México, df.- Ante la crisis alimentaria mundial, productores agrícolas urgieron la aplicación de medidas emergentes que permitan iniciar las fases experimentales en el cultivo de semillas transgénicas o genéticamente modificadas.
En conferencia de prensa, representantes de los productores de maíz, algodón y soya en el país advirtieron que de utilizarse las semillas transgénicas para la producción agrícola el aumento en la producción de granos sería entre 100 y 250 por ciento.
De esta forma, dijeron se lograría abatir el impacto de la crisis alimentaria, sin embargo, para lograr la autosuficiencia es necesario tomar medidas alternas a la utilización de semillas genéticamente modificadas como la reducción sustancial en los precios de fertilizantes, financiamiento y uso racional de agua, entre otros.
El secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Héctor Carlos Salazar, destacó la urgencia de iniciar la llamada “fase experimental” en los cultivos de maíz para que en un plazo de tres a cuatro años como máximo se pueda iniciar su comercialización.
En función de que en México ya se consume el maíz transgénico importado, como es el caso de más de 90 por ciento de la importación del grano estadunidense, el dirigente agrícola resaltó la importancia de usar la tecnología necesaria para poner en marcha los programas experimentales.
A su vez, el presidente de la Fundación Producer Tamaulipas, Jaime Sánchez Ruelas, comentó que el incremento en la producción de granos básicos sería de por lo menos el ciento por ciento.
Los representantes de los productores de maíz explicaron que la semilla genéticamente modificada genera altos rendimientos, toda vez que reduce el uso de fertilizantes que en los últimos meses ha registrado incrementos de hasta el cien por ciento. Además, disminuye el uso de pesticidas y plaguicidas que impactan directamente en beneficio de la salud de las distintas comunidades.
Por otra parte, el presidente del Sistema Producto Algodón-Sonora, Rubén Gastelum y el coordinador del Comité Pro-Biotecnología de Campeche, Salvador Gil, exhortaron a que se concluya la fase experimental del algodón y soya que se realiza en México desde hace más de 10 años con el uso de semillas transgénicas y su pase a la fase comercial.
Asimismo, los conferencistas pidieron que se considere la crisis alimentaria mundial y las posibilidades que México tiene para por lo menos duplicar su producción, de tomar las medidas necesarias prudentes.
También resaltaron que la desaparición de aranceles de productos como fertilizantes, en donde desde hace años ya no existía el impuesto a la importación, son medidas que no ayudarán a México en la problemática mundial.
