Espectáculos Gina Montes Belinda Taylor Swift Famosos Grammy 66

De fotógrafo a la fama

Carlos Villagrán ‘Kiko’, recuerda sus inicios previos a ser ‘niño eterno’. (El Universal)

Carlos Villagrán ‘Kiko’, recuerda sus inicios previos a ser ‘niño eterno’. (El Universal)

El Universal

Antes de dar vida a Kiko en la vecindad de El Chavo del 8, Carlos Villagrán hacía su lucha con una cámara.

Después de que tres luces de bengala iluminaron un cielo claroscuro, un fotógrafo de El Heraldo de México, se tira pecho tierra en Tlatelolco, tras escuchar los primeros disparos. Rostros desdibujados de miles de asistentes a un mitin se combinaron con gritos de desesperación mientras órdenes castrenses, anunciaban lo peor.

Carlos, se mantenía resguardado, extendía su brazo derecho lo más alto que podía empuñando su cámara y tirando fotos a diestra y siniestra. Imaginaba, lo que no veía.

“Tenía que protegerme, aquello fue incomprensible. Ya te imaginarás, gritos, quejidos, cuerpos inertes, nombres de estudiantes al aire queriendo encontrar a su interlocutor”. Toda esa amarga experiencia la vivió antes de entrar a la vecindad más famosa de México.

Carlos Villagrán recibe efusivo y cotorrón. “Mi papá, con el que trabajaba pura foto de eventos sociales, me comentó que su amigo Eduardo Quiroz, jefe de fotografía de El Heraldo, necesitaba fotógrafos para cubrir las olimpiadas del 68, me recibieron muy bien y empecé mis pininos en el periodismo”

De hacedor de imágenes pasó a ser un icono reconocido de chicos y grandes, por que siempre quiso ser actor cómico. “Kiko fue armándose poco a poco pues no tenía claro cómo darle vida. Pero de algo sí estaba seguro, no quería parecerme a Chabelo; aunque por un tiempo en Televisión Independiente Mexicana, con el recién estrenado canal 8, me fregaban con eso: “Ese mi Chabelo, fififififi”, recuerda.

Los cachetes inflados fue un recurso que él agregó a este niño-grande, por que de chiquito imitaba a un tío cachetón. “A mí nadie me dijo cómo hacerlo. Nadie me dio un diseño que definiera la caracterización”.

Carlos recuerda también el impacto de este personaje a nivel internacional cuado reconoce que hay alrededor de mil imitadores en el mundo de su personaje, incluso, dice que exista hasta un imitador de raza negra en Nicaragua, mismo que lo sorprendió al verlo en carteles repartidos por distintas ciudades.

“En la propaganda se festejaba la victoria del candidato electo a la presidencia, Anastasio Somouza que decían: “No contaban con su Anastasio”, el partido perdedor, argumentaba: “Lo sospeché desde un principio”, y otra fuerza política: “Se aprovechan de mi nobleza” y el pueblo decía: “Ya cállense, cállense que me desesperan”.

Una de las anécdotas más fuertes la reserva para mas al rato. Mientras me la cuenta, su rostro lo invade una desesperanza al recordarla.

“Fue en una presentación que ofrecí en Lima, Perú, una niña se coló a la parte trasera de la carpa, levantó la lona y me gritó: Kiko, pero en la zona había un tigre de bengala que, a pesar de estar sujetado a una cadena, de un zarpazo alcanzó a la niña tirándola al suelo boca abajo. Grité desesperado pidiendo ayuda, pues el tigre la mantenía pegada al suelo con su garra en la cabeza. Llegaron los del circo para auxiliarla. Ya liberada, era tanta la emoción de la niña al verme que se arrojó a mis brazos y cuando coloqué mi mano derecha en su nuca, la sangre comenzó a escurrir de entre mis dedos”.

Así, transcurre la entrevista entre flashes y su gusto por los Simpson, la Pantera Rosa y el jazz.

-Qué te deja KiKo

-Muchas satisfacciones. Yo siempre digo: “Soy Kiko, atrapado en el cuerpo de un hombre”. Finaliza mientras recuerda que todas las vecindades de México, hay imitadores, sin querer queriendo, de cada uno de esos personajes de niños atrapados en cuerpos de adultos.

Da lugar a la nostalgia

Indudablemente El Chavo del Ocho marcó la fama para el actor Carlos Villagrán, por lo que dijo que a pesar de los rumores, él no tiene nada en contra de Roberto Gómez Bolaños, ya que ambos llevan dos vidas muy diferentes y no se hacen ni bien ni mal, pero como en todo grupo, la envidia es un terrible enemigo y eso se hizo presente en el famoso programa, el cual se transmitió y dobló en 16 idiomas diferentes.

“Le pasa a la mayoría de las agrupaciones que triunfan, es como el caso The Beatles. Se separaron porque alguno quiso protagonizar más que otro y aquí sucedió. Pasó que “Chespirito” había conceptuado al ‘Chavo’ para que el televidente protegiera al débil y de repente todo cambió, y Kiko le robó pantalla, él era como más singular, porque el otro era muy folclórico y gustó mucho”, mencionó.

Además, consideró que la estrella del programa en su momento fue Don Ramón, quien era interpretado por Ramón Valdés.

“Don Ramón era el eje del programa. Cuando él se va, La Chilindrina queda huérfana, Doña Florinda ya no tiene a quién golpear, la Bruja del 61 ya no tiene a quién coquetear, el Chavo se queda desprotegido y pues en realidad si analizamos, todo se desbarata”, dijo.

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Carlos Villagrán ‘Kiko’, recuerda sus inicios previos a ser ‘niño eterno’. (El Universal)

Clasificados

ID: 367651

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx