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La geometría de Sebastián/ Es el creador de la Puerta de Torreón

El artista imparte un tallerde Transformables y Desplegables en la Universidad Autónoma de La Laguna

TORREÓN, COAH.- Muchos lo califican como un escultor geométrico. Otros dicen que es un geometrista mexicano. Él simplemente se define como “un escultor que usa la geometría como medio para llegar a su fin plástico, pero tiene las licencias absolutas para poder expresar todo, evocar una figuración, y hasta plantear una abstracción profunda”.

Sebastián, el escultor, cuyo verdadero nombre es Enrique Carbajal, se encuentra en la Comarca Lagunera para impartir un curso sobre Transformables y Desplegables, dirigido a los estudiantes de las carreras de Arquitectura y Diseño Gráfico y Comunicación de la Universidad Autónoma de La Laguna (UAL), en el marco del Congreso Universitario 2003.

Porque desde niño tuvo muy clara la vocación. Esa habilidad para modelar y para ver la tercera dimensión. Captaba el sentido del color y de la plástica. Por eso se convirtió en escultor, comenta en entrevista exclusiva.

Originario de Ciudad Camargo, Chihuahua, un pueblo con una tradición muy poderosa gracias a la imagen que representa el también oriundo de ahí, David Alfaro Siqueiros, lo tomó como un ejemplo a seguir, un ícono a quien admirar dentro de la plástica mexicana.

El paralelo que existe entre el constructivismo holandés y el constructivismo latinoamericano, hicieron que cuando tenía 32 años fuera nombrado miembro honorario de la Real Academia de Artes de Holanda, según recuerda.

Y a eso atribuye el hecho de que su obra escultórica sea considerada como única en la tradición mexicana: Al igual que los mexicanos y los latinoamericanos, tengo vocación y raíz constructiva profunda y una referencia por la geometría, que viene desde los aztecas, los mayas y el resto del mundo indígena, y sigo conservando esa vocación”.

De renombre internacional, pero de figura y trato sencillo, el escultor habla sobre los transformables, que son una serie de esculturas y un sistema dentro de estas esculturas, el cual fue creado por él mismo a finales de los sesenta: “Son objetos que provocan la participación activa del espectador, la manipulación, la transformación de las estructuras que tienen una carga didáctica de enseñanza; de la relación del color como agente ilusorio en una estructura transformable, y que el espectador puede manipularla y transformarla para tener una comprensión de la transformación del espacio”.

Una mirada profunda, que dirige hacia el horizonte como tratando de encontrar en este cielo lagunero las respuestas a sus planteamientos artísticos. Y luego la regresa al restirador sobre el que apoya su brazo y explica que, a través de la historia del arte, los pueblos han tenido hitos, símbolos que se traducen en arcos, puertas o columnas que son conmemorativos, o que dejan de ser arquitectónicamente constructivos y se convierten en escultóricos.

Y con ello se refiere a los arcos del triunfo, a las puertas de las ciudades, a los obeliscos, a las columnas monumentales en honor a una batalla. Consciente de su papel, asegura que por ser un escultor con esa vocación constructiva y esa visión monumental, empieza a crear obras de esta magnitud.

Y como ejemplo, ahí están el famoso Caballito que vigila el Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. La Puerta de Monterrey, en la que se simboliza el carácter regio. Sin faltar La Puerta de Chihuahua, en la que el artista plasma la idiosincrasia del mestizaje en su región de origen. A los cuales recuerda con esa mirada perdida nuevamente, como buscando esos paisajes sobre los que se alzan sus obras, no sólo en el país sino en el mundo entero.

A estas creaciones, se sumará próximamente La Puerta de Torreón, escultura que será encontrada por los visitantes de “La Perla de La Laguna” cuando entren a ésta, por Matamoros, Coah.

El proceso creativo y el proceso técnico

Primero, Sebastián busca un tema y luego empieza a indagar la mayor cantidad de detalles posibles. Así es como inicia su proceso creativo, para después plasmar los símbolos representativos de una cultura de manera geométrica.

“Tengo que usar la estrategia estructural para que puedan ser torres altas, sean auto soportables y estén bien estructuradas. Entonces tengo que pensar en la ingeniería de la estructura y tengo que pensar en la expresión de la escultura y en la geometría que me dé el símbolo, y tengo que pensar también en el hombre”.

Si la creación en cuestión es una puerta, debe dignificar al hombre y debe estar a escala de él, asegura Sebastián.

“La puerta es súper monumental para que el hombre voltee la cabeza hacia arriba y haga una deferencia al monumento y a la grandeza del monumento. La idea es que luego baje la cabeza y pueda pasar por el dintel (parte superior), que está a escala humana, perfectamente armónico con todo el espacio abierto para poder mirar al cielo a través de la puerta”. Explica mientras ejemplifica con un movimiento de sus manos.

Todo esto tiene un sentido profundo de la dignidad del ser humano que se para frente a la puerta. El sentimiento de pasar de un espacio a otro, de entrar o de salir. Ahí, habrán de celebrarse ceremonias cívicas y festivas. Se convertirá en un punto de reunión de manifestaciones sociales, ya sea de protesta o simplemente de recreación.

Gracias a las 150 esculturas que Sebastián ha realizado alrededor del mundo, conoce ampliamente el proceso técnico. Y asegura que es necesario planear una buena estrategia estructural, pensando como diseñadores industriales.

