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La corriente del río Nazas, una historia en cuatro avenidas

RECUENTO | ANTES DE LAS PRESAS, EL RÍO DESEMBOCABA EN LA LAGUNA DE MAYRÁN, QUE ERA LA MÁS GRANDE DE LATINOAMÉRICA

La corriente del río Nazas, una historia en cuatro avenidas

La corriente del río Nazas, una historia en cuatro avenidas

FABIOLA PÉREZ-CANEDO

Luego de la construcción de la presa captadora Lázaro Cárdenas, el río ha corrido a lo largo de todo su cauce en 1958, 1968, 1991/92 y en 2008, dejando una estela de daños y asombros.

El río Nazas reclamó nuevamente su cauce y tras 16 años de mantener el lecho seco, regresó el agua a la Comarca Lagunera y tras años de abandono, hoy es foco de atención incluso a nivel nacional.

El río obtuvo este nombre debido a que los lugareños de La Laguna solían pescar con unas cestas llamadas nasas, de tal forma que se le conoció por un tiempo como el “río de las nazas”. En su honor, toma el nombre el municipio de Nazas, Durango.

Este río de desierto es de los pocos que pertenecen a una cuenca endorreica en el país, es decir, no desemboca en un mar sino que después de recorrer casi 340 kilómetros desde la cuenca alta en la presa Lázaro Cárdenas, en el estado de Durango, termina en la Laguna de Mayrán, en el municipio de San Pedro, Coahuila, que era considerada la laguna más grande de Latinoamérica. Por el Nazas fue posible el establecimiento de la Región Lagunera, por lo que es el símbolo que, lejos de dividir a ambos estados, sella su unión.

Las presas

El río nace en la parte alta de la Sierra Madre Occidental, en el municipio de Indé, en la parte más alta de la cuenca y durante años ha sido contenido por la presa captadora Lázaro Cárdenas y la derivadora Francisco Zarco. Cuenta con una extensión superior a los 70 mil kilómetros cuadrados.

En 1936, a petición del general Lázaro Cárdenas se construyó la presa captadora que lleva su nombre y fue terminada en 1946. El Palmito, como se le denomina comúnmente, es de las más importantes de Latinoamérica y cuenta con una capacidad temporal de 4 mil 438 millones de metros cúbicos (Mm3), y puede retener en forma permanente hasta 2 mil 873 Mm3.

La presa Francisco Zarco, reguladora, fue construida a finales de los años sesenta con una capacidad temporal de 460 Mm3, aunque puede retener de manera permanente 365 Mm3.

La primera avenida

Antes de la construcción de las presas, las avenidas del río eran frecuentes para los habitantes de la región, una de las más graves ocurrió en 1919, sin embargo, no hay registros oficiales al respecto. Tras la construcción de la presa Lázaro Cárdenas, el río Nazas ha registrado cuatro avenidas, en 1958, 1968, 1991 y en 2008, las tres últimas ya con la presa reguladora Francisco Zarco. La primera ocurrió el 15 de septiembre, la noche del Grito de Independencia.

Como terminaban los riegos de auxilio, cuando la Secretaría de Recursos Hidráulicos comenzó a soltar el agua, la población advirtió beneficios para los cultivos, además de que se podrían anegar hectáreas para las próximas siembras de trigo. El gasto inicial fue de 206 metros cúbicos por segundo (m3/s).

Ese mismo día, una tormenta azotó la Comarca Lagunera en su totalidad, desde Lerdo hasta Tlahualilo, Viesca, San Pedro, todos los municipios presentaron inundaciones en la mayoría de las avenidas y calles de la zona urbana, pero el sector rural también se vio fuertemente afectado por la precipitación y se desbordaron arroyos, uno de los cuáles aisló por completo a Bermejillo.

Con las lluvias de los siguientes lluvias y los canales de riego a punto de desbordarse, la Región siguió recibiendo agua y en dos días ya no había paso en las carreteras, de modo que los laguneros no podían ir a Saltillo, Monterrey o Durango. Las carreteras de Gómez Palacio a Ciudad Juárez y la de Saltillo estaban anegadas y los vehículos que osaban circular por aquí quedaban varados.

Pobladores de Ceballos se quedaron en Torreón unos días, hasta que pudieron cruzar a su comunidad. El gasto del río alcanzó los 700 m3/s y los canales estaban al máximo de su dotación. El agua brincaba los Puentes Cuates de La Goma y se terminaron los beneficios a los cultivos, que estaban anegados por completo, el más afectado fue el algodón. Para el 19 de septiembre disminuyeron las lluvias, se reanudó el tráfico y la avenida disminuyó considerablemente.

