EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

División en el PAN

Periférico

Luis Guillermo Hernández Aranda

¿El PAN de Coahuila a quién pertenece?, ¿A Guillermo Anaya o a José Ángel Pérez? Los políticamente correctos responderán que a los militantes, pero lo cierto es que a unos cuantos meses de que se lleven a cabo elecciones en el Estado para renovar el Congreso local, el albiazul luce dividido, atrapado entre los intereses de estos dos personajes que sueñan con algún día llegar a ser gobernador.

El senador, Guillermo Anaya, no tiene empacho en reconocer su ambición política, en contraparte el alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, prefiere mantener su interés en “secreto”. Un “secreto” a voces, sobre todo cuando el alcalde aprovecha sus fines de semana para hacer proselitismo al interior de Coahuila, o bien para hacer enroques dentro la Administración municipal con tintes electorales y no buscando la eficiencia en el Municipio.

El 28 de junio el PAN de Coahuila habrá de elegir nuevo presidente estatal. Entre los candidatos se encuentra Francisco Javier Cavazos Gómez, quien era considerado un candidato de unidad por las diferentes fuerzas que se mueven al interior del partido. Cavazos Gómez es cercano a la figura de Juan Antonio García Villa. Los otros dos candidatos a dirigir el partido son: José Ramírez Mijares, identificado con el alcalde José Ángel Pérez, y Reyes Flores Hurtado, quien trabajó con Guillermo Anaya.

Más allá de quien resulte triunfador de la contienda interna, lo cierto es que el PAN se encuentra dividido entre las figuras de Anaya y José Ángel Pérez, quienes a pesar de que en público puedan decir que existen más afinidades que diferencias entre ellos, lo cierto es que la ciudadanía percibe un partido fracturado, donde sus militantes han hecho la ideología a un lado para privilegiar el pragmatismo en su lucha por el poder.

En el 2005 tuve la oportunidad de entrevistar a Juan Antonio García Villa, quien en ese entonces competía por la candidatura a gobernador contra Jorge Zermeño, comentó que en el pasado cuando Acción Nacional no ganaba las elecciones nadie quería ser candidato. Sin embargo, con la llegada a la Presidencia de la República de Vicente Fox el panorama cambió, ahora todos quieren ser candidatos. En este escenario, el PAN está presentando los mismos males que llevó al PRI a perder la Presidencia de la República: dejar a un lado los intereses de la población para privilegiar las ambiciones políticas individuales.

Por su trabajo legislativo en el Senado de la República, así como en el partido a nivel nacional, Guillermo Anaya tiene poco tiempo, en teoría, para preocuparse por la “grilla” local, lo cual ha sabido aprovechar muy bien José Ángel Pérez para tejer redes y posicionar su imagen.

Sin embargo, ¿esta lucha a quién beneficia? Está claro que al PRI. Mientras el PAN pierde el tiempo en sus luchas internas, el tricolor hace trabajo en las comunidades y todos sus militantes se cuadran ante las directrices que marcan los hermanos Moreira (Rubén y Humberto).

El PAN se justifica utilizando el discurso de que al interior de su partido sí hay democracia, que por eso se presentan las divergencias. Sin embargo, este discurso nadie lo cree cuando los golpes por debajo de la mesa se dan al por mayor y de manera evidente. Vaya, el debate sobre la vialidad de ambos proyectos es inexistente, sólo hay grilla y golpeteo político.

El pasado sábado en la mesa de análisis del programa Contextos de Grupo Radio Estéreo Mayrán, estuvieron presentes Guillermo Anaya y José Ángel Pérez. Ahí, ambos políticos reconocieron que hay diferencias al interior del partido y coincidieron en la necesidad de llegar a acuerdos para que el PAN cuente con más diputados en el Congreso de Coahuila y, de esta forma, se conforme un Congreso capaz de vigilar la aplicación de los recursos públicos y que sea contrapeso y no comparsa del Gobierno del Estado que encabeza Humberto Moreira.

Aunque ambos trataron de ser civilizados y decir que son más las afinidades, lo cierto es que sus intervenciones evidenciaron que no son los grandes amigos y que deberán trabajar muy duro para lograr llegar a acuerdos.

En un momento del programa la conductora, Marcela Pámanes, les preguntó que si les convenía que a alguno de los dos le fuera mal en su carrera política. A lo que Guillermo Anaya respondió que el PAN es un partido, por lo que si José Ángel decidiera tirarse a un barranco esa misma soga lo arrastraría a él y a todos los militantes. Incluso dijo que a nadie del PAN le conviene que José Ángel tenga un mal desempeño como alcalde, ya que la población votó por el proyecto que representa Acción Nacional.

Y es cierto, las pugnas internas sólo debilitan al partido. Por desgracia, insisto, los panistas de todo el país están cayendo en las mismas prácticas que por décadas criticaron del PRI. Por ejemplo, a nivel local vemos cómo la Administración municipal está llena de los familiares de funcionarios, así todos cobran en la sagrada nómina.

Lo más triste del asunto es que ambos políticos llegaron a los puestos que hoy ocupan, senaduría y alcaldía, por medio del voto. Puestos que hoy descuidan por sus ambiciones políticas.

El reto de José Ángel Pérez y Guillermo Anaya será el de unir sus esfuerzos para sacar adelante el proyecto del PAN en las próximas elecciones en octubre. Al menos ya comparten un mismo ideal: ambos sueñan con ser gobernador.

lharanda @elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 358130

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx