‘Calderón es el presidente’

La diputada del PRD dice que no reconoce al ‘Gobierno Legítimo’ de Andrés Manuel López Obrador y no teme que la expulsen del partido.

Ruth Zavaleta Salgado, presidenta de la Cámara de Diputados, es contundente a la hora de expresar sus ideas. Rechaza el Gobierno Legítimo de Andrés Manuel López Obrador y reconoce la Presidencia de Felipe Calderón.

“Tengo que reconocer que (Calderón) ahí está como presidente constitucional, no puedo desconocer la realidad, yo tengo que reconocer la realidad. Él está ejerciendo la función, aunque a nosotros nos duela mucho y reflexionemos de que todavía no aceptamos que perdimos la Presidencia. Ahí está la Presidencia ejerciéndose”, dice.

Zavaleta dijo que no teme a que la expulsen del partido por sus declaraciones.

“Si el PRD, sabiendo que ésta (la Cámara) es una institución y que representarla implicaba tener una relación con otra institución, aún así valoran que no se tenga que reconocer, será una decisión que se tenga que discutir, ellos tendrán sus argumentos, yo los míos”, afirma.

Diputados de su propio partido la cuestionan. Maricela Contreras, legisladora del PRD, considera que Zavaleta debe desmarcar al partido de los desencuentros que ha tenido por reconocer como Presidente constitucional a Calderón. “No representa al partido esas opiniones. Son opiniones de ella, personales”.

Pero Javier González Garza, coordinador de los diputados del PRD, defiende a Zavaleta. “Ella representa a toda la Cámara. Hay cosas que no son tan sencillas. Todo esto que se dice de que esta entregada al Gobierno Federal es falso”.

Isidro Pedraza Chávez, también legislador del PRD, considera que Zavaleta es símbolo de envidia entre sus mismos compañeros de partido que exhiben machismo. “Yo digo que hay varios varones que envidian esta posibilidad, diría directamente perredistas. Hay quienes envidian en mala leche esta posibilidad y ella va a ser flanco de muchas cuestiones de estas, por ser mujer y por el puesto”.

En entrevista con diarios de la Asociación de Editores de los Estados, de las pocas que ha dado a medios de comunicación, Zavaleta, quien sucedió a Jorge Zermeño en la presidencia de la Cámara, expone sus argumentos.

¿Cómo está actualmente la relación con López Obrador, después de las declaraciones de usted de reconocer a Felipe Calderón como presidente?

Felipe Calderón es el presidente, constitucionalmente, está ahí declarado y está ahí haciendo esas funciones. Eso no se puede negar, es una realidad y si el PRD no quisiera reconocer la institución del Ejecutivo Federal, entonces tampoco debiéramos estar ejerciendo esta función como presidenta de la Cámara.

El PRD debió decidir que no fuera yo presidenta de la Cámara y ningún perredista. El hecho mismo de estar presidiendo la Cámara implica una relación institucional con quien no quieren que se reconozca.

¿Cómo le hago? Como presidenta de la Cámara yo mando todos los documentos que se emiten aquí y allá me mandan también documentos y las comparecencias se las tengo que pedir al secretario de Gobernación. Soy el enlace para pedir comparecencia a los secretarios, entonces, ¿cómo no poder reconocer que está ejerciéndose en los hechos?

Eso le ha traído de nuevo diferencias con López Obrador…

No, porque no he tenido ninguna diferencia pública y privada con el licenciado López Obrador. Cuando pretendo ser presidenta de la Cámara, trabajé todo el año pasado para serlo, traté de construir los acuerdos dentro de mi grupo parlamentario para ello, trabajé todo el tiempo sin medios de comunicación, sin evidenciar este trabajo en reuniones cotidianas semanales, construí los acuerdos que el grupo requirió.

