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‘Las familias ya no son como antes’

María Gómez y Andrés Arellano platican en la sala de su casa, las vivencias que han tenido durante 50 años que llevan casados.

María Gómez y Andrés Arellano platican en la sala de su casa, las vivencias que han tenido durante 50 años que llevan casados.

CRISTAL BARRIENTOS

María Gómez y Andrés Arellano cumplieron 50 años de casados y recuerdan momentos felices que han pasado junto a sus seres queridos, sin embargo aceptan que las costumbres ya no son las mismas.

TORREÓN, COAH.- A sus 72 años, María Gómez cree que las familias ya no son como antes. En sus tiempos, los jóvenes saludaban con un beso en la mano a sus padres o abuelos. También les gustaba acompañarlos a misa y todos estaban presentes a la hora de comer.

Aún recuerda cómo en una casa de adobe, de ésas con muchos cuartos y un patio grande, vivían abuelos, padres y nietos, como una gran familia sin mayores problemas. Por la mañana, los hijos se iban a la escuela, los esposos al trabajo y las madres se ocupaban del quehacer de la casa y de tener la comida a tiempo.

Ahora, cuando los hijos o nietos visitan a sus padres o abuelos, apenas si los saludan y si comen juntos casi no tienen nada de qué hablar, así que ni pensar en ir a misa el domingo, “no, las familias ya no son como antes”, dice María.

Este dos de marzo se celebra en México el Día de la Familia y en Torreón el panorama no es alentador. Israel Navarro, director de Atención a la Juventud, dice que la sociedad odia a esos jóvenes que pasan horas en las esquinas de las colonias sin hacer nada, pero no se da cuenta que ellos sólo huyen de los problemas de sus casas.

En Torreón hay 55 colonias consideradas como zonas expulsoras de problemas sociales como el pandillerismo, drogadicción, ocio y violencia. Se estima que por cada sector hay dos pandillas, cada una conformada hasta por 35 jóvenes.

“Pero lo que la gente no quiere ver es que esos jóvenes provienen de familias disfuncionales en donde el padre o la madre son alcohólicos o violentos, o simplemente no tienen la capacidad de entablar comunicación con sus hijos. Ahora son victimarios pero de niños fueron víctimas”, señala Israel Navarro.

El trabajo que realizó la Dirección de Atención a la Juventud en colonias como Compresora, Vencedora, Antigua Aceitera, Durangueña, Jacobo Meyer, Primero de Mayo, Francisco I. Madero, Torreón y Anexas, Nuevo México, La Victoria, entre otras, reveló que la mayoría de los padres de esos jóvenes que pasan horas en la vagancia no rebasan ni los 50 años de edad, es decir, tienen entre 36 y 42 años.

“Creemos que no tienen la experiencia ni las herramientas necesarias para educar a sus hijos y esto provoca un conflicto de comunicación”. Por eso, considera, cuando un joven no se siente cómodo en su casa opta por pasar horas en las esquinas de los barrios.

Al respecto, María Luisa Berrueto de Pérez, presidenta del DIF de Torreón, coincide con Israel Navarro cuando asegura que detrás de cada problema social se esconde un conflicto familiar “y para lograr cambios generacionales, las autoridades debemos trabajar mínimo diez años en el mismo tema, en este caso la familia”.

Por eso, el organismo solicitó al Ayuntamiento que en Torreón se institucionalice el Día de la Familia, y de esta manera el trabajo que realiza el DIF desde hace dos años con padres e hijos no se pierda con el cambio de Administración Municipal.

EN LAS FAMILIAS DE ANTES, HABÍA REMEDIO PARA TODO

Para Roberto López Franco, psicólogo y director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, la familia lagunera atraviesa por una crisis desde la década de los setentas.

“La familia en la Comarca Lagunera era de tres generaciones que vivían en una casa de adobe muy grande. Ahí podían convivir los abuelos, padres y nietos porque había una gran interacción social y cuando había un conflicto psicológico o físico, se atendía con mucha eficiencia”.

Las madres laguneras de antes, dice el psicólogo, tenían remedios caseros para todo: desde un simple dolor de cabeza hasta la fuerza psicológica para atender problemas como depresión, intentos de suicidio o de obesidad.

“Pero la Comarca Lagunera ha evolucionado de una manera muy significativa porque incluso hoy en día las constructoras ya diseñan casas para personas solteras, en pareja, o matrimonios de un sólo hijo, pero no para familias numerosas”.

De acuerdo a López Franco hasta hace 20 ó 25 años, la figura del padre aún era de poder dentro de la familia, mientras que la madre fungía como interlocutora, sin embargo, los jóvenes ya sustituyeron el papel paterno por el grupo de amigos.

TODOS A TERAPIA

Los psicólogos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) que proporcionan atención a menores de edad, se dieron cuenta que el problema no son los niños sino sus padres y optaron por cambiar la estrategia de trabajo.

“Ahora si algún padre de familia solicita atención psicológica para sus hijos, también ellos tendrán que someterse a terapia. Abarcamos todo tipo de violencia familiar: desde la económica, física, emocional hasta el silencio”, dice María Luisa Berrueto de Pérez.

Asegura que el DIF de Torreón busca el fortalecimiento de la familia, por eso las acciones son para buscar las mejores opciones y dejar como último recurso el divorcio, pues considera que el amor es el mejor antídoto contra la desintegración, la delincuencia, depresión y otros problemas.

DIVORCIOS EN AUMENTO

En México los matrimonios disminuyeron 1.5 por ciento, en tanto que los divorcios aumentaron 3.2 por ciento en 2006 respecto al año previo, según informó el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en febrero de 2008.

