La expresión “aquí nos tocó vivir”, que popularizó la notable Cristina Pacheco, puede ser motivo de alguna reflexión ahora que comienza el año 2009.
Tenemos un presidente que ha hecho un gran esfuerzo para lograr que el país siga adelante; tiene en su contra muchos enemigos: su propio partido, su Gabinete, que es más gris que una tarde de otoño; los otros partidos, cuyo interés es ponerle piedritas en su camino; la crisis económico-social mundial y la inseguridad que ha llegado a niveles nunca vistos, pero… “aquí nos tocó vivir”:
Tenemos un Poder Legislativo que ha avasallado a los otros poderes, arrancó la preeminencia al Ejecutivo, hace y deshace sin que nadie se oponga, modificó el IFE, que ya no es ciudadano sino siervo de los legisladores, prohibió que los ciudadanos aspiremos a un puesto de elección si no estamos “afiliados”, e incluso prohibió que expresemos públicamente nuestra opinión, pero… “aquí nos tocó vivir”.
Y tenemos un Poder Judicial anacrónico y corrupto, en donde el dinero es la única ley que vale, se “extravían” expedientes, se liberan delincuentes por “falta de pruebas”, se “amparan” asesinos y narcos, y el propio presidente de la Suprema Corte de Justicia se opone a que haya transparencia en todos estos actos, pero… “aquí nos tocó vivir”.
Tenemos la desorganización laboral mejor organizada, sindicatos presididos por dinosaurios eternizados en el poder, que esquilman a los trabajadores y amenazan y chantajean tanto al Gobierno como a los empresarios, gozan, -al igual que los legisladores- de prebendas increíbles, su productividad es mínima y sus demandas constantes, sazonadas con marchas, plantones y demás, lo que convierte a México en un país improductivo, pero …. “aquí nos tocó vivir”.
Y la delincuencia, desatada, sin freno, sin límites en su agresividad y osadía, aterroriza al país con asaltos, secuestros, robos, asesinatos y torturas, muertes de servidores públicos, policías, soldados, comandantes, etc.; su capacidad de corrupción ha llegado a las más altas esferas del Gobierno, pero… “aquí nos tocó vivir”.
A esto se suma la precaria situación económica nacional, con los precios del petróleo por el suelo, desplome de la bolsa de valores, devaluación, carestía, incertidumbre financiera, pero… “aquí nos tocó vivir”.
La frase puede tener dos significados: puede ser expresión de resignación, impotencia, claudicación ante una realidad aplastante, un destino inexorable ante el que nada podemos hacer, o por el contrario, ser un reconocimiento de que éste es nuestro país, que formamos parte de él, y que si “aquí nos tocó vivir” podemos hacer mucho para vivir mejor.
¡Fuera resignación e impotencia!, en este 2009 usted, yo, todos podemos hacer mucho en este país en que nos tocó vivir, la “sociedad civil” no es una entelequia, formamos parte de ella y hay organizaciones que exigen respuestas de las autoridades: SOS de Alejandro Martí www.mexicosos.com , México Unido Contra la Delincuencia de María Elena Morera, www.mucd.org.mx y otras; ahí podemos participar, pero además, podemos entrar a www.presidencia.gob.mx o a www.diputados.gob.mx o a www.senado.gob.mx y exigir a los funcionarios que actúen; podemos ir a www.ife.org.mx para demandar cambios en las reglas del juego electoral, todo esto lo podemos hacer desde nuestra computadora, porque si “aquí nos tocó vivir”, es el momento de exigir parar ser escuchados por quienes toman las decisiones.
BIEN Y DE BUENAS CONTAGIO DE AÑO NUEVO
Comienza un año nuevo y tenemos muchos buenos propósitos: ganar dinero, bajar de peso, comprar una bicicleta o una computadora, etc.
Yo te propongo que inicies un contagio, un contagio que puede ser algo maravilloso para todos los que están cerca de ti.
¿Qué tal si hoy saludas a todos los que veas con una sonrisa?, ¿qué tal si tus palabras “buenos días”, “cómo estás”, “hola”, se acompañan de una sonrisa?.
Te sorprenderás de la reacción; no hay nadie, -sólo algún neurótico irredento-, que no responda a tu sonrisa con otra, y así se sigue el contagio por todos lados.
Comienza el año, y es bueno que lo comencemos contagiando a los demás con una sonrisa; hay muchas cosas que hacer, muchos obstáculos que superar, pero esa sonrisa hará el milagro y estaremos bien y de buenas.
