El Internet es uno de los grandes inventos del siglo XX que ha beneficiado a los negocios, la educación, las finanzas y la información, entre otros sectores.
Pero tan poderosos son sus alcances y beneficios como sus riesgos. Basta recordar que los delitos relacionados con la red han crecido dramáticamente en los últimos años.
Así como se puede obtener información privilegiada también es posible conseguir drogas, armas, pornografía, además que facilita a todo tipo de delincuentes contactar a sus víctimas incluyendo a menores de edad.
En Estados Unidos calculan que un 40 por ciento, de los delitos que se realizan, está relacionado con el Internet ya sea en su planeación o ejecución. Las estadísticas dicen además que uno de cada siete niños es acosado sexualmente por esta vía.
En Escondido, California, al norte de San Diego, una niña de 13 años se enamoró de un "joven" de 18 años a través de chats de Internet y sin el conocimiento de sus padres decidió tener su primera cita con el supuesto galán.
La inocente terminó asesinada ese día luego de haber sido abusada por su conquistador, quien a final de cuentas resultó ser un ex militar de 47 años con antecedentes penales en varios estados de la Unión Americana.
Miles de fotos de niños y jóvenes que son puestas ingenuamente en los portales más populares son utilizadas por depravados para satisfacer sus instintos sexuales.
El Internet es a todas luces un sistema abierto que poco o nada tiene que ver con la intimidad, la seguridad y la privacidad.
Si uno se alarma por que las conversaciones telefónicas son intervenidas, en el Internet hay que dar por descontado que cualquier mensaje, video, audio o "chat" electrónico, puede ser detectado por los "hackers" que pueden ser un compañero de trabajo, un vecino o incluso un pariente incómodo.
A raíz de los atentados de septiembre de 2001, en Estados Unidos y en varios países europeos las autoridades siguen con lupa los mensajes a través del Internet.
Gracias a tan sofisticada vigilancia se han detectado redes de delincuentes de diversos tamaños y especialidades incluyendo a terroristas. Habría que ver si esta vigilancia electrónica es mal utilizada con fines políticos e incluso electorales.
En las escuelas han proliferado las charlas de especialistas cibernéticos para alertar a los padres de familia y a los niños sobre los riesgos del Internet.
Las recomendaciones más comunes son las siguientes:
Colocar la computadora o lap-top en una parte pública de la casa y vigilar constantemente que sitios y tipo de información observan sus hijos.
Conocer las claves y contraseñas de los correos y portales que utilizan los menores es esencial, incluso para el caso de una emergencia o delito.
Revisar de manera frecuente los correos de sus hijos así como el nombre de las personas con las que tienen contacto. Si hay alguno que él o ustedes no conozcan de inmediato investigarlo a fondo y no proporcionar ninguna información personal.
Es responsabilidad de los padres el uso que el menor haga del Internet, la libertad a la privacidad no cabe aquí, sería tanto como dejar un arma cargada a su hijo.
No subir fotos personales y familiares a los sitios públicos y de ser posible no suscribirse a páginas como Myspace y Facebook. Están muy de moda, pero son el lugar perfecto para que sus hijos sean contactados por algún criminal.
Cualquier mensaje extraño debe reportarse de inmediato a las autoridades o al proveedor de Internet para ser investigado, en este caso más vale prevenir que lamentar.
Finalmente no permita que sus hijos se excedan en el uso del Internet, es muy fácil volverse adicto a tanta porquería que desgraciadamente abunda en la red de redes.
