El índice de pobreza y desigualdad de ingresos en México disminuyó en la última década, aunque sigue teniendo los niveles más altos entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En su informe ‘crecimiento y Desigualdad’, publicado este martes en París, la OCDE precisó que el índice de personas viviendo con menos de la mitad del ingreso promedio en México se redujo en los últimos 10 años de 21 a 18 por ciento.
Esta disminución favoreció a todos los grupos de edad, pero en especial a las personas mayores de 75 años, cuyo índice de pobreza bajó de 40 por ciento a casi 30 por ciento.
Sin embargo, 22 por ciento de los niños y cerca del 30 por ciento de la gente mayor de 65 años de edad vive en hogares con un ingreso inferior al de la línea de pobreza.
La OCDE destacó que los servicios públicos proporcionados en los sectores de salud, educación y vivienda reducen la desigualdad social más que en cualquier otra nación de la organización.
El reporte, presentado por su secretario general, el mexicano José Angel Gurría, reconoce que México y Bélgica son los únicos países que han disminuido desde mediados de la década de 1980 el índice de pobres -personas con ingresos inferiores a la mitad del promedio nacional.
Pese de la caída significativa de los índices desde 1995, la desigualdad y la pobreza en México es 1.5 veces superior a la de un país promedio de la OCDE y dos veces mayor a la de naciones con baja desigualdad, como Dinamarca.
Otros países con niveles altos de pobreza son Turquía con 17.5 por ciento y Estados Unidos con 17 por ciento, lejos de la media de la OCDE, que es de 11 por ciento y sobre todo de Dinamarca y Suecia, donde sólo 5.5 por ciento de las personas son pobres.
De acuerdo con el informe de la OCDE, la reducción de las desigualdades de la última década en México y Turquía obedece sobre todo a la caída de los ingresos del 20 por ciento del sector más rico.
La OCDE exhortó a los países desarrollados a hacer un mejor trabajo persuadiendo a la gente a trabjar, en vez de atenerse a beneficios, como seguro de desempleo o incapacidades.
Además recomendó invertir más en salud y educación para abatir las disparidades y aseguró que ‘lo importante no es la igualdad de situaciones, sino la igualdad de oportunidades’.
En general, la OCDE indicó en su reporte que las desigualdades de ingresos y el número de pobres se agravaron en los últimas dos décadas en tres cuartas partes de los 30 países de la organización.
En algunos países, como Canadá, Finlandia, Alemania, Italia, Noruega y Estados Unidos, la diferencia entre ricos y pobres ha aumentado, pero ha retrocedido en México, Grecia, Australia y Reino Unido.
A la vista de esos resultados, Gurría advirtió que una desigualdad creciente es un “germen de división, polariza las sociedades, crea una fractura entre regiones y aumenta la brecha entre ricos y pobres, además de bloquear el ascenso social”.
Aumentan fondos voluntarios
Las aportaciones voluntarias que realizan los trabajadores a las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) sumaron tres mil 489.2 millones de pesos en septiembre de 2008, lo que significó un crecimiento de 35.1 por ciento respecto a igual mes del año pasado.
A pesar de la desaceleración económica y la incertidumbre sobre el sistema financiero internacional, el ahorro voluntario registró su mayor nivel en la historia del sistema basado en cuentas individuales, indican cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
Estas aportaciones voluntarias también registraron un incremento respecto al mes inmediato anterior, de 1.24 por ciento, a diferencia de la baja de 1.35 por ciento en los recursos de las subcuentas de Retiro, Cesantía y Vejez (RCV) en septiembre respecto al mes previo.
Datos de la Consar revelan que en los últimos 12 meses el ahorro voluntario creció en 908.1 millones de pesos respecto a los dos mil 581.1 millones de pesos registrados en el noveno mes de 2007.
Lo anterior demuestra que cada vez más los trabajadores destinan parte de su ingreso para su pensión futura, independientemente del descuento que se realiza de forma automática a su salario y la aportación que hacen el gobierno y la empresa en la que labora.
El ahorro obligatorio es tripartita, por lo que una parte la pone el gobierno, otra la compañía para que se labora y la tercera la hace el trabajador.
