Tal vez usted recuerde hace algunos años como eran las formas de relacionarse y de encontrar pareja. Primero era el elegir a la persona ya sea por su apariencia, su trato, sus modos o incluso por su familia. Había un periodo de conocimiento mutuo, de convivencia tanto con la pareja como con los amigos(as) y el medio en el que se desenvolvía. Finalmente llegaba el momento de la declaración y el inicio de una relación sentimental.
En la actualidad las relaciones han cambiado significativamente, ahora con un solo clic del mouse de la computadora se puede tener una novia o novio, según sea el caso, en alguna ciudad de la republica e incluso de algún lugar recóndito del mundo.
Esto desde luego ha repercutido en la calidad de las relaciones establecidas por los jóvenes actualmente, ya que en esta era de lo light o lo desechable yo puedo tener una novia en Finlandia y Río de Janeiro al mismo tiempo y me puedo sentir terriblemente mal si algún día alguna de ellas no se conecta y se pone a chatear conmigo.
No con lo anterior quiero decir que las épocas pasadas siempre fueron mejores, sino que conforme se va avanzando, se tiene crecimiento en un área y se puede descuidar o dejar de lado otra. Dicho en otras palabras el actual crecimiento de la tecnología nos ha permitido estar conectados desde dos lugares alejados del mundo con sólo estar al frente de una pantalla y enterarnos de lo que pasa en nuestro planeta al instante sin estar presentes en el lugar de los hechos, sin embargo esto ha llevado también a que los niños y jóvenes de la actualidad no desarrollen la intimidad y el compromiso necesario que se da en una relación de pareja sólo con la convivencia cara a cara y no a kilómetros de distancia.
Es importante aclarar que el objetivo del noviazgo no es el mismo a los 17 años que a los 24, ya que las necesidades emocionales son diferentes; en el primer caso el individuo está experimentando y conociendo su manera de relacionarse en pareja y en el segundo se espera un mayor compromiso e incluso la elección de pareja es más acorde a buscar un vínculo futuro y a tener una mayor intimidad tanto física como emocional.
Actualmente hay una enorme cantidad de jóvenes que pasan de 2 a 3 horas diarias pegados a su computadora con el fin de chatear con sus “novios o novias cibernéticos”, lo cual en principio será muy cómodo, porque el chico o la chica no necesitarían invertir parte de su tiempo en embellecerse para visitar o salir con la novia o con el novio, sin embargo perdiendo toda posibilidad de un encuentro cara a cara, que les permita realmente conocer quién es el otro, cuáles son sus expectativas, qué piensa, qué siente y sobre todo qué piensa y cómo me siento yo, con él o con ella. En lugar de esto veo un icono con un personaje sonriendo o una manita saludando, etc. Lo cual podrá ser muy divertido pero desde luego no promueve en absoluto conocer al otro tal como es.
El problema mayor se presenta, desde mi punto de vista, con las parejas de matrimonios o con compromisos adquiridos, quienes pasan horas en la computadora en la creencia de que con quien chatean es el verdadero amor de su vida, debido a que comparte los mismos gustos, placeres y expectativas de la vida, cuando la realidad es que no conocen a la persona en cuestión y sólo se ilusionan pensando que el amor de su vida está en la computadora y no es una persona real con la que se convive día a día.
Considero que gran parte da la problemática estriba en las expectativas irreales que se tienen de la relación de pareja, ya que yo pudiera pensar que la relación de pareja implica sólo placer y alegría, cuando lo que más requiere es de compromiso y congruencia, y sobre todo de tolerar la cotidianidad que conlleva el desarrollo de la intimidad.
Esta es sólo una de las implicaciones negativas del Internet, ya que pudiéramos hablar de las redes de prostitución o de abuso que se dan por este medio, debido a la facilidad con que los jóvenes ingresan a este servicio y no saben con quién se puedan encontrar, pero esto desde luego es sólo otra arista de lo complicado que puede ser la navegación por Internet.
Invito pues a reflexionar sobre este tema, sobre todo a los padres de familia al estar al pendiente de sus hijos en sus necesidades de acuerdo a la edad que tienen y sí, dando libertad para obtener información a través de la tecnología, pero enseñando que una relación sana y significativa se da por medio de la convivencia y que difícilmente la encontrarán con un clic de computadora.
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