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Chatear es igual de adictivo que las drogas

El chat se convierte en una adicción cuando deteriora el desempeño en otras áreas, como la escolar, familiar, social, laboral o económica.

El chat se convierte en una adicción cuando deteriora el desempeño en otras áreas, como la escolar, familiar, social, laboral o económica.

El Universal

El "chateo" en Internet es un fenómeno real e inevitable que no se puede frenar, pero debería ser regulado porque en algunos casos puede convertirse en una adicción con características similares a las drogas, el tabaco y el alcohol, afirmó Manuel González Ascoy, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“La plática virtual puede desembocar en una dependencia, pues interfiere significativamente en la vida normal de una persona", dijo el especialista.

Sin embargo, aclaró que su práctica no desarrolla la adicción por sí sola. "Hay factores predisponentes, pero es el medio de cultivo para que crezcan", agregó.

Recordó que estudios de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) estiman en 23.7 millones la cantidad de usuarios de la web en el país y de 8.7 millones los usuarios de celular.

Entre los estragos provocados por el "chateo" en Internet, el especialista mencionó cambio de identidad, acoso cibernético, pornografía, "piratería", así como pérdidas económicas y laborales, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.

El "chateo" -cuyos orígenes se remontan a 1988 en Finlandia, según consigna Antulio Sánchez en el libro "La era de los afectos en Internet"-, tiene varios aspectos, señaló el investigador y consideró que por eso su manejo debería ser regulado.

Recordó que esta vía es empleada para iniciar amistades, charlar con cibernautas de afinidades comunes, el comienzo de relaciones afectivas serias y la inmediatez en la comunicación entre países y continentes.

Da la posibilidad de cambiar de sexo, edad y nacionalidad, al "explorar las fantasías" del usuario, facilitado por la ausencia de contacto físico y el desconocimiento del interlocutor.

Empero, puede dar pie al erotismo, la pornografía, sobre todo infantil y adolescente, al chantaje, al bloqueo o desvío de correos, "a un manejo sádico de la información" escondido en el anonimato que provee la Internet, cuyos usuarios en un 42 por ciento mantienen un blog o consultan otros, con base en cifras de la Amipci, advirtió.

Recordó que su uso es algo cotidiano y natural para los jóvenes, pero -agregó- se convierte en una adicción cuando deteriora el desempeño en otras áreas, como la escolar, familiar, social, laboral o económica, además del estado anímico con pérdida de ciclos de sueño, cambios emocionales o estrés continuo.

González Oscoy dijo que los expertos estadounidenses han denominado la dependencia a los espacios virtuales como Desorden Adictivo a Internet (DAI) y recordó que en ese país padece ese trastorno el 10 por ciento de los aproximadamente 189 millones de usuarios.

Esa dependencia se caracteriza por la preferencia del placer temporal a las relaciones íntimas y profundas, indicó.

Este medio también ha invadido las zonas laborales y ya hay varias empresas en diferentes naciones, principalmente en Estados Unidos, que han comprobado que sus trabajadores utilizan la Internet en un 60 ó 70 por ciento para uso personal, puntualizó.

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