Varias jóvenes prenden veladoras frente al instituto donde un estudiante de 18 años mató el miércoles a ocho personas, durante un tiroteo en Tuusula, Helsinki en Finlandia. (AP)
Pekka Eric Auvinen, el joven de 18 años que el pasado miércoles mató a ocho personas en un instituto finlandés, admiraba a Adolfo Hitler, leía a Nietzsche, era un estudiante brillante y había sufrido recientemente acoso escolar. Ése es el perfil que los investigadores policiales están reconstruyendo del hombre que anteayer entró en el instituto Jokela de Tuusula, un municipio a unos 60 kilómetros de Helsinki, y disparó 69 balas. Otras 320 fueron encontradas junto a su cuerpo sin haber sido utilizadas.
La Policía informó que tras matar a la directora, la enfermera y seis estudiantes del instituto, el autor de la matanza intentó prender fuego al edificio. En esos momentos se calcula que permanecían en el centro educacional unos 500 estudiantes.
Los investigadores, sin embargo, todavía no tienen claro si el autor de la matanza seleccionó a sus víctimas o si éstas fueron casuales. Auvinen había anunciado sus intenciones horas antes en un video colgado en YouTube. En él, tras definirse un “selector natural”, amenazaba la eliminación de “todos aquellos a quienes considere incapacitados, vergüenzas de la raza humana y fracasos de la selección natural”. Medios locales sugerían la posibilidad de que Auvinen tuviese como primer objetivo a la directora del centro.
Hijo de una familia definida como “normal” por la Policía, Auvinen era considerado un “tipo raro”, pero nunca se había comportado con modales agresivos en el instituto, según relataron algunos de sus compañeros. “Hace unos meses, algunos de sus más estrechos amigos notaron algunos rasgos extraños en su comportamiento, pero no sé si ya estaba pensando en esto”, dijo Roope Parianien, compañero de clase de Auvinen.
CARTA DE DESPEDIDA
El autor de la matanza dejó, además del video en YouTube, una nota en la que decía adiós a su familia. “La nota sólo le decía adiós a su familia y dejaba un mensaje... en el que decía que estaba en contra de la sociedad”, dijo el vocero policial Goran Wennqvist.
El arma utilizada fue una pistola suiza Sig Sauer Mosquito, calibre 22. Las víctimas recibieron varios impactos en la cabeza y en las partes superiores de sus cuerpos. El pistolero de nombre Pekka Auvinen había adquirido la licencia en un club de tiro el 19 de octubre y según sus compañeros de instituto, portaba el arma durante los días anteriores a la matanza.
Finlandia es el tercer país del mundo con la mayor tasa de armas por habitantes, tras Estados Unidos y Yemen. El dato se debe en buena medida a la gran afición de los finlandeses por la caza. Pese a ello, la tasa de delitos con arma de fuego es baja.
Sin embargo, la tragedia abrió el debate sobre la oportunidad de cambiar la política nacional en la materia. Finlandia se opone a los planes de la Unión Europea de endurecer las leyes sobre posesión de armas, sobre todo para los jóvenes. “Creo que deberíamos reconsiderar esto muy seriamente”, dijo el ministro de Comercio, Mauri Pekkarinen. “Yo estoy listo para llevar el asunto a la mesa del Gobierno”, dijo Pekkarinen.
Vive Finlandia día de luto
Los finlandeses vivieron ayer un día de luto en memoria de las nueve personas, ocho víctimas y el autor de la masacre, que ayer perdieron la vida en el tiroteo perpetrado por un joven estudiante en un instituto de Tuusula, en el sur de Finlandia.
Las banderas ondeaban a media asta en todos los edificios del país y a las 10:00 hora local (08:00 GMT) se guardó un minuto de silencio en el patio del instituto de Jokela, donde se produjo la matanza.
La mayoría de las escuelas y centros públicos se unió a este gesto para rendir un último homenaje a las víctimas de una tragedia que ha conmocionado al país nórdico.
El primer ministro finés, Matti Vanhanen, dio el pésame a las familias de los fallecidos en nombre del Gobierno y afirmó que “el tiroteo de Jokela nos deja una herida profunda en nuestra sensación de seguridad” .
“En la sociedad y en la comunidad en la que hemos aprendido a sentirnos seguros, este suceso deja una grieta que va a tardar mucho tiempo en cerrarse”, declaró en rueda de prensa.
“Probablemente nunca sabremos qué le pasó al joven tirador por la cabeza, pero el resultado es que segó la vida de muchos de sus compañeros y de su profesora”, añadió.
El Gobierno decidió que todos los centros educativos, excepto el de Jokela, permanecieran ayer abiertos, en un intento por volver, en la medida de lo posible, a la normalidad.