Estos datos revelan que en México, durante 2006, se registraron 586 mil 978 matrimonios, cifra menor en 1.5 por ciento a los de 2005, cuando sumaron 595 mil 713. En cuanto a los divorcios, se realizaron 72 mil 396 en 2006 y 70 mil 184 en 2005, con un aumento de 3.2 por ciento.

Además, el instituto dio a conocer que ocho de cada 10 son casados y dos viven en unión libre. De las personas desunidas: 54 por ciento son viudas, 32.5 por ciento y 13.5 por ciento divorciadas.

Sobre los divorcios, el organismo informó que en 2006, por cada 100 enlaces realizados en el país hubo 12.3 divorcios; en 2000 la relación fue de 7.4 y en 1971 de 3.2.

De las parejas casadas que se divorciaron en 2006, casi la mitad tuvo un matrimonio con una duración social de 10 años o más (49.5 por ciento), seguida de quienes estuvieron casados cinco años o menos (31 por ciento) y las que permanecieron unidas de seis a nueve años (19.2 por ciento).

A pesar de las cifras, José Guadalupe Galván Galindo, obispo de Torreón, señala que la Iglesia cumple con enseñar el sacramento del matrimonio y considera que los divorcios no son un fracaso para la religión católica sino para todos los sectores de la sociedad involucrados.

“Qué bueno que a nivel nacional se trabaje en bien de la familia porque esto no sólo le corresponde a la Iglesia. A todos nos interesa tener bases firmes en las familias porque una que se desintegra puede destruir lo que hay a su alrededor”.

50 AÑOS DE MATRIMONIO

El seis de octubre de 2007, María Gómez cumplió 50 años de casada con Andrés Arellano Guerrero y asegura que no puede sentirse más feliz por estos años de matrimonio que celebraron con una gran fiesta en compañía de sus hijos.

La fiesta para María y Andrés fue una sorpresa porque sus hijos la organizaron sin que se dieran cuenta, “mi hijo René nos invitó a comer y ahí nos dio la noticia, nosotros no lo podíamos creer pero la verdad es que fue algo inolvidable”.

El matrimonio, dice María, no es nada fácil. Cuando ella y su esposo vivían en casa de sus suegros en San Pedro de las Colonias, había cosas que no le parecían, sin embargo, por el amor que le tenía a él y a sus hijos, trató siempre de sobrellevar la situación aunque de vez en cuando lloraba en silencio para desahogarse.

“Nunca renegué con mis hijos, bueno, aunque antes los jóvenes eran más calmaditos, ahora ya no. Me gustaba mandarlos a la escuela desayunados y más tarde les llevaba el almuerzo y para cuando llegaban a la casa ya estaba la comida lista”.

Educar a ocho hijos no fue nada fácil para doña María, “uno de ellos murió y me siento tan orgullosa de todos porque gracias a Dios son muy buenas personas; no niego que hemos pasado situaciones difíciles pero hemos salido adelante”.

A pesar de los problemas, María nunca pensó en abandonar a su esposo, “ahora las mujeres al primer problema se van de la casa y no piensan en nada. A veces mi hija me pregunta ‘¿por qué tuvo tantos hijos?’, pero bueno, así lo quise y me siento orgullosa de eso. Cuando iba al hospital a aliviarme lo hacía con tanto gusto, con tanta alegría que ni me quejaba”.

Por su parte, Andrés dice que no se arrepiente ni un momento de su vida en familia y también está contento por la fiesta que sus hijos le organizaron para renovar sus votos matrimoniales ante Dios, “juramos seguir juntos hasta que la muerte nos separe y espero estar con ella muchos años más”.

Clases de familias

De acuerdo al INEGI, la población mexicana se agrupa fundamentalmente en hogares familiares: 97.9 millones de personas, que representan 97.7 por ciento (%) de la población total, forman grupos donde los miembros tienen relaciones de parentesco con el jefe del hogar y 2.3% de la población permanece sola o se agrupa con otras personas sin mediar una relación de parentesco.

Los hogares familiares o familias se distinguen en dos clases. Las nucleares, que se componen usualmente del jefe, su cónyuge o sus hijos. Las no nucleares, que pueden integrarse por un hogar nuclear al que se han agregado otros parientes (como nieto(a), yerno o nuera, hermano(a), sobrino(a), padre o madre, etc.) o no parientes; o por el jefe con otros parientes e incluso personas no emparentadas con él.

En el conjunto de familias, las nucleares representan 74.3% y las no nucleares 25.7%, las primeras agrupan a 67.7% de la población en familias y las segundas 32.3 por ciento. Las nucleares se caracterizan por tener una gran presencia de población infantil (34%) y adulta (34.3%) y equilibrio en la proporción de hombres (49.6%) y mujeres (50.4%); mientras que las no nucleares, por la presencia de otros integrantes, tienen más miembros jóvenes (29.4%) y ancianos (11.8%), además hay ligeramente más mujeres (54%) que hombres (46%).

Ayuda para todos

Por mes, el DIF de Torreón atiende a un promedio de 3 mil 500 familias con programas como:

Mi Casa DIFerente.

Tianguis DIFerente.

Centros Comunitarios (Servicios, Talleres y Cursos).

Adulto Mayor y sus familias.

Personas con Discapacidad y sus Familias.

Centro de Atención Indígena Infantil.

Agencia de Desarrollo de Género (Atención Psicológica Integral a Mujeres y Hombres).

Estímulos a la Educación.

Desayunos y Meriendas Calientes.

Guardería Nocaltzín.

Casa Puente (Menores en Rehabilitación de Adicciones, Menores Empacadores Voluntarios, Menores en Situación de Riesgo, Menores Trabajadores y en Situación de Calle).

FUENTE: DIF de Torreón

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Escrito en: Día de la Familia

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