Este año México importó al menos 53 mil 611 toneladas de uvas. (Archivo)
La producción nacional disminuye un 50 por ciento por mal clima en las zonas productoras.
Para la celebración del Año Nuevo es muy probable que en su mesa se sirvan uvas chilenas o estadounidenses.
La razón es que los ciclos productivos de la uva en México son principalmente en mayo, junio y julio, meses en los que se registra más del 90 por ciento de las cosechas de esa fruta en el país.
Al ser un cultivo de mayor éxito en zonas cálidas, la demanda de uvas de fin de año se abastece con importaciones provenientes de Estados Unidos y Chile, con múltiples variedades para todos los bolsillos.
Entre 2007 y 2008, la variación en los precios ha alcanzado un alza de apenas un 10 por ciento, al cotizarse las ventas al mayoreo en 21.25 el año pasado y en 23.50 este año.
Sin embargo, el mayor aumento lo absorbe el consumidor final, ya que el intermediario o vendedor al menudeo puede duplicar el precio durante los últimos días del año, y pasarlo de 23 pesos a 50 o más.
Este año, además, la producción nacional disminuyó en casi 50 mil toneladas, debido a la presencia de mal clima en las zonas productoras, sobre todo en Zacatecas, donde las inundaciones arrasaron con más de 247 hectáreas del cultivo.
Durante 2007 la producción total fue de 356 mil 257 toneladas, mientras que en el presente año, hasta octubre, apenas habían sido cultivadas 299 mil 398 toneladas.
Según datos del portal del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura, durante 2007 México importó 83 mil 182 toneladas de uva fresca y hasta octubre de 2008 registró entradas por 53 mil 611 toneladas.
La importación se realiza principalmente en los últimos meses del año, sobre todo a partir de octubre, y los principales vendedores del producto son Estados Unidos, con un 58 por ciento de las ventas a México, y Chile, con un 42 por ciento.
Las importaciones de uva de mesa no son las únicas en ese rubro, ya que cada año se registran compras considerables de estacas de uva, tallos utilizados para renovar la producción en las zonas de cultivo, ya que la planta tiene una vida útil de hasta 5 años.
Además, las importaciones de uva pasa alcanzan las 12 mil 638 toneladas anuales, mientras que México exporta 6 mil 543 toneladas en promedio.
Las exportaciones de uva mexicana alcanzaron hasta octubre de este año las 156 mil 408 toneladas, producción que se envía exclusivamente a Estados Unidos.
Datos de la Asociación Agrícola Local de Productores de Uva de Mesa de Sonora ubican a 14 entidades como productoras de la fruta, aunque las principales son Sonora, con un 77.4 por ciento de la producción nacional; Zacatecas con un 8.3 por ciento; Baja California, con un 8.2 por ciento; y Aguascalientes con un 2.5 por ciento.
Para 2009, el panorama de la uva prevé tocar nuevos horizontes.
El Sistema Producto Uva, dependiente de la Sagarpa, pero que agrupa a expertos y organizaciones de todo el país, detalla que se espera aumentar el rendimiento por hectárea mediante la adopción de mayor tecnología en las zonas de cultivo.
México siembra una superficie de casi 30 mil hectáreas, con un rendimiento promedio de 12 toneladas por hectárea.
Sugieren médicos brindar con vino tinto en Año Nuevo
Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomendaron para las celebraciones de este fin de año brindar con vino tinto, al ser éste la opción más saludable para festejar.
De acuerdo con los especialistas, una copa al día de esta bebida puede evitar un infarto al miocardio, además de que limpia las arterias, previene el envejecimiento e incluso los trastornos como el Alzheimer.
A través de un comunicado, el IMSS recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que las enfermedades cardiacas son la principal causa de muerte en todo el mundo, al estimar que las cardiopatías y accidentes cerebro-vasculares ocasionan el deceso de 17 millones de personas cada año.
Aurora Palao Mendoza, médico del servicio de rehabilitación cardiaca del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, comentó que el consumo moderado de vino tinto durante el brindis de Año Nuevo puede ser el inicio de un hábito sano para el corazón.