La gran inundación

La segunda avenida ocurrió también un 15 de septiembre de 1968. El día anterior, la Secretaría de Recursos Hidráulicos anunció que El Palmito recibía aportaciones superiores a los 8 mil m3/s y se pronosticaba que fuera la mayor creciente del siglo. Aunque se esperaba controlar parte de la avenida a través de la recién construida presa Zarco, la mañana del 15 se sabía que la avenida alcanzaría hasta dos mil m3/s.

En esa fecha el único puente disponible entre Torreón y Gómez Palacio era el denominado Río Nazas. La Secretaría de Recursos Hidráulicos hacía los cálculos desde la Ciudad de México en la computadora que allá se tenía, mientras en la cuenca alta el huracán Naomi generaba más y más escurrimientos que terminaban en las presas, ambas casi a su máxima capacidad.

En la zona conurbada, autoridades solicitaron a algunos pobladores que evacuaran sus viviendas, como el caso del vertedor del Coyote -hoy en la zona de Múzquiz y Falcón por el bulevar Constitución-, y a los que se negaron, les obligaron a hacerlo para evitar que expusieran sus vidas. Los laguneros se unieron para colocar montones de tierra en los bordos de las colonias del norte de Torreón y el sur de Gómez Palacio.

Las comunidades ribereñas como Nazas, vivían una situación crítica, decenas de poblados quedaron incomunicados, Lerdo había sido severamente castigado con las lluvias y aún faltaba la avenida de las presas, situación por la cual, la Diócesis de Torreón exhortaba a los ciudadanos a cooperar con las autoridades y pedían solidaridad en la colocación de bordos y materiales para impedir el paso del agua a las ciudades.

Los laguneros demostraron que saben ser solidarios y de todos los sectores de la población se ofreció ayuda, miles de personas participaron en la preparación para hacer frente a la avenida del río durante día y noche, mientras otros llevaban alimentos, medicinas, ropas o brindaban alojamiento a quienes tuvieron que abandonar su hogar, como lo registraba El Siglo de Torreón en la edición del 16 de septiembre de 1968.

El río arrasó cultivos, caseríos, carreteras, casas del norte de Torreón y anegó Gómez Palacio hasta después de la colonia Las Rosas y más allá de la calle Mina.

El punto más alto fue de seis mil 500 m3/s que en su mayoría fueron absorbidos por las presas y el gasto al cauce del río fue de mil 806 m3/s. El agua corrió por alrededor de 15 días y la presa Zarco, a pesar de su baja capacidad de almacenamiento, fue de gran apoyo para amortiguar los gastos fuertes que provenían de El Palmito.

En la actualidad, Las Tórtolas cuenta con mayor capacidad de amortiguamiento y almacenamiento, por lo que puede manejar gastos controlados, mientras que en el 68 fue un gasto libre. En un día, la Zarco recibió 560 Mm3, un volumen sumamente alto para esta zona del país, que generalmente sólo se presentaría en la región sureste.

Una larga avenida

Especialistas calculan que el agua que corrió en 1991-1992 por el cauce del río hubiera llenado seis veces la capacidad de almacenamiento de la presa Francisco Zarco. Los escurrimientos fueron tan continuos que la avenida tuvo tres etapas y duró alrededor de seis meses, desde agosto de 1991 a febrero del 92.

En julio de 1991 la región recién acababa de completar su ciclo agrícola y el entonces gerente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Manuel Ramírez Robles, anunció que se destinaría un volumen para la recarga del acuífero en el sector conocido como La Conchita Roja. Pero el fenómeno de El Niño, la actividad en el Pacífico, precipitaciones por encima de la media histórica y un invierno extraordinario ocasionaron una nueva avenida.

Iniciaron los trabajos de limpieza en el lecho del río, las lluvias eran por igual tanto en la cuenca alta del Nazas como en la baja y en La Laguna, municipios como Lerdo y Francisco I. Madero presentaban ya severas inundaciones mucho antes de que se soltara el agua de las presas. En la presa Lázaro Cárdenas, se recibían más de 53 Mm3 de precipitación y aunque continuaban los riegos de auxilio para el ciclo agrícola, la presa Francisco Zarco debía bajar de 146 Mm3 a 100 Mm3.

El 31 de julio, la edición de El Siglo de Torreón señalaba una captación récord en El Palmito, de 2 mil 893 Mm3, mil 500 de los cuales se registraron en sólo diez días. El primero de agosto, la presa Lázaro Cárdenas comenzó a verter volumen hacia la Zarco, con un gasto inicial de 300 m3/s.

En dos ocasiones fue necesario dinamitar el vertedor de demasías en Las Calabazas para que no hubiera obstáculos para la corriente. Finalmente el diez de agosto de 1991 el agua salió de Las Tórtolas y horas más tarde ya estaba en la zona urbana. Los escurrimientos de hasta 872 m3/s continuaban en El Palmito y la Zarco incrementó su gasto en el mismo día de 50 m3/s al cauce hasta 200 m3/s.

