolar: siempre hay que quedar bien con la maestra.
