Hace ya varios años, mi compadre Morales y un servidor paseábamos por la capital cuando de la nada salió una chica de tez blanquísima, de abrumadora belleza. "Mira, igualita a Juliette Bizcoch" dijo el doctor Morales. Sí, era idéntica a Juliette Binoche, que ha engalanado varias películas y que, desde Azul de Kristof Kieslowsky (1993) vive en las regiones lluviosas de la imaginación de varios cinéfilos. Si la doble de Juliette era francesa o no es algo que ignoro porque no le hablamos (somos medio losers) hablar de las actrices francesas es entrar en un género inacabable. Por cada tipo rudo que produce el cine gringo los franceses responden con alguna espectacular belleza taciturna.
La presencia de una dama levanta el teatrín. Cosa que sucede con el presidente Sarkozy, que más de una vez ha sacado el cobre de fea manera. Salió bastante chachalaco de su entrevista con Putin, lo cual hace pensar que los vodkas estuvieron de primera. Sus paseos en yate, sus públicas mentadas y demás linduras hacen de Sarkozy un folclorista nato. Se le puede criticar todo, pero de que trae a la primera dama más cool del mundo, eso que ni qué. Carla Bruni es una de esas diosas mediáticas que a diferencia de los simples mortales no tiene ángulo fallido. Normalmente cuando de fotos se trata, los comunes como yo tenemos un porcentaje de éxito del veinte por ciento. Es decir que de cada diez fotos, en dos sale uno impávido y las restantes ocho son un desastre: salen los ojos entrecerrados, el cachete inflado, el gallo cacareando, con sonrisa imbécil o lengua de fuera.
En fin. Terrorífico. Por eso gente como la Bruni cobra caro: sale despeinada, sin bañar, en poses retorcidas y hombre, en todas luce. No le teme al desnudo y a lo largo de los años se ha -literalmente- rasgado las vestiduras para bellas fotos que, con toda certeza, han traído consuelo a más de un caballero y alguna que otra mueca de envidia a alguna dama. Aparte la Bruni canta con voz sexy. Sus frases son una joya y destaco una: "Amantes. Mmm, me encantan" Yeah. Jagger, Clapton, Trump, entre otros famosos personajes han intimado con ella. Ahora es primera dama. Caramba que la chica no se ha aburrido. Por morras como ella las francesas tienen su prestigio asegurado. Desafortunadamente, la francesa de moda en México es Florence Cassez, cuya belleza es fácilmente rebasada por la gravedad del crimen que cometió. Recomiendo leer el testimonio de Cristina Ríos Valladares, víctima de la banda a la que pertenecía Florence y que cito: "Yo en sus gritos escucho la voz de la mujer que, celosa e iracunda, gritó a Israel Vallarta, su novio y líder de la banda, que si volvía a meterse conmigo (entró sorpresivamente al cuarto y vio cuando me vejaba) se desquitaría en mi persona. La misma voz de origen francés que me taladra hasta hoy los oídos, la misma voz que mi hijo reconoce como la de la mujer que le sacó sangre para enviarla a mi esposo, junto a una oreja que le harían creer que pertenecía al niño".
La belleza es una bendición pero no se indulta a nadie por ello. Hay de francesas a francesas. Me quedo con las primeras, las diosas de la pantalla, la espectacular primera dama y las chicas gentiles que dan clases aquí en nuestro desierto. Ni modo. También hay villanas en esta película de permanencia voluntaria que llamamos vida.
PARPADEO FINAL
El plan inicial era raparme y ponerme un tatuaje. Si: enloquecí. Nomás alcancé a raparme con rastrillo y me dejé la mollera en carne viva. Al final del día no me hice un tatuaje, con la cabeza ardiendo preferí ver "pollitos en fuga". Así que si ven un pelón con mollera enrojecida soy yo. De ser así, nos saludaremos y les pido atentamente que se guarden comentarios. Salud.
