Óscar Portocarrera Martínez era adepto de la Red social Hi-5, donde contactaba amigos a quienes invitaba a su domicilio, pero dos personas a las que conoció por esa vía lo asesinaron para robarlo.
Hace unos días, dos jóvenes acudieron al departamento del coreógrafo de 37 años de edad, ubicado en la colonia Nápoles, de la Delegación Benito Juárez, en la Ciudad de México, donde lo golpearon en la cabeza con un objeto contundente y le provocaron la muerte.
"Sus amigos nos indicaron que la víctima era una persona que acostumbraba invitar a jóvenes a su casa, a los que contactaba en Hi-5, la mayoría personas homosexuales", dijo un agente de la Policía Judicial cercano a las investigaciones.
Los homicidas reunieron un equipo de sonido, una computadora y una pantalla, entre otros objetos de valor, y los guardaron en la camioneta Aztek, propiedad de Portocarrera.
Al parecer, los responsables trataron de llevar el cuerpo a otro lugar y también lo metieron en la camioneta, envuelto en una cobija.
Sin embargo, los asesinos no pudieron abrir el portón eléctrico del edificio de departamentos de Filadelfia 124, y decidieron irse con las manos vacías.
De acuerdo con las autoridades, algunos amigos fueron a buscarlo a su domicilio, alrededor de las 21:00 horas del martes, debido a que no lo habían localizado durante varios días, al parecer desde el sábado 14 de febrero.
Al llegar a su departamento se percataron de que había rastros de sangre y cuando buscaron su camioneta en el estacionamiento, encontraron un bulto dentro, por lo que dieron aviso a la Policía Preventiva.
Los agentes confirmaron que era el cadáver de Portocarrera y llamaron al personal de la Procuraduría General de Justicia de DF (PGJDF).
La zona fue acordonada y se impidió el paso a los vecinos, en tanto familiares de Portocarrera llegaban al enterarse de lo ocurrido.
Los peritos tardaron más de dos horas en recoger indicios dentro y fuera de la camioneta.
La Procuraduría del Distrito Federal también incautó la computadora de Portocarrera Martínez, que será analizada para tratar de ubicar a las últimas personas con las que tuvo contacto, pues entre ellas podrían estar los homicidas.