Mientras bebe un poco de refresco, víctima del intenso calor, Sebastián asegura que “hay que saber cómo se va a transportar y a armar (una escultura monumental); no sólo es concebir la estructura, sino pensarla. Hay que determinar qué medidas son las más convenientes, estandarizarlas para que las plataformas o las grúas puedan hacer los movimientos y no haya riesgos en pesos y en maniobras”.

Compartir experiencias

El escultor se mostró complacido de impartir el taller para los alumnos de la UAL. “Soy universitario de la UNAM, y creo que las universidades merecen atención, y los jóvenes necesitan que uno les ponga atención, y que parte de la experiencia y de lo que uno ha aprendido en la vida y de lo que uno conoce, lo pueda compartir con ellos”.

Pero este enlace universitario no se limita al taller que impartirá hasta hoy, en las instalaciones de esta casa de estudios; sino que su labor trasciende al tomar participación en la futura creación de una licenciatura en artes visuales.

Y es que Sebastián considera que, estas manifestaciones no sólo son importantes en esta región, sino en el mundo entero. “Porque los artistas tienen la capacidad de cambiar y transformar el medio para bien; pueden entrar en todos los terrenos de la transformación urbana, en la decisión del color y de la forma, en las asesorías, en la construcción de edificios”.

Hay mil posibilidades para que un artista visual pueda expresarse y dejar su huella -agrega-, con el afán de que una ciudad no se vea vacía y sin sentido, “sino espiritualmente plagada de estética y de belleza”.

Una cultura norteña, pero no árida

En la opinión del chihuahuense, aunque el desierto adolece de muchas cosas, lo que se reconcentra es el espíritu de permanecer y de crear. “Generalmente, la expresión norteña de toda la región es fuerte y agresiva. La muestra es que uno de los grandes pintores de México fue del norte, y creo que hay buenos escultores y artistas plásticos, y estamos en proceso de dar un ejemplo al centro del país de lo que hay acá”.

Para Sebastián, hay una cultura con una personalidad del norte, pero que no es árida, aunque así parezca por las inclemencias del medio ambiente. Más bien, considera que hay una carga muy profunda de buenos creadores.

“El otro día visité el taller de gráfica en el Icocult, El Chanate, y me dio mucho gusto porque hay un florecimiento de excelentes artistas y de excelentes técnicos para difundir esta maravillosa obra que es la gráfica”.

Esto es un ejemplo de que sí hay creadores, y de que con un poquito de estímulo florece la creación artística, concluye.

La Puerta de Torreón

Según asegura Sebastián, la obra que se convertirá en símbolo importante de esta ciudad, estará lista a más tardar en un mes. Sólo le falta el remate del arco superior, y la pintura color amarillo trigo. Aunque faltaría iniciar el proceso de base y acabado de las jardinerías que acompañarán a la escultura.

“Podía ser muy fácil evocar un Torreón y ya, pero yo pensé en qué fue lo fundamental para que vencieran al desierto los pioneros, los que fundaron estas tierras”. Entonces, se encontró con que en un inicio era esencial el cultivo del trigo.

“Ya no hay trigo, pero se habla de que hubo muchos trigales y de que fue básico para la economía y para la alimentación de los pobladores, entonces se convierte en un elemento profundamente significativo”.

Explica que las espigas de trigo son muy simbólicas para el desarrollo humano en las regiones, y son símbolo de fertilidad y de desarrollo, de grandeza, y hasta tienen un carga semántica muy fuerte.

Por eso, diseñó dos espigas de trigo que se unieran como cuando el trigo se mueve por el aire, y éstas se entrelazan en un arco final.

“Son dos columnas de trigo, en donde están todos los Municipios simbolizados en cada uno de los triángulos que son los granos de las dos espigas, tiene tantos triángulos como Municipios hay en el Estado”.

La Puerta de Torreón será montada frente a la Ciudad Universitaria, a la entrada de Torreón, por Matamoros, Coah.

SU OBRA EN SUS PROPIAS PALABRAS

Sebastián escultor, define el sentido de algunas de sus máximas creaciones.

EL CABALLITO: Es una evocación a una cabeza de caballo. No es un caballo copiado de la naturaleza, sino que es una representación de la fortaleza de este animal, que está reflejada en la estructura. No es un caballo real, es una abstracción con un lenguaje geométrico muy al estilo de Sebastián

LEONARDO IV: Es un transformable dedicado a Leonardo Da Vinci, a manera de respeto y admiración al gran ingeniero, escultor, pintor y arquitecto que fue en el Renacimiento. Es un cubo, en donde la preocupación es una abstracción que lleva a uno más allá de la geometría euclidiana. A una transformación en donde ya no es solamente una tercera dimensión, sino que son multidimensiones.

ARCO FÉNIX: Ubicado en la ancestral ciudad japonesa de Sakai, de donde retoma las raíces más profundas de este pueblo. Descubre que la campana es el elemento arqueológico más antiguo encontrado en estas ruinas, y que era un símbolo muy importante más allá de la religiosidad y de la política. A final de cuentas, lo que evoca es una puerta, un arco y un obelisco que conmemora

LA PUERTA DE CHIHUAHUA: El gran basamento que es apiramidado, evoca y recuerda las culturas ancestrales prehispánicas muy incipientes que llegaron hasta la región norte. En la parte de los dos grandes arcos y de la cascada de formas de la escultura, se evoca el caserío de los indios nómadas de toda la región. La parte en la que se detienen los arcos de medio punto abocinados, evoca la simpleza y sencillez de las primeras construcciones de las misiones españolas de la región. Además, tiene enormes huecos que sirven de marco para ver al Chihuahua moderno con símbolos muy característicos para los habitantes de este Estado

FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón.

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