Participación. El diputado César Duarte (PRI), durante la inauguración del Foro de Debate sobre la Regulación de la Planta Cannabis en México, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Especialistas piden admitir en la Ley el uso de la marihuana, como parte de una política contra la delincuencia.
MÉXICO, DF.- Especialistas propusieron en la Cámara de Diputados admitir en la Ley el uso de la marihuana, con varias modalidades, como parte de una política contra las drogas y el crimen organizado.
La propuesta incluiría medidas de prevención y el combate militar contra los grupos delictivos que manejan el mercado de los narcóticos, así como el tráfico de armas, lavado de dinero, trata de personas y secuestro.
Plantearon alejar al usuario de la hierba de los ambientes criminales que rodean a las drogas; no llevar a la cárcel a una persona por el hecho de probar o ser adicto al estupefaciente blando y permitir establecimientos de venta de cantidades personales y la formación de "clubes" que siembran para el autoconsumo.
Un usuario fuera del armario productivo o en la cárcel es la disyuntiva actual, expresaron especialistas en favor de una ley que permita "dar unas jaladas de marihuana", de manera responsable, aunque en ello vaya una decisión de soberanía nacional, ya que Estados Unidos impone la tendencia prohibicionista.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación y la bancada del PAN formaron mancuerna al delimitar los alcances de legalizar la hierba, pues no garantiza terminar con los cárteles y reducir el número de adictos.
Los especialistas, funcionarios federales y legisladores que participaron en San Lázaro en la primera de tres jornadas consecutivas sobre la marihuana resaltaron el hecho de que por primera vez exista un debate legislativo sobre la marihuana, conocida desde el México prehispánico, justo cuando cambia en el mundo la visión sobre las drogas.
Javier González Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, se manifestó en contra de considerar delito la posesión de droga para uso personal.
La coordinadora de la bancada del Partido Social Demócrata (PSD), Marina Arvizu Rivas, promotora del foro, dijo que debatir sobre la regulación de la marihuana "es un mensaje de que en la Cámara de Diputados estamos preocupados y buscamos una serie de alternativas y respuestas a una coyuntura muy difícil originada en el tráfico de drogas".
Blanca Heredia Rubio, comisionada para el Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, dijo que contra el narco, "resulta indispensable el uso efectivo de la fuerza del Estado", en una guerra "dolorosa, pero necesarísma". Fijó la posición de que "una regulación totalmente prohibitiva, no ha sido la solución a los males, (y que) igualmente ilusorio sería pensar que la legalización completa de la cannabis sería la panacea". Balancear soluciones y riesgos, recomendó, con la mira de "derrotar a las organizaciones criminales".
Sin embargo, los especialistas coincidieron en discutir sólo legalizar modalidades de uso de la marihuana, de ninguna manera "las drogas", que abarca el todo. La planta de cannabis es el estupefaciente de mayor consumo en México, se trata de una droga blanda, con efectos dañinos, desde luego, pero en menor escala que las sustancias duras.
Destacaron los casos de España y Holanda, que autorizaciones específicas permiten a los consumidores acudir a comprar marihuana en la calidad deseada en establecimientos donde no tienen contacto con el ambiente de delincuentes que rodea a otras drogas como la cocaína o la morfina.
La marihuana representa el riesgo más pequeño a la salud, dijo el investigador de The Berckley Foundation Global, Benedit Tisher, y en Europa ha sido objeto de un cambio de delito que se paga con cárcel por el de una multa.
Hay la modalidad de penalización parcial, como en Alemania, donde el usuario de marihuana va ante el juez que tiene el margen de decidir darle la libertad. Además en Estados Unidos y Canadá la ley protege el uso medicinal (prohibido en México).
Australia regula el consumo con establecimientos; España permite los clubes de usuarios que cultivan para sí mismos.
"Debemos controlar las drogas sin pensar qué hace Estados Unidos", recomendó por su parte el canadiense Tisher.
