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Smoot- Hawley

JAQUE MATE

Sergio Sarmiento

“El mal gobierno puede causar depresiones.”

Brian Trumbore

Muchos factores coincidieron para convertir la crisis bursátil de octubre de 1929 en la Gran Depresión de los años treinta. Sin duda la contracción enorme del crédito, en un momento en que los bancos estaban quebrando por falta de liquidez, fue uno de ellos. Pero otro factor quizá tan importante fue el cierre de las fronteras al comercio que se generó a partir de la promulgación del Estatuto Arancelario Smoot-Hawley de los Estados Unidos.

Muchos políticos de ayer, como los de hoy, pensaban que la mejor manera de evitar o disminuir las consecuencias de una recesión era protegiendo a los productores locales. Por ello dos legisladores republicanos de la Unión Americana, el senador Reed Smoot y el diputado Willis C. Hawley, negociaron una ley que elevó de manera dramática los aranceles, o sea los impuestos de importación, sobre 20 mil productos. El Smoot-Hawley Tariff Act fue promulgado por el presidente republicano Herbert Hoover el 17 de junio de 1930 pese a la oposición de los economistas más afamados del país y del gobernador de Nueva York, Franklin D. Roosevelt, quien buscaba ya la Presidencia de los Estados Unidos.

El resultado del Estatuto Smoot-Hawley fue exactamente contrario al que pronosticaban los políticos que lo habían impulsado. Lejos de aumentar la producción local por el cierre de las fronteras a los productos extranjeros, se produjo un verdadero colapso. Los demás países del mundo respondieron al proteccionismo estadounidense elevando sus propios aranceles. El comercio internacional mundial cayó en más de 60 por ciento entre 1929 y 1934. Ésta fue una de las razones por las que la recesión de 1930 se convirtió en una depresión que provocó una caída del 50 por ciento en la economía de Estados Unidos.

A casi 80 años de distancia, las lecciones parecen haberse olvidado. Las cifras de exportación de la mayoría de los países del mundo empiezan ya a mostrar las caídas que uno puede esperar en una recesión severa. Pero estas bajas podrían volverse permanentes si se impone la lógica simplista del proteccionismo. India, Rusia y Vietnam han elevado ya sus aranceles, en tanto que los litigios contra supuestos casos de dumping, una forma no tan velada de proteccionismo, se han incrementando en un 40 por ciento. Los gobiernos del mundo están aumentando también los casos en que niegan el acceso a productos de otros países del mundo por supuestas razones de salubridad o de defensa de normas laborales o en que obligan a reglas de etiquetado que colocan a los productos importados en condiciones desiguales de competencia.

La prosperidad del mundo en las últimas dos décadas ha sido en buena medida consecuencia de un aumento sin precedentes del comercio internacional. Según el semanario británico The Economist, el nivel de los aranceles en el mundo ha caído de 26 por ciento en 1986 a 8.8 por ciento en 2007. En ese período el comercio mundial ha crecido a un ritmo que duplica el de la economía internacional. Los países emergentes, entre ellos China, se han beneficiado en particular de esta apertura. Su participación en el comercio internacional se ha casi duplicado para llegar a 37 por ciento. El comercio ha sido el mejor programa imaginable de combate a la pobreza en el mundo.

Los políticos, sin embargo, están recurriendo una vez más al expediente fácil del proteccionismo para conseguir apoyo electoral. Saben que la mayoría de la gente cae con facilidad en el engaño de que, al cerrar las fronteras a las importaciones, se mejora la calidad de la vida de la gente del país. Tanto en México como en Estados Unidos son cada vez más numerosas las voces que piden una renegociación o el cierre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Muchos políticos de distintos países exigen que se aumenten los aranceles de manera unilateral. En Estados Unidos los subsidios a las empresas locales fabricantes de automóviles, derrotadas en el mercado por firmas japonesas y europeas, no son más que otra forma de proteccionismo. Smoot y Hawley deben estar orgullosos: es verdad que destruyeron la economía del mundo, pero tienen muchos discípulos entre los políticos de hoy.

El Banco Mundial está previendo una contracción de 2 por ciento en el comercio internacional en este 2009. Sería la primera baja en esta actividad desde 1982. Un ajuste limitado de este monto, sin embargo, podría servir para consolidar el mercado mundial y permitir un nuevo despegue en 2010 o 2011. El gran riesgo es que los políticos intervengan, como lo hicieron en 1930, y cierren artificialmente las válvulas del comercio internacional. En ese caso podrían estar empujando a la economía de la actual recesión a una nueva depresión.

INTERCEPTADOS

No hay indicaciones de que los mexicanos que viven en Estados Unidos estén regresando de manera masiva a México, como algunos especialistas pronosticaron por la crisis económica, pero sí de que un menor número de mexicanos están tratando de cruzar la frontera. Según el Departamento de Seguridad Interior de la Unión Americana, 1.6 millones de inmigrantes indocumentados fueron interceptados por la Patrulla Fronteriza en la frontera con México en el año fiscal terminado en septiembre de 2000. La cifra para el año fiscal 2008 fue de sólo 724 mil. La tendencia a la baja es innegable.

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