El Sistema de Riego Pivote Central en la Comarca Lagunera
Docente – Investigador del Instituto Tecnológico de Torreón. Líder del cuerpo académico “Uso integral de los recursos para la producción de forrajes”
Este método de riego se ha estado adoptando en las dos últimas décadas en la Comarca Lagunera. Tiene su característica muy particular, que es la forma de la superficie que puede irrigar, la cual es en forma de círculos con superficies de 30 a 60 hectáreas o mayores. Sus componentes principales son: un punto o eje, de ahí el nombre de pivote, y una línea regante que está compuesta por torres regularmente espaciadas que giran alrededor del punto. A lo largo de la línea están también ubicados los rociadores suspendidos en la parte inferior y pueden ser ubicados a diferentes alturas, dependiendo del cultivo que se desee irrigar y de la etapa fonológica de desarrollo en que se encuentre. Como todo sistema de riego, tiene sus ventajas y desventajas, empezando por las primeras, se puede decir que es un sistema de riego automático, el cual requiere poca mano de obra. Por ejemplo, un solo operador puede supervisar uno o más pivotes que equivalen en promedio a 120 has. Otra es la aplicación de agroquímicos a través del sistema, práctica conocida como “Ferti-irrigación”, lo que permite disminuir el uso de maquinaria e incrementar la eficiencia en el uso de los fertilizantes. Entre sus principales desventajas se pueden citar las siguientes: un alto costo inicial, esta inversión dependerá del tamaño del equipo, la aplicación del agua por el sistema es afectada por las condiciones climáticas, es decir, zonas de alta temperatura, radiación solar y baja humedad relativa, las eficiencias se ven mermadas entre un 60 y 75%, lo que en otras palabras se puede expresar que por cada litro de agua asperjada por los rociadores, el 40 al 25% se evapora directamente a la atmósfera y no es aprovechada por el cultivo. Otra característica, es que demanda una alta capacitación del operador para obtener un buen uso eficiente del agua, entendiéndose ésta como la mayor producción por unidad de volumen de agua aplicada. El operador debe de conocer las características hidráulicas del sistema, así como las demandas agronómicas del cultivo. Por ejemplo, debe de conocer la relación que existe entre la velocidad de avance del sistema de riego y la lámina de agua aplicada o precipitada. Generalmente en el tablero de control se expresa la velocidad de avance en términos de porcentaje. Por ejemplo, el 100% corresponde a la máxima velocidad de avance, pero se aplica la menor lámina de riego y el proceso se invierte al disminuir el porcentaje de avance. Es muy recomendable que el operador tenga en forma gráfica la calibración del pivote, donde se muestre la relación porcentaje versus lámina aplicada. Hay que recordar que estos sistemas aplican láminas “ligueras” de 0.5 a 1.5 cm. pero frecuentes, de ahí la importancia del operador de conocer las demandas de agua promedio diarias del cultivo. Estas demandas cambian con el desarrollo del cultivo y con las condiciones micro climáticas de cada predio en particular, por citar un ejemplo, se registran evaporaciones de un centímetro en los meses de julio causadas principalmente por las altas temperaturas, pero también se ha detectado la misma evaporación en los meses de enero y febrero causada principalmente por los fuertes vientos que se presentan en esta región. Por lo anterior, es necesario que en los predios se instale al menos un tanque evaporímetro o una estación climatológica automatizada, lo que permitirá al operador programar los riegos en función de la evaporación directa del tanque y así obtener mejores resultados del sistema de producción.
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