BLACKOUT
Me llamó la atención, sólo por un momento, el hecho de que en la competencia de cuadrangulares llamada “Homerun Derby”, previo al Juego de Estrellas de las grandes ligas, participaran sólo bateadores blancos, Justin Morneau, Josh Hamilton, Ryan Braun, Dan Uggla, Grady Sizemore, Chase Utley, Evan Longoria y Lance Berkman. Casualidad, pensé, y no le di la mayor importancia.
Posteriormente presencio un programa llamado “Costas Now” que transmite la cadena de cable norteamericana HBO, donde se habló sobre el beisbol actual y su auge con nuevos estadios y jugadores como los antes citados que llenan de frescura el juego de pelota después de los escándalos de uso y abuso de esteroides. Pero el tema que más me llamó la atención es el dramático descenso de la participación de jugadores afroamericanos, concretamente atletas negros estadounidenses.
Imagínense, después de lo que lucharon los peloteros negros para ser integrados a las grandes ligas, las humillaciones y vejaciones por las que pasaron gente como Jackie Robinson, y en el momento de acercarse, empatar y romper el récord de cuadrangulares de Ruth, por parte de Hank Aaron, el cual sufrió de una intensa presión por grupos radicales que no toleraban que un negro rebasara al bambino, amenazas de muerte recibía a diario la familia Aaron.
Ahora simplemente los jóvenes negros norteamericanos por decisión propia están despreciando al beisbol y, por ende, en las tribunas de los estadios se pueden contar con los dedos de las manos aficionados negros en las diferentes localidades.
En el programa antes citado, que conduce con su habitual sabiduría Bob Costas, legendario cronista, conductor y reportero de deportes, entrevistó a Jimmy Rollins, parador en corto de los Filis de Filadelfia, sobre el tema de la falta de interés de los chavos negros en el Rey de los Deportes, Rollins habló sobre la gran fortuna de contar con sus padres en su infancia y juventud, Jimmy se llamó afortunado porque en su barrio la mayoría de los niños no tenían un padre a su lado, por los motivos que sean, la deserción de la figura paterna en esos hogares era muy alta y como una gran mayoría de niños negros quedaban al cuidado de heroicas madres solteras que se “mataban” para sacar a sus hijos adelante, no fue el caso de Jimmy, él atribuye su amor al beisbol por herencia de su padre, lo contrario a los chavitos dependiendo sólo de la madre y con atributos para destacar en algún deporte prefieren el futbol americano o el baloncesto sobre el beisbol, simplemente porque el proceso de llegar al estrellato y, obvio, a los grandes sueldos es más corto.
Rollins remató diciendo que el beisbol es un deporte único, donde se privilegia la labor de equipo sobre lo individual; en los guetos negros cuando creces todo trata sobre ser “el hombre” y cómo asentarse como individuo.
¿Cómo se logra esto? Con un balón en las manos, anotando un tiro de tres con pocos segundos o un touchdown de la victoria.
Según un estudio de la Universidad de Florida del Centro, el número de jugadores negros norteamericanos se ha reducido a la mitad entre 1995 y 2004 (del 19 por ciento al diez) y la cifra ha bajado un 63 por ciento desde 1975, cuando los peloteros afroamericanos representaban el 27 por ciento de los rosters en las grandes ligas.
En el Juego de Estrellas pasado, de los 66 representantes sólo nueve eran afroamericanos.
Medias Rojas de Boston, actual campeón, sólo cuenta con un jugador negro norteamericano, esto no pasaba desde 1961 dos años después de la integración racial en el equipo
Los que aumentan cada vez más su participación son los beisbolistas latinoamericanos, actualmente tienen la cifra récord de participación del 28 por ciento, el doble de 1990.
