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Mobbing: una forma grave de estrés psicosocial

El Universal

La OIT dice que entre 10% y 15% de los trabajadores sufre violencia moral.

El aumento en el número de casos se debe a desconocimiento

Lorena Zárate dijo no. Lo dijo fuerte y claro. Y fue a partir de ese momento, que a su decir, comenzaron los conflictos para ella en el Instituto Politécnico Nacional IPN, lugar donde labora desde hace más de diez años.

Según sus palabras, su jefe le exigió que salieran a tomar una copa afuera de la oficina, y ante su negativa, comenzó el acoso psicológico laboral, también conocido como Mobbing, concepto que describe las formas severas de acoso en las organizaciones.

Continuamente humillada. Apartada de sus funciones. Sin contenido de trabajo. Desacreditada dentro y fuera de la empresa. Sola y circundada por rumores.

— ¿Qué debo hacer para que este acoso cese? —se preguntaba Lorena.

Recuerda, en entrevista que algo comenzó a no estar bien, cuando su jefe dejó de solicitarle que elaborara los reportes que le correspondía hacer diariamente.

Había marginación en el lugar de trabajo; fui exhibida y enjuiciada ante el personal; más adelante mis compañeros dejaron de hablarme; ya no comían conmigo; me pedían que fuera a sacar fotocopias, (lo cual no me correspondía), o por el contrario sustraían mi material de trabajo; me indicaban que fuera por las tortas y los refrescos; me cambiaron tres veces de área, -bajo la misma jefatura- haciéndome creer que en cada una de ellas yo era ineficaz.

Había violencia moral en el trabajo, y el aniquilamiento psicológico duró más de seis meses, hasta que recurrí al área sindical y fue entonces cuando me asignaron definitivamente otro puesto laboral y un jefe distinto.

Fui agobiada, calumniada y atacada en el trabajo, me aislaron, me estigmatizaron y amenazaron. Perdí relaciones sociales y familiares; y me ha costado mucho continuar con una vida normal.

En el trabajo me sentía invisible. Ignorada.

La excesiva preocupación me producía trastornos de sueño, e ideaciones recurrentes, que aún se presentan; y comenzaron a darse los primeros síntomas de ansiedad por lo que tuve que tomar terapias psicológicas a las que aún asisto, —confiesa Lorena.

Para Mara Marisela Trujillo Flores, docente investigadora de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), —quien desde hace varios años lleva a cabo un trabajo de investigación dirigido a analizar la problemática social del Mobbing en México—, el maltrato psicológico deja indefensas a las víctimas por el desconocimiento y la falta de estudios científicos que aún existe en la sociedad mexicana sobre los riesgos psicosociales de este tipo de acoso.

Se trata un fenómeno complejo, que contiene factores psicológicos, sociales, éticos, jurídicos, y que también puede desencadenarse cuando el trabajador no permite ser manipulado por uno o varios miembros del grupo, continúa.

“Tal fue el caso de Lorena Zárate, que no permitió ser manipulada por su jefe”; comenta Mara Marisela Trujillo, quien está al tanto del caso de Lorena y ha diseñado un modelo que busca evaluar el fenómeno para prevenir el surgimiento del Mobbing en las empresas mexicanas.

En este sentido la investigadora politécnica, tiene entre sus proyectos elaborar programas específicos, con personal femenino del IPN, en el contexto del estudio científico del comportamiento humano para la rehabilitación de las víctimas.

Datos de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, indican que entre un 10 y 15 por ciento de trabajadores sufre acoso laboral.

Padecido en su mayoría por mujeres que suelen ser trabajadoras brillantes, la mejor herramienta para evitar este tipo de violencia en el trabajo es la información, recomienda la OIT.

Desafortunadamente en México, aún no existen estudios sobre las repercusiones económicas del Mobbing, ni hay legislación laboral específica sobre el acoso psicológico que atienda y determine los derechos del afectado.

En la mayoría de los casos el acoso afecta a trabajadores brillantes, bien valorados, cumplidos y participativos; personas activas y con gran personalidad, a las que se intenta presentar como poco inteligentes, holgazanes o conflictivos.

El acoso psicológico dificulta y deteriora en forma irreversible el óptimo desempeño y la salud de los trabajadores, al originar daños físicos, emocionales y de productividad al interior de las empresas y organizaciones, agrega Marisela Trujillo.

El fuerte abusa del débil, y provoca a la larga más daños que el puramente físico pues el hostigamiento laboral que se produce cuando un trabajador sufre críticas a su trabajo y es tratado con menosprecio por su jefe o compañeros de forma constante, acaba causando más daños que el acoso sexual.

“Es un problema tan serio, que en países altamente industrializados, entre el 12 y 15 por ciento de las personas que padecen esta situación llega al suicidio”, advierte la catedrática del IPN.

Según expertos, el acoso en el trabajo, reduce la productividad de las empresas.

A su vez, para Marie-France Irigoyen, psiquiatra, psicoterapeuta familiar y autora del libro El Acoso Moral en el Trabajo: el Mobbing, consiste en actitudes hostiles frecuentes y repetidas en el lugar de trabajo que tienen siempre a la misma persona en la punta de la mira.

La especialista lo compara con el comportamiento de algunas especies animales, en las que el grupo se abalanza contra el individuo.

Según Irigoyen el Mobbing surge de un conflicto que ha degenerado en una persecución sistemática, y lo analiza como una forma particularmente grave de estrés psicosocial.

La víctima es envidiada por tener alguna cualidad o rasgo que la hace destacar del resto del grupo, por ejemplo capacidad profesional superior; facilidad para despertar aceptación o aprecio en sus compañeros; felicitaciones recibidas en su trabajo, entre otros aspectos.

Por último, Lorena Zárate asegura que cometió un error referente a dejar pasar más tiempo del adecuado para denunciar ante las autoridades el acoso psicológico al que fue sometida, y del que aún restan secuelas.

Los objetivos del Mobbing

Investigadores que trabajan ante el Mobbing revelan que este tipo de acoso pretende destruir la resistencia de la víctima y forzarla o coaccionarla para abandonar su trabajo.

Quien ordena el hostigamiento ya ha decidido despedir de la organización a la víctima, y justifica su proceder con el argumento de que la organización ahorrará una indemnización onerosa.

Para lograr este objetivo habrá que deteriorar el rendimiento y el desempeño del trabajador mediante trampas, desestabilizándolo psicológicamente, creando argumentos inexistentes para utilizarlos en su contra.

De esta manera, se acusa al trabajador de bajo rendimiento, baja productividad, ausentismo o bien de comportamientos erráticos; todo ello como producto de la desestabilización a la que se le ha sometido”, concluye Mara Marisela Trujillo Flores, docente investigadora de la ESCA, quien está por publicar un libro sobre el tema a fin de difundir los resultados de su investigación y crear conciencia del acoso psicológico en la sociedad mexicana.

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