El río se llevó la carpeta asfáltica del Periférico, al igual que postes de la luz y desapareció los pasos vehiculares que había sobre el lecho, lo que obligó a las autoridades estatales y federales a considerar la creación de cuatro puentes viales para dar mayor fluidez al tráfico de la región, que quedó a oscuras en diversos tramos.

Cuando se desalojó a las familias de Vista Hermosa, Plan de Ayala, La Ponderosa y El Consuelo, el caudal tenía un gasto de 330 m3/s, también se desalojaron viviendas de La Concha. Los canales de riego traían, por su parte, un gasto de 120 m3/s.

Luego de 15 días, la avenida se detuvo porque disminuyeron las aportaciones, pero fue necesario reanudarla en septiembre, donde se manejaron caudales de 300 m3/s y 100 m3/s por la red de canales. Después del 20 de septiembre, el gasto se disparó a 450 m3/s por el cauce, la avenida siguió por dos meses y nuevamente se detuvo. Pero la región tuvo un invierno inusual, con muchas lluvias, y fue necesario que el agua corriera otra vez.

“Fue un solo evento en tres etapas, había mucha lluvia, un invierno extraordinario con aportaciones arriba de la media histórica, tuvimos más de dos mil 400 Mm3, fue un manejo del agua cercano a los seis meses”, recuerda Mario Martínez, especialista de la Conagua.

Señala que la infraestructura en las presas hoy tiene mayor capacidad de amortiguamiento y almacenamiento, por lo que se pueden tener gastos más controlados.

Corre el río otra vez

Debido a las continuas lluvias en la cuenca alta del Nazas, el agua corre en 2008 otra vez por el lecho del río. Desde el pasado nueve de septiembre se vierte agua de las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, que lentamente avanza hacia la Laguna de Mayrán.

Óscar Gutiérrez Santana, director del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Conagua, explicó que se inició con un gasto de 150 m3/s en el caudal que en caso de ser necesario se podría incrementar hasta 450 m3/s, dependiendo del comportamiento de las precipitaciones en la presa Lázaro Cárdenas.

Debido a lo seco del lecho y a los múltiples hoyos y cavernas en el suelo, el agua tardó más de diez horas en llegar a la zona urbana desde la represa de San Fernando y le tomó 24 horas atravesar la zona urbana de Torreón y Gómez Palacio desde el “puente negro” del ferrocarril hasta Jabonoso.

Desde Lerdo hasta San Pedro cuadrillas trabajaron para limpiar el río, desalojaron asentamientos en el lecho, quitaron terraplenes para que el agua fluya sin obstáculos y colocaron bultos de arena para contener el agua. Esta avenida del Nazas será la primera prueba para los cuatro puentes construidos después de 1991, en la calle Cobián, la calzada Creel, el Periférico y en la autopista a San Pedro.

Para la Conagua, esta avenida será muy similar a la de 1991 en cuanto al gasto que se pretende manejar de 450 m3/s, aunque se estima que sea durante 30 a 45 días, lapso que dependerá de las lluvias.

Con esta tercera avenida, los más jóvenes se dieron cuenta de que el río Nazas no está seco, circula hoy nuevamente por la Comarca Lagunera a paso cauteloso, tratando de impregnar con sus aguas cada centímetro de su lecho, llevándose consigo toda la basura que los ciudadanos le arrojaron durante estos 16 años y las aguas negras que desde hace más de 30 continúa desechando el parque industrial de Gómez Palacio.

Hoy el río vuelve a ser pretexto de unión familiar, de recreación, de descanso, donde tanto jóvenes como viejos se reúnen aquí y evocan recuerdos de su niñez durante las avenidas anteriores.

Datos interesantes

El río Nazas hizo posible el establecimiento de la Comarca Lagunera como una zona agrícola. Actualmente, este río de desierto beneficia a una población que supera el millón de habitantes y se considera en riesgo debido a la sobreexplotación de sus aguas por la actividad agrícola.

■ A la altura del Cañón de Fernández, es posible encontrar en el Nazas ahuehuetes con más de mil años de antigüedad.

■ Desde que se construyó la presa Lázaro Cárdenas, el río ha tenido cuatro avenidas, en 1958, 1968, 1991 y en 2008.

■ Es de los pocos que no desemboca en un mar sino que termina en la Laguna de Mayrán.

■ Tiene una extensión aproximada de 340 kilómetros de la presa Lázaro Cárdenas a la Laguna de Mayrán.

■ Durante la avenida del río en 1958, Braulio Fernández Aguirre era alcalde de Torreón y en la avenida de 1968, era gobernador de Coahuila.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón

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