Siempre tuve el apoyo de la mayoría de todos los grupos. Cuando pretendo ser presidenta, en algunas columnas políticas se filtró que López Obrador no estaba de acuerdo. Fui a buscarlo para pedirle una cita, estuve varios días pidiendo una cita para que escuchara cuáles eran mis razones y yo escucharlo a él para ver cuáles eran sus razones por las que no quería que fuera yo presidenta, pero no me recibió.

Después de ese fallido intento, yo me voy a la elección y cuando llego me entero que hay un grupo de compañeros que ya no están de acuerdo conmigo, que son los cercanos a él.

¿Cómo está la relación con López Obrador ahora?

Ahorita no tengo ninguna relación con él. No lo he visto, lo escucho por los medios y lo escucho hablar. Él vino a la Cámara y no pude estar, no porque lo desprecie sino porque yo tengo mi Mesa Directiva para programarla.

Luego de este reconocimiento que usted hace del Gobierno de Calderón, ¿no teme que se le venga un boicot o que la expulsen del partido, ya que hay un acuerdo incluso del partido en desconocer a Calderón?

Yo no estoy reconociendo que él haya ganado, estoy reconociendo que él está ejerciendo su función como presidente y que institucionalmente estoy yo involucrada con esto porque mi cargo así me lo obliga.

¿No teme a una venganza o expulsión?

Si los compañeros del PRD valoran que lo que yo estoy haciendo está afectando al partido, están en todo su derecho de juzgarme bajo las reglas del partido, pero recordemos también que el PRD decidió que asumiéramos la Presidencia y esto fue una votación que se dio al interior del grupo.

Entonces si el PRD, sabiendo que ésta es una institución y que representarla implicaba tener una relación con otra institución, aún así ellos valoran que no se tenga que reconocer, será una decisión que se tenga que discutir, ellos tendrán sus argumentos, yo los míos y pues ya veremos.

¿No teme a que se le volteen los diputados, ante esta postura?

No, no.

¿Cree en el “Gobierno Legítimo” de López Obrador?

¿Que si creo en el Gobierno Legítimo de Andrés Manuel? Por su puesto que no.

Yo no estuve de acuerdo que él se eligiera como presidente de un “Gobierno Legítimo”. Sin embargo, lo asumo como un acuerdo del partido y me sumo a la estrategia que él plantee porque soy perredista, porque lo aprobaron en el PRD, pero no creo en eso.

¿No debería de existir?

Yo creo que él debería ser un jefe, un líder político de izquierda, que esté confrontando las ideas de la derecha con propuestas contundentes y liderar no sólo a la gente en general, al pueblo como él dice, liderar también a los diputados, senadores y diputados locales en los estados.

Yo le propuse a López Obrador que nos reuniera a todos los legisladores y que escuche cuáles son nuestras ideas y propuestas y que nos permita tener un diálogo con él. No sólo que nos venga a decir un discurso, sino que discutamos.

¿Por qué no va él al Consejo Nacional y discutimos ahí las ideas que él tiene? Si es cierto que él es nuestro líder, también es cierto que él es un militante del partido y que tenemos derecho los demás militantes que somos parte de un Consejo Nacional a dialogar y escucharnos mutuamente.

¿Quiere usted acciones, más que discursos de parte de él?

No, es que no es un discurso, él es una acción y un discurso. Él está ejerciendo una acción de un “Gobierno Legítimo”, que él cree en esa forma de trabajar, en esa estrategia. Yo no creo en esa estrategia.

¿Por qué no cree?

Porque no. Dígame, ¿qué secretario del “Gobierno Legítimo” ha logrado impactar con sus propuestas?

Ése es el problema. Voy a decir uno que sí logró: El secretario de Finanzas vino aquí a la Cámara a presentar una propuesta de reforma fiscal antes de que la presentara Felipe Calderón. La discutimos en el PRD y si revisa la historia aquí en la Cámara, el PRD fue el primero que planteó una reforma fiscal y luego nos desgarramos las vestiduras diciendo que no queríamos reforma fiscal.

