Las Horas Muertas.
Disfrútese con una cerveza fría
Oscar Fuentes es un trovador tapatío que ya lleva un muy buen rato rolando en el circuito del blues rock nacional. Personalmente creo que su voz no logra transmitir el feeling de su música, y en un genero que siempre se compara a todo cantante con José Cruz, o por lo menos eso a mí me sucede, prefiero visualizarlo como un buen letrista y un gran músico.
El caso es que Oscar Fuentes lleva años tocando con Carlos Avilez, bajista de la Cuca, y hace cuatro años en conjunto editaron el disco titulado Las horas Muertas, obra intelectual de un tal Virgilio Nadies Cadejo, quien no es otro que Carlos Avilez.
Pues este proyecto de Las Horas Muertas cuenta con colaboración de la mayoría de los miembros de la familia de la Cuca, teniendo a Nacho González en la batería (Cuca) y Chacha Rivera (Forseps) en la guitarra, con alguna colaboración de Galo Ochoa en la guitarra (Cuca).
¿Por qué hablar de un álbum de blues rock que nació hace casi un lustro? Pues porque este material de la escena underground de Guadalajara es reeditado a nivel nacional por la disquera Fonarte Latino, que gusta por apoyar el blues y la trova mexicana, y se le agradece.
A los pocos minutos de escuchar a Las Horas Muertas pareciera ser que tiene el sonido de La Cuca, y nos hace pensar, ¿por qué no mejor se pone a cantar José Fors?
Es lógico que si bajo y batería de La Cuca están presentes, pues si exista su marca, pero esto sólo ocurre, y no del todo, en las canciones de sonido rudo, o en las partes de las rolas que ameriten un sonido hardrockero, por que el disco en si es la marca de Oscar Fuentes, con su armónica y su hammond, y la visión musical de un Carlos Avilez ajeno a La Cuca.
De las canciones destacan No Llores Más, un blues sabroso que nos narra sobre el sexo ocasional, ocasionado más por la depresión que por otra cosa, con alguien que atraviesa la misma situación.
Escombros, melodía nostálgica que añora los recuerdos de un amor perdido. Matinal, muy divertida porque nos narra irónicamente lo angustiante que puede ser la jubilación para un anciano, sobre todo porque le rompen la rutina de tantos años de trabajo. Dejamos la Vida gira ante la duda si es que, precisamente, no dejamos la vida en el fondo de una lata de cerveza o en una tarde quieta.
Alguien en que Confiar es una canción especial, con su solo de teclado que se disfruta bastante acompañado del planteamiento de la necesidad espiritual de confiar ciegamente en otro ser humano.
Me Quedo con el Cielo, en donde Oscar Fuentes nos menciona que las putas y los roqueros alcohólicos se van al cielo ¿será?
De Papel es la última canción, cargada de erotismo y de tristeza, características vitales en todo disco de blues rock y en donde Las Horas Muertas careció por ratos, lo cual es tal vez el punto débil de este material, por lo cual si se quiere tristear (ya se que este verbo no existe en castellano) otros discos son mucho mas recomendables, aunque en sí las canciones de todo el álbum son muy recomendables en su mayoría, y este fluye sin mucho problema.
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