40% de empresas admite dar "mordida" a una autoridad, dice estudio.
Empresas mexicanas perdieron más de 900 millones de dólares en fraudes internos cometidos por sus propios empleados, de acuerdo con una encuesta a nivel nacional.
La Encuesta de Fraude y Corrupción en México 2008, de la consultora KPMG, indica que ocho de cada 10 empresas mexicanas han sufrido un fraude en el último año y que en la mitad de los casos el fraude fue cometido por un empleado, llevando a la pérdida ya mencionada.
Pero las empresas también participan en actos de corrupción, según la encuesta que señala que el 44 por ciento de firmas mexicanas realiza pagos en forma de soborno o “mordida” a servidores públicos, con mayor incidencia en el nivel municipal.
El sondeo señala que las empresas destinan cinco por ciento de sus ingresos anuales a pagos extraoficiales. Cuatro de cada diez lo hace para agilizar un trámite; 32 por ciento para obtener licencias o permisos; 21 por ciento para impedir abusos, y 16 por ciento para ganar contratos.
“Esto quiere decir que la corrupción es un obstáculo para la inversión directa, que puede servir para la generación de empleos, modernizar la planta productiva y en suma, tener un crecimiento económico sostenido y a largo plazo”, dice el estudio.
En cuanto a los fraudes internos, las empresas defraudadas en México reconocen que los quebrantos provocan un incremento en costos de operación, pérdida de confianza entre empleados, pérdida de clientes y de contratos, entre otros.
Arturo del Castillo, de la firma KPMG, dijo que nueve de cada 10 fraudes se descubren hasta seis meses después de cometidos, a pesar de que en la mitad de los casos se tuvo señales claras de irregularidades, lo que demuestra la falta de cultura de prevención y de efectividad de los controles internos.
Las razones más frecuentes para que los fraudes pasen desapercibidos durante un tiempo fueron la falta de supervisión de personal, de controles internos y de infraestructura ética.
Una encuesta similar, de la firma PriceWaterhouse, señaló que en el caso de México, el 59 por ciento de fraudes internos es descubierto por accidente.
El estudio de KPMG señala que la gran mayoría de los defraudadores (86 por ciento) ocupa mando medio u operativo en la empresa. 56 por ciento tiene entre 25 y 35 años, el 85 por ciento es de hombres y la mitad tiene entre uno y tres años de antigüedad en la empresa.
Del Castillo señaló que 67 por ciento de las empresas ve afectada de alguna manera su competitividad a causa de la corrupción, en tanto que 60 por ciento reconoce que este problema repercute de manera negativa en proyecciones de inversión.
Las áreas más vulnerables para cometer fraudes en una empresa son ventas y mercadotecnia, logística y almacenes, finanzas y contabilidad, y compras.
