Recibí ayer un espléndido regalo. He aquí que Miguel Ángel Porrúa, de insigne prosapia de editores, me envió un ejemplar del libro "Alacena de minucias", una compilación de los artículos de ese nombre que durante muchos años publicó don Andrés Henestrosa, cuya larga vida, acabada hace apenas unos días, rindió tan buenos frutos.
"Todo hombre lleva consigo un resplandor", escribió don Andrés en su obra "Divagario". Verdad muy grande es ésa, que en su caso se hizo mayor por la esplendente luz que llevó siempre consigo. Sabio y bueno, este gran mexicano hizo de sí mismo una entrega permanente de sabiduría y de bien.
Gracias, amigo Miguel Ángel, por haberme dado, con ese libro, el recuerdo de las colmadas horas que pasamos en compañía de don Andrés. Su palabra, así escrita y preservada, es vencimiento de la muerte. En estas páginas tendrá Henestrosa vida imperecedera.
¡Hasta mañana!...