Esas son las cosas que nos dificultan mucho tener transparencia y claridad en qué defendemos y qué no, porque primero nos mandan a un secretario de Finanzas del “Gobierno Legítimo” y luego (López Obrador) descalifica que estemos discutiendo la reforma fiscal como PRD y luego nos dice que no tenemos falda ni pantalones, creo que nomás pantalones, yo tengo los dos.

¿Qué le dice la debacle de su partido, del 2006 a la fecha?, ni el efecto AMLO ni nada han funcionado para que el PRD gane elecciones.

Que debemos ser institucionales, que el partido debe ser una institución construida no a partir de liderazgos de un hombre o una mujer, (sino) con estructura, que esté en la calle, que la gente la entienda, que se identifique, haya empatía, que tenga claridad en sus propuestas, que haya transparencia de qué queremos para los ciudadanos.

El PRD no ha ganado ninguna gubernatura del 2006 a la fecha.

Eso es lo que hay que ir construyendo para ver dónde nos tenemos que establecer para ganar liderazgos estatales. Por eso le digo que el PRD no debe ser una puesta de un hombre o una mujer sino una puesta institucional que vaya construyendo liderazgos locales.

Política revelde

A Ruth Zavaleta le han dicho de todo. Andrés Manuel López Obrador prácticamente la llamó cobarde. Gerardo Fernández Noroña, enfurecido porque vio una foto de Zavaleta con la esposa de Felipe Calderón, le espetó que “vendió su cuerpo por un huesito”.

Pero Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, obligada a hablar con el Gobierno que su partido desconoce, respondió a los ataques. De Fernández Noroña, vocero de López Obrador, dijo simplemente que “es una persona que no vale la pena”. A López Obrador, que le cuestionó su falta de falda y pantalones ante la reforma fiscal, le dijo que “yo tengo los dos”.

Es su estilo rebelde, su formación en la lucha de izquierda. Su experiencia en el temblor de la Ciudad de México en septiembre de 1985, cuando el departamento donde vivía quedó destruido.

Tenía poco de haber llegado a la capital, desde su pueblo de Tepecoacuilco, Guerrero. Tenía 19 años y estudiaba sociología en la UNAM.

Cuenta que anduvo de casa en casa hasta llegar con mil 200 familias a vivir a un campamento de viviendas de cartón en una zona cerca del aeropuerto conocida como El Arenal.

Abandonó sus estudios para dedicarse a la lucha social ese año, a la recuperación de espacios que buscaban los damnificados, a la batalla con seis mil familias para que se les construyera vivienda. Lograron un fraccionamiento en la delegación Venustiano Carranza. Menos de dos décadas después, en 2003, sería la jefa delegacional ahí.

De la lucha social brincó a la política, con la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia en 1988 y el nacimiento del PRD el año siguiente.

Su lucha en el PRD fue en la estructura del Distrito Federal, en la década de los 90, cuando también regresó a la universidad a terminar su carrera de Sociología. Llegó a ser secretaria de Finanzas del PRD-DF, donde conoció a Andrés Manuel López Obrador, que era presidente nacional del partido.

En el año 2000, mientras López Obrador buscaba la jefatura de Gobierno del DF, Zavaleta ganó una diputación local. En 2003 fue electa jefa delegacional de Venustiano Carranza, una de las delegaciones más pobladas de la capital.

Su llegada no estuvo exenta de problemas pues fue acusada por el PRI de rebasar los topes de campaña, denuncia que nunca fue comprobada. Luego enfrentó varias denuncias, de parte del PAN, por peculado, uso indebido de recursos y abandono de funciones.

El año pasado fue electa diputada federal plurinominal y en el primer año llegó a una de las vicepresidencias de la Cámara, en los tensos días del último informe de Vicente Fox y la toma de posesión de Felipe Calderón.

En agosto pasado, cuando cumplía los 40 años, fue electa presidenta de la Cámara. El primero de septiembre, optó por retirarse de la tribuna para no recibir el primer informe de Felipe Calderón.