En esos primeros cinco meses del año, Cantarell ha reducido su producción de crudo pesado en 210 mil barriles diarios. (Archivo)
En el último año de la Administración de Calderón Cantarell sólo va a tener capacidad para producir 600 mil barriles diarios de petróleo.
La siguiente Administración va a heredar el mayor yacimiento petrolero de México, Cantarell, en franca agonía.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció que para el último año de la Administración del presidente Felipe Calderón el activo, que en su momento fue considerado el sexto campo más importante del mundo, sólo va a tener capacidad para producir 600 mil barriles diarios de petróleo crudo tipo pesado, cuando en 2004 llegó a extraerse de sus veneros 2.1 millones de barriles al día.
Por ello, la aprobación o rechazo a las iniciativas de reforma energética del Ejecutivo, no va a impedir la caída esperada del 72% de la producción del activo durante las administraciones panistas.
De acuerdo con un reporte del Grupo Interdisciplinario Cantarell integrado por la Secretaría de Energía (Sener), Pemex, Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y Hacienda (creado a finales de 2007 para encontrar soluciones a la declinación del yacimiento y alargar el periodo de vida de sus campos), la producción de crudo que se espera obtener apenas será suficiente para mantener funcionando las seis refinerías estatales, que en promedio consumen 577 mil barriles diarios del crudo tipo pesado.
El documento, señala que “las producciones promedio anual pronosticadas para 2010 y 2013 son superiores a 900 mil barriles diarios y alrededor de 600 mil barriles, respectivamente. Esto supone inversiones suficientes y oportunas”.
No obstante, el director de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil, pronosticó que de acuerdo al comportamiento del activo los números podrían estar por debajo de las estimaciones del Grupo Interdisciplinario.
Para Jaime Brito, de la firma consultora PFC Energy con sede en Washington, la situación es mucho más complicada “pues esto obligaría al Gobierno Federal a replantear su política de comercio exterior de hidrocarburos y reducir hasta 50% las exportaciones de crudo, fundamentalmente hacia el mercado de Estados Unidos”.
Esto podría significar pérdidas anuales para México de alrededor de 25 mil millones de dólares a los precios actuales.
Significaría también que de iniciarse la construcción de una y hasta tres refinerías, como se ha propuesto en los debates de la reforma energética, no habría crudo suficiente para abastecer la nueva capacidad de refinación de donde se espera obtener más gasolinas.
George Baker, especialista del sector energético y presidente de la consultora texana Energia.com, aseguró que al no disponerse de crudo suficiente proveniente de Cantarell, Pemex tendría que utilizar el petróleo de otros yacimientos como Ku-Maloob-Zaap, Poza Rica-Altamira o lo que pueda extraerse de Chicontepec y aguas profundas dentro de cinco años para seguir exportando petróleo.
Hoy, añadió, México está exportando más de lo que produce Cantarell.
Al mes de mayo, Pemex reportó volúmenes de ventas externas de crudo pesado tipo Maya promedio de un millón 305 mil barriles por día, de los cuales un millón 170 mil barriles van a parar al mercado estadounidense.
En esos primeros cinco meses del año, Cantarell ha reducido su producción de crudo pesado en 210 mil barriles diarios (16.8%) y al 31 de mayo se le extraen un millón 34 mil barriles por día.
Originalmente Pemex esperaba alcanzar este nivel de producción tentativamente hasta enero o febrero de 2009, pero la declinación de Cantarell está siendo más acelerada de lo previsto en los programas operativos anuales de la paraestatal.
De hecho, el campo que históricamente se le conoce como Cantarell o Akal-Nohoch (compuesto por los yacimientos Sihil, Ixtoc, Chac y Kutz) está produciendo actualmente por debajo del millón de barriles, es decir, 994 mil barriles diarios, lo cual lo sitúa a niveles de 1982, según el Sistema de Información Energética de la Secretaria de Energía en el rubro de campos seleccionados.
Por lo pronto, Pemex trabaja en 13 iniciativas para desarrollar un nuevo modelo de ejecución que maximice el factor de recuperación del yacimiento que resumen en: la incorporación de nuevas tecnologías para el manejo del agua y sal que se mezcla con el crudo, así como asegurar la disponibilidad de equipos de perforación que son escasos y caros; la adquisición de nueva información sísmica para localizar nuevos pozos y probar nuevos horizontes; y, la obtención de recursos presupuestales o permitir la participación del capital privado en caso de aprobarse la reforma energética.
Para ello, el proyecto tiene autorizado un presupuesto de casi 40 mil millones de dólares para los próximos 15 años.
Sin embargo, y a pesar del oxígeno que se busca dar al megayacimiento, éste ya no va a ser el mismo y cada vez producirá menos volúmenes de petróleo crudo pesado, al tiempo que su aportación a la economía del país se reducirá sustancialmente.
Los analistas consultados coincidieron en que a precios actuales (100 dólares por barril para la mezcla del crudo mexicano), el valor de su producción en 2004, cuando alcanzó el máximo nivel de extracción, sería de aproximadamente 76 mil millones de dólares.
Con la producción esperada para 2012, el valor del hidrocarburo extraído sería de casi 22 mil millones de dólares.
Así, Cantarell estaría dejando de ser un factor determinante en las finanzas públicas y para la economía mexicana en general.
